Melómanos: Tania Llasera, educada en el rock inglés

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“Chris (Martin) salió de la furgoneta, me dio un sobre con las entradas para verlos esa noche en Las Ventas y me dijo que sí entendía castellano, que había sido una gran prueba ¡y que la había aprobado con nota! ¡Qué cabronazo más majo!”

 

Bilbaína de nacimiento y de madre británica, Tania Llasera creció con la música de Fleetwood Mac, Simply Red y Annie Lennox. Gracias a su trabajo en programas musicales de la televisión atesora una buena colección de anécdotas con figuras como Chris Martin, Jeff Tweedy y Lenny Kravitz.

 

 

Texto: SARA MORALES.

 

 

Su trayectoria en la televisión como presentadora, como reportera o en el backstage la ha llevado a participar en algunos de los programas de música más sonados de nuestro país, como en su día lo fue «No disparen al pianista» o como lo es hoy «La Voz». Su bilingüismo le ha permitido entrevistar a grandes leyendas de la música, y por sus manos han circulado desde Metallica hasta Wilco, pasando por Lenny Kravitz o Avril Lavigne.

De madre británica, y bilbaína de nacimiento, pasó buena parte de su juventud estudiando y trabajando en Reino Unido (Chichester, Portsmouth y Londres) donde trajo como herencia un gusto por la música anglosajona que ya le venía de serie y un sistema emocional inglés, como ella misma confiesa. La rubia más entrañable y divertida de la pequeña pantalla bucea en su colección de anécdotas y recuerdos para compartirlos con nosotros en esta entrevista.

 

Eres mitad española, mitad inglesa. Imagino que entre tus gustos musicales hay un poco de ambas escenas. ¿Por cuál te decantas?
Por la música anglosajona, porque mi madre es más amante de la música de largo y ella es la inglesa. Lo que ella escuchaba y escucha (Fleetwood Mac, Simply Red, Annie Lennox, la música Motown en general y un largo etcétera) es lo que más o menos me educó musicalmente. Además fui a un colegio americano en Bilbao y allí la clase de música era muy completa. Nos enseñaron muchísimo country, música de Los Beatles y otros clásicos que nunca morirán. Mi infancia fue tremendamente musical. Mecano quizás fuera el grupo español que más escuché de pequeña.

 

¿Qué te transmite la música en cada uno de estos idiomas?
Quizá el sentimiento, pues mi sistema emocional es inglés. Aunque la música en español me parece bastante más poética, las letras en concreto de gente como Jorge Drexler, Sabina o Fito me llegan sobremanera.

 

¿Cuál es ero tu grupo preferido?
No puedo elegir solamente uno. De adolescente estaba muy enfadada con el mundo y mi grupo de cabecera eran The Cranberries. Como cantantes posiblemente fueran o Mark Knopfler o Peter Gabriel, porque sus voces me tocan el alma, y en femenino Enya y Sade me dan paz desde siempre. También, y aunque resulte ñoño hoy en día, me flipa Phil Collins… me hace llorar casi siempre.

 

De Inglaterra es envidiable su apuesta por la música en directo, casi todos los bares y garitos acogen pequeños conciertos ¿Qué recuerdas de todo aquello?
Me temo que iba más a karaokes que a conciertos, mis años en Inglaterra están bañados de hormonas, bebidas y mucho trabajo. Mientras estudiaba la carrera, trabajaba de camarera en varios garitos y uno de ellos tenía música en directo (se llamaba The Wedgewood Rooms y estaba en Portsmouth) y me quedé medio sorda por el volumen de la música rock y heavy metal, que era muy popular en aquella sala. Aunque para fregar suelos de madera con la mopa, me gustaba escuchar ‘Sexy boy’ de Air, claramente. Siempre me la ponía.

 

¿Qué banda conociste en aquellos años ingleses que siga siendo un referente para ti?
Ten en cuenta que llegué a Inglaterra cuando la canción ‘Do you believe’ de Cher estaba en su máximo apogeo… y me fui con Sean Paul y 50 Cent a tope. Pero descubrí a grupos como Travis, Jamiroquai, a Damien Rice, Norah Jones, Manic Street Preachers, The Cardigans, The Darkness, y tantos otros.

 

En 2005 regresas a España, te instalas en Madrid y comienzas una meteórica carrera en nuestra televisión. Me interesa mucho tu papel de reportera en «No disparen al pianista», de la 2. ¿Qué aprendiste en él?
Para mí fue un programa duro, venía de Fly Music, un canal de música de la TDT donde nos dejaban ‘creative freedom’ (libertad creativa) para hacer y deshacer a nuestro antojo, y TVE para mí fue un encorsetamiento necesario pero duro. Ahora lo recuerdo con cariño, pero fue una etapa difícil. Empezamos con mal pie, ya que el creador y visionario de aquel programa era Santiago Alcanda, y fue relevado de la dirección prácticamente en el primer programa. El equipo había sido diseñado por él, así que te puedes imaginar las complicaciones al principio.

