«Led Zeppelin marcó un antes y un después en la historia del rock y sus variantes, como hard rock, hard rock blues, heavy rock, o cualquier otra etiqueta derivada»
Se cumplen cincuenta años del debut homónimo de Led Zeppelin. Un buen momento para recordar los históricos primeros pasos de la banda británica, que lograron reinterpretar el rock. Por Ignacio Reyo.
Texto: Ignacio Reyo.
Año 1969. Pongámonos en contexto antes de analizar el debut de Jimmy Page, John Paul Jones, Robert Plant y John Bonham, que en paz descanse. Han transcurrido dos años del verano del amor. Estados Unidos revuelto, tanto la población civil, como su gobierno, en una guerra, la de Vietnam, que no les llevará a ninguna parte. The Doors editan su disco más heterodoxo, The soft parade. The Stooges sacan su debut en la misma discográfica que el grupo de Robbie Krieger, Elektra Records. En su canción “1969” cantan aquello de “Well it’s 1969 okay/for me and you/ it’s another year/with nothing to do”. En agosto, la familia Manson mata a Sharon Tate, pareja de Roman Polanski embarazada, y otras cuatro personas en la mansión de 10050 Cielo Drive en Los Ángeles. El día después, matan a otras dos personas. Charles Manson es arrestado y cumple cadena perpetua como autor intelectual de los asesinatos. En diciembre, The Rolling Stones organizan un festival en Altamont que supone el disparo de gracia de la era hippie. Por recomendación de los Grateful Dead, contratan a Los Ángeles del infierno como seguridad. Hay palizas y matan a un hombre afroamericano mientras Jagger y cía. Tocaban “Simpathy for the devil”.
Vayamos a Led Zeppelin. El doce enero publican su primer largo, titulado como el grupo, antes de que pasaran todas las tragedias antes comentadas. Y en octubre de ese mismo 1969 aparece su continuación, “Led Zeppelin II”. La antaño revista contracultural y musical Rolling Stone destroza en su crítica el álbum de debut del cuarteto británico.
La génesis de Led Zeppelin viene dada cuando Jimmy Page deja de ser el guitarrista de The Yardbirds y contacta con otros músicos para formar un supergrupo. Se considera en primera instancia un grupo con él y Jeff Beck de guitarristas, la base rítmica de The Who, y entre los candidatos a vocalistas están Steve Marriot, en ese momento en los Small Faces, y Steve Winwood, que ejerce de cantante en The Spencer Davis Group. Solo se llega a grabar una maqueta de una canción, titulada “Beck’s bolero” con Jeff Beck, Jimmy Page, Keith Moon y el entonces desconocido músico de estudio John Paul Jones. Page entonces quiere a Terry Reid. Este rehúsa, pero recomienda al cantante de Band Of Joy, el también desconocido Robert Plant. Se realiza un casting de cantantes y entre los diez a escoger, según su testimonio, está el cantante de Los Bravos Mike Kennedy. Finalmente, se decanta por Plant. Se ficha a John Paul Jones, y al batería de Band Of Joy John Bonhman. El resto, como se dice, es historia.
Podemos contar algunas anécdotas. Cuando se bautizaron como Lead Zeppelin, su mánager les dijo que quitaran la A de Lead, para quedarse en Led. John Entwistle, bajista de The Who, dijo que a él se le ocurrió el nombre de Led Zeppelin y la portada con un zepelín en llamas para otro proyecto que tenía. Dado que el gran John Entwistle está en el país del que nunca nadie ha vuelto, y en Led Zeppelin es imposible contactar con los tres miembros supervivientes, la cosa queda como un arcano más de la historia del rock. Cuando tocaron en Copenhague en 1970, tuvieron que anunciarse con el nombre de The Nobs por la aristócrata Frau Eva Von Zeppelin, descendiente del creador del zepelín. El año anterior ya habían tenido problemas mediante abogados con ella.
Ahora centrémonos en uno de los discos de debut más importantes de la historia del rock, que marcó a bandas de la talla de Queen, Rush, The Cult o Soundgarden, por citar cuatro. John Paul Jones demostraría en toda la carrera del combo ser un magnífico bajista y arreglista. En los ochenta produjo Children de The Mission, que llegó al número dos de las listas inglesas, el mayor éxito de la banda de Wayne Hussey. Robert Plant poseía una voz estratosférica, única e inigualable. A modo de homenaje cantaron canciones suyas Freddie Mercury y Chris Cornell. Es conocido por querer reunir a Led Zeppelin solo en contadas ocasiones, por razones benéficas o de otra índole. Ha rechazado ofertas multimillonarias para girar con el grupo. John Bonham, que en paz descanse, era, y es, el mejor batería de la historia del rock junto a Keith Moon. Jimmy Page, a pesar de sus más que probados plagios a músicos afroamericanos de blues o músicos coetáneos a su época, demostró ser un guitarrista y productor superlativo en toda la discografía de Led Zeppelin.
