Mark Olson: El nervio de las emociones

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EntrevistaMark OlsonEl ex Jayhawks se descubre en su nuevo trabajo en solitario como un músico con un nervio especial para transmitir emociones, un músico insobornable que recoge la mejor tradición country-folk en su cancionero.

Texto: FERNANDO NAVARRO.


Mark Olson fue miembro fundador de The Jayhawks, una de esas formaciones que dejaron una huella imborrable en la escena musical norteamericana de los noventa. Pero en 1995 sorprendió a todos cuando en la cúspide del éxito y el reconocimiento profesional decidió dejar la banda tras el magnífico disco Tomorrow the green grass. Ésta fue la obra maestra de los Jayhawks junto con el anterior Hollywood Town Hall, donde Gary Louris y el propio Olson ya habían dado buena cuenta de su simbiosis musical entrelazando la melodía pop del primero y la intensidad folk del segundo. Desde entonces, Olson grabó por su cuenta y con los Creekdippers, el trío que formó con su esposa, la cantante country Victoria Williams, y su amigo Mike Russell. Todo indicaba que el ex Jayhawks había encontrado su camino, pero el divorcio con Williams y un nuevo rumbo artístico marcan sus pasos de ahora. The salvation blues, su último trabajo en solitario, es su más reciente y personal testimonio, el de un hombre con un nervio especial para transmitir emociones, el de un músico insobornable que recoge la mejor tradición country-folk en su cancionero. Aprovechamos su paso por España para hablar con él. Nos cuenta sobre el ahora, el antes y el después, y nos responde con su sonrisa siempre torcida, como la de un jinete solitario que esconde mucho más de lo que parece.

Corría el rumor que vendrías a España en solitario, pero te has presentado acompañado.
Sí, me acompaña una cantante noruega, Ingunn Ringvold, quien hace de segunda voz para las armonías vocales y además se encarga del piano y la percusión. También cuento con un violinista de Italia llamado Michelle Gazich. Juntos tenemos un sonido estupendo. Me gusta la forma en que todos nos alternamos con los instrumentos, y, además, éste es un grupo internacional. El otro día grabamos en el programa de la BBC de Escocia.

En los últimos años, tu vida ha estado marcada por cambios importantes como el divorcio con Victoria Williams o tu nueva carrera en solitario. ¿Cómo te sientes en estos momentos?
Estoy realmente ocupado, yendo de una ciudad a otra y tocando todas las noches. Para mí, mantenerme ocupado es importante y trabajar mucho es una buena cosa. No me gusta el tiempo en el que estoy sin actuaciones o grabaciones.

Entonces, ¿qué supuso para ti la grabación de The salvation blues?
Sencillamente, hacer el disco fue ya como una terapia. A veces, no es tan importante lo que haces sino mantenerte tan sólo en movimiento. En el caso del disco, fui capaz de recordar muy buenos e interesantes eventos de mi vida y algunos no tan buenos a los que temía y que ocurrieron unos años atrás. Y los convertí todos en versos para mis canciones.

Quizá la última canción del disco, “My one book philosophy”, testifica mejor que ninguna esto que dices, cuando cantas: “Me he convertido en un vagabundo… No tengo ninguna casa más”. ¿Es la más inmediata e introspectiva declaración del Mark Olson de hoy?
Creo que es un número musical dramático que casi forma parte de una obra de teatro. Pero ahora tengo un lugar para vivir y soy por lo general feliz. Estoy vivo y sigo adelante. Después de todo, es lo importante.

Cuando dejaste The Jayhawks ya decidiste continuar una ruta artística más independiente. Ahora, de nuevo, comienzas otra ruta. ¿Has encontrado tu propio camino o continúas buscándolo?
Con la música, puedes encontrarlo durante un minuto, pero luego tienes que comenzar a buscarlo de nuevo. En este sentido, cada canción en un “set list” debería ser única y poderosa. A veces creo que estoy cerca, otras en cambio creo estoy lejos. Que muchas canciones sean lo mismo no me interesa. Se trata de tener que continuar persiguiendo, buscando, nuevas ideas.

¿Es cierto que gastaste los dos años anteriores a la grabación de The salvation blues en viajar por el mundo?
Realmente no estuve viajando, más bien intenté reajustar mi vida y ver a la gente que me había encontrado girando por Europa. Cuando regresé a casa, tenía unas cuantas canciones y algo en lo que ponerme a trabajar.

¿Está “Clifton Bridge” inspirada en alguno de tus viajes?
Sí. Es un puente real que está en Bristol, Inglaterra. Alguien me invitó a ir allí, y se puede decir que realmente, en un principio, fue un poco desastre. Pero fui dando un paseo por el puente y me senté a observarlo. Luego, fui a un bar y me puse a escribir la canción.

Tengo entendido que “Sandy Denny” fue resultado de otro de tus viajes.
El tren se paró en Noruega cuando me encontraba de gira por allí. Con nosotros viajaba una banda que hacía versiones de Fairport Convetion, así que nos pusimos a hablar sobre Sandy Denny y después de media hora bajo el sol, parados en ese vagón, me dije a mí mismo el primer verso de la canción. Lo guardé conmigo y más tarde terminé de componerla.