 

De todos tus entrevistados, ¿quién te llamó especialmente la atención?
Los Mojinos Escozíos me hicieron mucha gracia, nunca me he reído más en una entrevista.

 

¿Cómo fue tu charla con Lenny Kravitz?
La verdad que es un tipo encantador, es diminuto y tiene un susurro por voz cuando habla. Se le ve un hombre tímido, escondido tras sus Ray-bans. Me gustó.

 

¿Y qué impresión sacaste de Jeff Tweedy de Wilco?
Fui con un respeto que rozaba el miedo a la entrevista con Jeff, es famoso por su mala uva y conmigo estuvo muy correcto. Debí pillarle en un buen día, o le gustaron mis preguntas, o puede que la minifalda que me puse ese día ayudase algo… o puede que no. No lo sé, pero es un genio gruñón y ese es parte de su atractivo appeal.

 

Sin embargo, para ti fue especial tu encuentro con Metallica.
Entrevistar a Metallica fue un sueño hecho realidad para mí. La seguridad que les rodeaba, ¡madre mía! Muchas veces, el séquito de un grupo es mucho más antipático y estirado que el grupo en sí. Ellos son geniales y estuvieron muy a favor de obra.

 

¿Algunos de los grupos que pasó por tus manos te decepcionó?
Los Chemical Brothers me decepcionaron en mayúsculas, esperaba que hubiese química y no solo llegaron dos horas tarde a la entrevista, sino que uno de ellos estaba ebrio y me cayeron fatal, la verdad. Una pena, porque era bastante fan. Tensiones en realidad he tenido pocas, pero hay dos chicas con las que estuve un poco más tensa yo, porque son muy tímidas y me costó sacarles la chicha necesaria: una fue Avril Lavigne y la otra se llama Robyn.

 

¿Y a quién te hubiera gustado entrevistar y se te quedó en el tintero?
Hay tanta gente que me gustaría entrevistar que es imposible contestar a esta pregunta. Pero que estén vivos… me chiflaría entrevistar a SIA, porque me parece una maestra musical y del ‘branding’ musical. Me encanta todo de ella.

 

¿Cómo fue la experiencia de traducir e interpretar a Coldplay durante la rueda de prensa de su disco «Mylo Xyloto» en 2011?
Me sentí inmensamente afortunada ya que ‘Fix you’ es de mis canciones favoritas de siempre. Había unas reglas de seguridad muy fuertes, pero me llevaron a conocerles a priori a su habitación del hotel Avenida América y allí el más afectuoso fue Chris Martin. Me dijo que él era una oveja negra en su familia porque no hablaba español, y Apple, Moses y Gweneth sí lo hablaban. Me sentí muy cómoda con él porque me recuerda mucho a mi hermano pequeño, así que hicimos buenas migas. Presenté e interpreté en inglés y castellano toda la rueda de prensa de la presentación mundial de su nuevo disco y al final del todo, en pleno parking… yo ya me marchaba y Coldplay se iba a la prueba de sonido para el concierto de esa noche; Chris salió de la furgoneta, me dio un sobre con las entradas para verlos esa noche en Las Ventas y me dijo que sí entendía castellano, que había sido una gran prueba ¡y que la había aprobado con nota! ¡Qué cabronazo más majo!

 

 

También te tocó pisar foso cuando cubriste el festival Rock in Río en 2009…
Lo recuerdo como muchísimo trabajo, acabé con conjuntivitis en ambos ojos de la tierra que se nos metía en los ojos durante todas las largas jornadas. Fue maravilloso pero agotador. Lo que más recuerdo con diferencia es a Amy Winehouse borracha, y qué se yo, intentando cantar… no sabías si aplaudir o llamar a una ambulancia.

 

¿Eres de las que frecuenta festivales por cuenta propia?
Me encanta la música, pero no me gustan los festivales, la explicación es sencilla: no me gustan las aglomeraciones de gente, me dan miedo. El año pasado no fui a ninguno, pero estaba embarazada y no es mi plan predilecto. Pero el año anterior mi pareja insistió y fuimos al BBK Live!, y estuvo muy bien.

 

Hablando de tu embarazo y de niños, también formaste parte de La Voz Kids. ¿Qué conclusiones sacas acerca de lo que aportan los niños a la música que no son capaces de aportar los adultos?
Una energía positiva bestial. No han perdido la frescura de recordar que el programa es un juego y que como premio te llevas el hecho de haber participado.