Grabado entre septiembre y octubre de 1968, Led Zeppelin fue un vinilo que marcó un antes y un después en la historia del rock y sus variantes como hard rock, hard rock blues, heavy rock, o cualquier otra etiqueta derivada. El pago al estudio fue por parte de Jimmy Page y su mánager Peter Grant, persona clave para que Led Zeppelin estén listados entre los mejores cinco grupos del rock en muchas encuestas de revistas de rock. Dado que las canciones estaban muy ensayadas, tardaron apenas unos días en grabar el álbum. Page utilizó tres guitarras, una de ellas regalo de Jeff Beck. Viram Jasani tocó percursiones en “Black mountain side”. De la producción se encargó Jimmy Page y de mezclarlo Glyn Johns, otra leyenda. Escuchar esa producción te da síndrome de Stendhal, teniendo en cuenta que la grabación fue casi prácticamente en directo.
En cuanto a las composiciones, ninguna baja del cum laude. Pinchemos la cara A, y empecemos con “Good times bad times” que se lanzó como single en Estados Unidos. Menudo inicio. Rompedor, con una melodía pegadiza, una sección rítmica brillante y unos solos de Page inconmensurables. La siguiente es “Babe i’m gonna leave you”, posiblemente la canción favorita del debut de quien escribe estas líneas. La compuso Anne Bedron y la grabó Joan Baez. En esa época, Page empezó a acreditarse canciones de otros músicos. Siendo él y Plant fans de Joan Baez, se la acreditaron los dos y pusieron que era un arreglo de la versión de Baez. En los ochenta, Anne Bedron les acusó de apropiarse los créditos de la canción, y a partir de los noventa vendría firmada por ella, junto a Page y Plant. El grupo llevó la canción a otro nivel. Page grabó guitarras acústicas y eléctricas, y la voz de Plant te lleva a un estado extrasensorial. Es una de las letras más melancólicas y tristes que jamás se hayan escrito. Su paso de balada folk a un registro de hard rock es digno de estudiarse en una universidad. Así de simple.
Sigamos. Realizan una versión de Willie Dixon. Page tuvo que poner en los créditos también a J.B. Lenoir, además de la polémica con el parecido en algunos fragmentos que tenía con la versión que Jeff Beck había materializado meses antes en vinilo. Escrito esto, Led Zeppelin le dan su sello inconfundible. Todo está en su sitio. Batería, bajo, voz, guitarra. Page la tocó en su disco en directo con The Black Crowes Live at the greek, en el que incluyeron otra rendición del debut de Zeppelin, “Your time is gonna come”. Cierra la cara A la polémica “Dazed and confused”. Page la había tocado con The Yardbirds y no se cortó al firmarla como suya. Es una canción de Jack Holmes que escuchas en su ópera prima de 1967 The above gound sound. En el nuevo milenio tuvieron que meterlo en los créditos. La canción funciona muy bien en estudio, pero muchos músicos, incluyendo los hermanos Young de AC/DC, se han quejado de las jams tan extensas que hacían de sus canciones Led Zeppelin en concierto. La primera vez que la vi en el vídeo The songs ramains the same, alargándose hasta alcanzar casi la media hora, un familiar me dijo que eso no era rock, que rock eran los Ramones. Ambas cosas son rock, pero puedo entender su argumento. Y así se cierra la magistral cara A.
Demos la vuelta al vinilo y vayamos a por la cara B. Se inicia con “Your times is gonna come”, gran canción pero que no destaca entre el resto. La instrumental “Black mountain side” es de una belleza inefable. Sus orígenes vienen de un tema de folk tradicional. Esta canción y otras como “Thank you” influyeron bastante a de The Mission, en concreto a su sonido en el disco producido por John Paul Jones. “Communication breakdown” es un tema que te atrapa como el villano de Marvel Venom. Debemos aquí loar las letras de Plant. Quizá tenga un punto sexista, pero si en vez de ser relación chico-chica, hubiera sido chico-chico, o chica-chica, no hubiera tenido ningún matiz que despreciar. La mejor versión de la canción la hizo el grupo Heart, de Seattle. Dato histórico: en el primer concierto grabado de Freddie Mercury con su grupo Ibex, el cantante –que ahora está más presente que nunca, dado que su biopic ha ganado cuatro Oscar– se puso en las botas de Plant e intentó cantarla en su registro sin conseguirlo. Pasó recíprocamente lo mismo cuando Plant cantó en el tributo a Mercury y no llegó a los registros del homenajeado. Tanto el mítico vocalista de Queen como Plant no estaban en sus mejores condiciones físicas ni de edad para afrontar esas canciones. En “I can’t quit you baby”, gran adaptación, acreditan a Willie Dixon. Y cierra el elepé una jam, “How many more times”, inspirada en el tema de parecido título “Home many more years” de Howlin’ Wolf. Incluye una parte de bolero parecida a otra canción de Jeff Beck. Joe Perry atendió bien a cómo sonaba el disco y la gira para, posteriormente, focalizar mejor su visión en Aerosmith. Hubo colaboraciones en directo entre ambas bandas.
Dejemos ya el vinilo. Observemos su diseño. La portada incluye una foto de Sam Shere, cuando el LZ 129 Hindenburg se incendió y causó la muerte de todos sus ocupantes. Tras la segunda guerra mundial los famosos zepelines se dejaron de usar hasta que se recuperaron en los noventa. Actualmente siguen flotándose con riesgos mínimos debido a las ventajas tecnológicas. Page escogió la foto. La contraportada incluye una foto de los cuatro.
¿Su legado? Partiendo de España, hasta el último grupo que levante expectación en el rock. Héroes del Silencio y Greta Van Fleet. Sería imposible escribir en un breve artículo el legado de semejante obra maestra en los grupos de la historia del rock.