Morrissey ha asegurado que casi muere por sus problemas de salud, a principios de este año. En enero tuvo que suspender todos sus conciertos para recuperarse de una úlcera sangrante, una doble neumonía y una dolencia llamada esófago de Barrett.
“Fue algo terrible. Había tocado en enero en Ohio, y me sentía perfecto, pero a la noche siguiente me colapsé en el hotel. Perdí la conciencia y, cuando la recuperé, estaba cubierto en sangre negra y no sabía lo que era. Me llevaron rápido a un hospital y descubrieron que tenía una úlcera, esófago de Barrett, y luego todo remató en una neumonía doble. Pasé más de cuatro semanas con suero, pero rehusé una transfusión de sangre. Me las arreglé para hacer algunos shows más en EE.UU., pero cuando llegué a México los doctores me dijeron que parara. No poder terminar el tour fue devastador, pero los médicos me advirtieron: ‘Hace unas semanas casi te mueres, ¿y ahora dices que vas a hacer 18 shows más? ¿Estás tratando de matarte?’. De hecho, creo que eso era lo que estaba haciendo”, dijo Morrissey, en declaraciones al periódico chileno “La Tercera”.
Cuando los médicos le dijeron que debía retirarse, o corría el riesgo de morir, Morrissey pensó que “que eran agentes encubiertos de la familia real británica tratando de deshacerse de mí. Hablando en serio, no me preocupé en demasía, porque eventualmente todos fallecen algún día y en mi caso sería mejor morir en un escenario que en un sofá cubierto de migas de pan. Sí, los doctores me dijeron: ‘¿Te das cuenta de que te estás muriendo?’. Pero es algo tan abstracto de escuchar que no sabes qué hacer. Además, todos nos estamos muriendo –incluso cuando dormimos nos estamos muriendo lentamente–, pero, hasta que suceda, debes dar todo lo que tengas. Ya habrá mucho tiempo para descansar, una vez que lleguemos a la tumba”.
Y añadió que nunca ha pensado en retirarse: “No, pero tengo 54 años y siempre he pensado que la gente de 54 debería ser, con mucha suavidad, sacrificada y puesta a dormir, porque hacen que el mundo se vea desaliñado. Nunca imaginé que duraría tanto en la música, y puedo recordar que, cuando era chico, tener 54 años parecía como tener 104. Me siento sin edad la mayoría del tiempo”.