Sandy Denny fue figura reconocida del folk británico. ¿Qué bandas o artistas británicos sueles escuchar?
Ahí tienes de todo. Dick Gaughan, Fairport, Jon Martin, Nic Jones o Nick Drake. Todos ellos son magníficos.

Eres uno de los representantes del folk-rock norteamericano de los últimos años. Con tu último disco, vuelves a demostrar que tus composiciones tienen un alma especial. Se podría decir que desprenden una clase de honestidad muy difícil de encontrar en la mayoría de las bandas o músicos actuales.

Creo que haces la interpretación de las cosas según lo que has oído y sentido antes, añadiendo tu propia perspectiva y punto de vista. Creo que alguna música rock trata sobre la fantasía y cuando los que componen esta música consiguen hablar desde las entrañas es lo que hace que simplemente te sientas extraño, pienses que todo esto sirve para algo.

Algo de esto tenía aquella escena de country alternativo de la que viniste con The Jayhawks a finales de los ochenta y principios de los noventa. ¿Qué ha sido de ella?
Me gustaban de verdad los CDs de Uncle Tupelo, y con ellos artistas que todavía siguen en activo como Iris Dement, Victoria Williams y Lucinda Williams. Sinceramente, creo que hay mucho material interesante que todavía continúa dentro de esa escena.

Ben Vaughn, el productor de The salvation blues, se mueve dentro de estos parámetros. ¿Cómo se ha dejado notar su mano dentro del disco, teniendo en cuenta que ha sido el primer productor que contratas para uno de tus trabajos?
Ha hecho una labor muy buena. Estuvo allí desde el principio. Le envié tres canciones que había compuesto y me dijo que quería hacer el disco conmigo. Tras esto, yo dije: vamos a hacerlo. Trabajamos todos juntos muy bien. Ben es un tío positivo y con clase.

Pero no es el único del que te rodeaste. Para la grabación del disco reuniste a un buen número de colaboradores.
Ben llevó a un grupo de músicos con los que a él le gusta trabajar. Siempre con la idea de que nos ayudarían con las canciones. Yo di el visto bueno a todos y luego pudimos contar con Gary (refiriéndose a Gary Louris), que vino a cantar algunos temas. Eso fue realmente bueno. Entre todos, yo involucré en esto a Michele y Ingunn (ambos acompañando a Mark Olson en esta gira). Era como un plantel de diferentes personalidades y todo el mundo era estupendo.

“Poor Michael Boat” está coescrita con Gary Louris. ¿De dónde viene?
Viene de las sesiones de Hollywood Town Hall. Era una demo para ese álbum que nunca llegamos a publicar pero que yo siempre recordaba que estaba ahí y con la que probaba diferentes arreglos. Esta hecha sobre un amigo mío, Michael Russell, quien estaba con nosotros por entonces en los viajes.

La armonía vocal de este tema recuerda a los mejores Jayhawks. Cuando Gary y tú os juntáis todo parece tener otra dimensión.
Cuando nos conocimos, nosotros escuchabamos a los Flying Burrito Brothers, The Louvin Brothers y Neil Young. Ellos eran nuestras influencias más directas, pero al final del día únicamente queríamos encontrar nuestra propia forma de hacer armonías.

¿Es cierto que tú y Gary habéis vuelto a grabar juntos un disco?
Es correcto. Está hecho y lleno de un material que me parece muy excitante. Una mitad es folk y la otra es rock. Saldrá publicado en algún momento del próximo año. Chris Robinson, de los Black Crowes, ha sido nuestro productor y ha estado encantado de trabajar con nosotros y nosotros con él.

¿Podemos soñar con el retorno de aquellos Jayhawks o es sólo un trabajo puntual?
Gary y yo vamos a girar el próximo año pero parece muy complicado reunir de nuevo a toda la banda. Siempre tuvimos un batería diferente durante unos cuantos años. Yo no quería eso, sino elaborar una forma de conseguir un ritmo. Tim O’Reagan era fantástico cuando estaba en escena. Los otros cuatro baterías también eran buenos tocando diferentes canciones. Probablemente, deberíamos tenerlos a todos juntos dentro de un mismo círculo. ¡Sería ruidoso pero excitante!

Una última pregunta. El videoclip del tema “National express” está rodado en Nueva York. ¿Cuál es la relación de un hombre del desierto californiano como tú con la ciudad de Nueva York?
Simplemente fui allí para tocar en una ocasión y aprovechar que el director, Ray Foley, que se encargaba del rodaje del vídeo y el documental sobre mí, vive en Nueva York. La verdad es que me gustan los museos que tiene la ciudad. Además, mi manager, Michael Nieves, es de allí. Pero, con sinceridad, generalmente prefiero un sitio con menos tráfico.


Para visitar el Myspace de Mark Olson y escuchar su música, entra aquí.

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