 

Si tuvieras que definir las vivencias y sensaciones de este programa desde tu posición, ¿cómo lo harías en una frase?
«La Voz” debería estar patrocinado por Kleenex, es una frase que repito desde el primer año, porque es un programa musical enorme, lleno de grandes emociones a todos los niveles, que hace que hasta los cámaras más curtidos lloren de emoción como niños.

 

El sector musical profesional siempre ha sido muy crítico con los talent show, por aquello de que es más espectáculo que música, que no se apuesta por la música de verdad, se crean juguetes rotos… ¿Qué opinas?
Opino que siempre es bueno que la música triunfe en nuestro país y si es en una ventana tan grande como la televisión nacion,al mejor.

 

Los ganadores de «La Voz», me refiero a los adultos sobre todo, ¿desarrollan realmente una carrera profesional a base de dar vida a discos propios, giras y demás? Me refiero a si, una vez fuera del programa, encuentran realmente un hueco en la industria.
Cada concursante corre una suerte distinta como todos en la vida. Yo les deseo lo mejor y que tengan carreras largas y variadas.

 

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¿De qué banda o músico de nuestro país te sientes especialmente orgullosa cuando los ves triunfando porque los hayas seguido de cerca y los hayas visto crecer?
Supongo que, a la par, serían Jamie Cullum y Pablo Alborán… porque les vi cuando todavía se estaban haciendo un hueco en el panorama musical y ahora ya están mega establecidos como las estrellas que son.

 

¿Por qué crees que los concursantes de La Voz suelen apostar más por el pop y el flamenco que por el rock?
No lo sé… ¡con lo que me gusta a mí el rock! Supongo que estamos en España y el flamenco brilla por su presencia y arraigo, además los coaches suelen ser de ese palo musical y siempre será algo más fácil tocarles la vena sensible en su propio idioma o género musical.

 

Si tuvieras la opción de elegir unos coaches internacionales para el programa, ¿quiénes crees que serían el mejor jurado internacional de «La Voz»?
Hombre, puestos a soñar Madonna sería una elección obvia, Lady Gaga quizás sería otra, por ver también sus modelitos y cómo se llevarían ambas. Y en los sillones masculinos pondría a un grande como Paul McCartney y Bruno Mars, para dar el toque de funky color.

 

¿Te atreves a darme también tres o cuatro nombres para conformar un nuevo jurado español?
Me chiflaría ver a Fito en un sillón rojo, a los chicos de Camela, a Pablo Alborán y a Concha Buika, por ejemplo.

 

Al final, de un modo u otro, sigues apostando en tu carrera por el formato musical en televisión. ¿La música era tu meta, o esta dirección en tu carrera ha sido casual?
La verdad es que todo fue casual, pero no puedo estar más contenta. La música y la gente son lo que más me gusta, estoy cómoda con ambos aspectos de la vida.

 

¿Echas de menos más programas de música en la parrilla, que no sean talent show? Como aquel «No disparen al pianista».
Por supuesto que sí. Debería haber mucha más oferta musical, pero entiendo que la televisión privada se rige por beneficios y audiencias. Creo que es deber de la televisión pública tener programas como “Página 2” para la lectura o algo parecido para la música. La música es cultura en mayúsculas y da para tanto… La letra, la música, el músico, las pruebas de sonido, las historias tras cada acorde… en fin, que sí, nos falta mucho.

 

¿Cuál es ese disco al que siempre vuelves y nunca te cansas de escuchar?
«
Graceland» de Paul Simon o «A night to remember» de Cindy Lauper, los dos de mi infancia más tierna… y las dos canciones que no me canso de escuchar son ‘Wicked game’ de Chris Isaac y ‘Storms in Africa’ de Enya. Quiero aprovechar para decir también, que me encanta la música clásica, me lo inculcaron mis abuelos desde pequeñita en su casa de Jesús Pobre (Alicante) donde mi abuelo, que era escultor, tenía la música clásica puesta en todas las habitaciones de la casa. Era maravilloso y ese legado me queda, cuando me estresa ya la música moderna, escucho a Bach, Mozart o Schubert y se me pasan todos los males.

 

 

¿Qué suena en el reproductor de Tania Llasera?
De todo, desde Boy a David Bisbal con Miley Cyrus, pasando por Crowded House, Boy & Bear, Dillon, Tokio Hotel, Rhye (mi último descubrimiento), London Grammar, Angus & Julia Stone, The NewYork Fund, One Direction, el Aita Gurea (padre nuestro en euskera), Florence & the Machine y mil más, podría estar aquí todo el día y toda la noche escribiendo grupos que me inspiran y alimentan mi alma cada día. No me gusta ser mal hablada, pero… ¡viva la música, coño!

 

 

Anterior entrega de Melómanos: Ricardo Gómez, sonidos de una vida en flashback.

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