Devo (Mark Mothersbaugh aparece en el centro, con gafas).
El pasado mes de junio, Mark Mothersbaugh, cantante de Devo, ingresó en la UCI del hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles a causa del Covid-19. Permaneció aislado en la UCI durante 18 días, 10 de ellos conectado a un respirador y otras máquinas que mantenían sus constantes vitales. En una entrevista concedida a Los Angeles Times, Mothersbaugh cuenta su experiencia. Asegura que debió de infectarse en mayo, cuando entró en contacto con un grupo de personas en su productora musical, Mutato Musika.
Durante su estancia en la UCI, Mothersbaugh sufrió alucinaciones: «Hay una librería que me encanta donde obtengo material de papelería, y en mi mente había estado allí. Estuve convencido durante unas dos semanas de que alguien en Little Tokyo me había golpeado con un ladrillo», relata Mothersbaugh. «Sentí sangre por el golpe. Me esposaron a un estacionamiento en el centro. Tenía toda esta historia elaborada de cómo estos niños me vendieron a una empresa de ambulancias que luego recibió algún tipo de pago por llevar a los pacientes de Covid a su UCI. Lo creía totalmente». Durante una de las alucinaciones intentó huir del hospital, teniendo que ser atado a su cama.
También creyó que trabaja en un nuevo disco: «Escribí un álbum completamente nuevo de Devo y armé un espectáculo en vivo completo». Y añade que incluso imaginó un espectáculo en vivo que utilizara realidad aumentada. «Estábamos en la cima de estas proyecciones, que de alguna manera estaban creciendo».
Casi dos meses después de ser dado de alta, Mark Mothersbaugh sufre las secuelas del virus, que le ha afectado al sistema nervioso y le causa temblores y un estado físico general que califica de «espeluznate».
