Mr. Morale & The Big Steppers, de Kendrick Lamar

Autor:

DISCOS

«Voces airadas sobre fondos de jazz y soul y saltos de una canción a otra rompiendo con la precedente»

 

Kendrick Lamar
Mr. Morale & The Big Steppers
AFTERMATH/INTERSCOPE-UNIVERSAL

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Sería injusto afirmar que este disco mayúsculo de Kendrick Lamar no tiene parangón en la historia del hip hop… o en la suya propia. Sus precedentes están entre los más destacados del género en lo que va de siglo, aunque este es más ambicioso y, si se puede y quiere aceptar, de otra dimensión. Recogiendo y continuando la historia de la música afroamericana, Lamar teje un disco doble de 18 canciones y más de setenta minutos, que pueden equipararse a trabajos dobles de Wu-Tang Clan o Outkast y, más atrás, de Prince, Marvin Gaye…

La clave está en los contrastes que encierra el disco: voces airadas sobre fondos de jazz y soul y saltos de una canción a otra rompiendo con la precedente. Para ello cuenta con Ghostface Killah, la estrella del rhythm and blues Summer Walker, la caribeña Amanda Reifer, el británico Sampha y las voces de Florence Welch y Beth Gibbons de Portishead, poniendo esta el contrapunto en “Mother I sober” en una de sus raras colaboraciones. Por sus estrías se cuelan temas como la paternidad, la familia, la comunidad negra, los abusos físicos y sexuales (cruda en la discusión de pareja “We cry together”) o la fama, dejando atrás sus prejuicios juveniles para aprender a sentir compasión y a perdonar.

Anterior crítica de discos: One day, de The Catus Blossoms.

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