ACÚSTICOS
“La voz de Merchant acaricia y, al mismo tiempo, sus mensajes golpean cuando tienen que hacerlo”
En su mejor momento, 10.000 Maniacs grabaron un concierto acústico para la MTV. Hacía solo un año que habían publicado su disco más famoso, “Our time in Eden”, y el directo fue la despedida discográfica de la formación original, con Natalie Merchant al frente. Fernando Ballesteros reconstruye lo sucedido.
10.000 Maniacs
“MTV Unplugged”
ELEKTRA,1993
Texto: FERNANDO BALLESTEROS.
El “MTV Unplugged” que grabaron en 1993 fue casi una despedida de 10.000 Maniacs, tal y como lo habíamos conocido. El 21 de abril, cuando se celebró aquel concierto en los Sonic Music Studios, la salida de su vocalista Natalie Merchant estaba cantada. Aquella misma noche fueron presentados como Natalie y los 10.000 Maniacs. Llegados a ese punto, aún juntos, ya habían comenzado a separarse.
Llevaban doce años funcionando como grupo y hacía seis que sus grabaciones habían comenzado a cosechar un reconocimiento que les había granjeado una sólida base de seguidores que aumentaba con cada nuevo disco. Pero volvamos a aquel día y a aquella cita. La sensación de cercanía que Natalie transmitía en sus presentaciones en directo cobraba, en la intimidad del escenario creado para el concierto, una nueva dimensión. Eso sí: en lo artístico no hay nada especiamente novedoso. El repertorio se basa en sus tres discos anteriores en estudio llevándose la palma el sobresaliente “Our time in Eden”. Aquella obra era eminentemente acústica, un desafío en la que algunos títulos cobraban casi una nueva vida. Pero los 10.000 Maniacs no necesitaron grandes metamorfosis para adaptarse al formato.
Numeroso despliegue
En su gran noche acústica, nueve músicos se unieron a la formación base de 10.000 Maniacs. La numerosa formación funcionó como un reloj, con todos los elementos moviéndose alrededor y cobijados a la sombra de una Merchant que llevaba las riendas y se hacía con la mayor cota de protagonismo
‘These are days’ abre el álbum. Era un single perfecto, extraído del disco que andaban promocionando por aquellas fechas. Sus melodías trabajadas y la orientación que le habían dado a su sonido miraba más que nunca a las radiofórmulas y a un éxito que no había hecho más que aumentar, de forma gradual, desde el nacimiento de la banda.
En ese momento, en su música se daban la mano el sonido de raíces y el pop rock, además del gusto por huir de los caminos más trillados que poco a poco les había ido acercando a poseer algo parecido a la etiqueta de grupo de culto. “Our time in Eden”, el disco en cuestión, tenía un potencial comercial considerable. ‘Candy everybody’ era otra buena prueba de la que también echaban mano aquí. Su versión en estudio, de hecho, había logrado escalar con éxito en las listas, llevándoles a vislumbrar ligas mayores.
La melancolía folk de ‘Stockton gala days’ o la pura emoción de ‘Noah’s dove’, que cerraba la noche con Natalie al piano, también procedían de un disco al que acudían para echar mano a ‘Jezebel’, ‘I’m not the man’ y ‘Gold rush’. Los chicos eran conscientes de que su obra más reciente en aquel momento tenía mucha chicha. Tanta como para copar la mitad del repertorio interpretado aquí.
A lo largo de la grabación, la voz de Merchant acaricia y, al mismo tiempo, sus mensajes golpean cuando tienen que hacerlo. Y lo hacen sin temor, porque ella nunca rehuye los contenidos sociales ni las temáticas más espinosas. Así, en ‘What’s the matter here’, de “In my tribe” aborda el abuso infantil. De aquel disco también eran ‘Don’t talk’ y ‘Hey, Jack Kerouac’, un título que nos da otra pista de las líneas maestras de los textos de Natalie Merchant, cuyas inquietudes literarias tenían un peso importante.
Un repertorio bien elegido
El “MTV Unplugged” daba un cumplido repaso a lo más selecto de su discografía o, al menos, a los tres discos que habían tenido mayor difusión. Sin embargo, iba a ser su versión de ‘Because the night’ la que les iba a proporcionar su éxito más sonado. A lomos del eco alcanzado por su versión de Patti Smith vía Bruce Springsteen, el directo, ideal para que los recién llegados aterrizaran en su mundo, se iba a convertir en su obra más vendida y en uno de los lanzamientos de esta serie que mejor funcionó en las listas.
Pero el disco fue su testamento. No habría más 10.000 Maniacs con Natalie Merchant. El 26 de octubre, el día que se puso a la venta el disco, la ruptura ya se había oficializado. Fue al final del verano, cuando terminaron su gira promocional de “Our time in Eden” cuando comunicaron al mundo lo que ya era un secreto a voces, tanto, que la propia Natalie lo había dejado caer en alguna entrevista tiempo atrás, como cuando en 1991 anunció que dejaría el grupo antes de dos años. Dicho y hecho. Mujer de palabra.
Nada volvió a ser lo mismo para los “maniacos”, aunque siguieron adelante. De hecho, con interrupciones importantes, aún continúan en la carretera. Tras la marcha de la vocalista incorporaron al duo John & Mary, es decir John Lombardo, que regresaba al grupo tras su abandono en 1986 y Mary Ramsey, cuya peliaguada papeleta iba a ser sustituir a Merchant.
Natalie continuó su carrera. Su siguiente trabajo, dos años más tarde y ya como solista, siguió la senda de éxito que había comenzado a saborear en este directo. Era el primer disco de una carrera en solitario, que, por cierto, también merece una revisión.
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Anterior entrega de Acústicos: “MTV Unplugged” (1997), de Bryan Adams.