“Se nos había agotado el discurso, se nos había quitado la motivación de hacer canciones juntos, cosas que pasan después de tocar catorce años juntos”
En 2014 Maga anunciaron su separación porque sentían que no tenían cosas que contar. Pero las canciones brotaron de nuevo, y poco más de un año después, ya están preparando nuevo disco, y dos emotivos conciertos en Madrid. Antes de subirse al escenario de la Joy Eslava, donde tocarán este 1 y 2 de marzo junto a Xoel López, Iván Ferreiro, Zahara o The New Raemon, entre otros muchos, Wilma Lorenzo habla con ellos.
Texto y foto: WILMA LORENZO.
La puerta quedó entreabierta. Cuando Maga anunció su despedida hace más de un año (11 de diciembre de 2014), lo hizo convirtiendo el adiós en un “hasta pronto” que se ha materializado un año después en su regreso. No entienden la música si no es como un vehículo a través del cual contar historias, emociones o experiencias. Y después de “Satie contra Godzilla”, Miguel Rivera y los suyos perdieron la ilusión por escribir, la pasión de perseguir un objetivo común. Afirman que se quedaron sin discurso, sin nada que decir. Los sevillanos necesitaban tiempo, distancia y silencio para descubrir si el parón creativo de la banda era una anécdota o una realidad, y la honestidad que los llevó a despedirse es la misma que hoy nos lleva a confirmar su vuelta. Lo hacen recuperando unas viejas grabaciones que se quedaron en el disco duro hace ya dos años: la reedición del álbum “Blanco” con artistas como Iván Ferreiro, Xoel López, The New Raemon, Niños Mutantes, Zahara, Lori Meyers, Julio de la Rosa, Jero Romero, Boza, Manuel Cabezalí o Pony Bravo. Pero como dice Miguel, “esto solo es una caja de confeti para celebrar”. Lo que viene es lo importante: nuevo disco en octubre. La confirmación de algo que todos sabíamos, aunque ellos no fueran conscientes: Maga siempre tiene algo que decir.
La primera pregunta no puede ser otra: ¿qué ha pasado desde el 11 de diciembre de 2014 hasta el 15 de diciembre 2015?
Bueno, lo qué pasó antes del 11 de diciembre de 2014 es lo verdaderamente importante. El 11 de diciembre de 2014 plasmamos de una manera muy visual, taxativa y en teoría definitiva un hecho que se estaba dando los últimos dos años y medio: un parón creativo por parte del grupo. Desde “Satie contra Godzilla” habíamos estado colaborando con gente como The New Raemon y hecho otra serie de cosas, pero a nivel creativo la banda estaba parada. La gente nos preguntaba: “¿Cómo lleváis el siguiente disco? ¿Cuándo sale? ¿Cuándo salís de gira?”. Por honestidad con nosotros mismos y nuestros seguidores decidimos hacer oficial que Maga no iba a hacer más discos porque es lo que sentíamos realmente. Se nos había agotado el discurso, se nos había quitado la motivación de hacer canciones juntos, cosas que pasan después de tocar catorce años juntos. Decidimos que en vez de dejar que se diluyera el nombre del grupo y se fuera perdiendo, lo mejor era comunicar que hasta aquí habíamos llegado. Aunque dejamos una pequeña ranura por si acaso.
¿Y desde entonces hasta ahora?
Yo vine a vivir a Madrid otra vez, cada uno se dedicó a us proyectos personales… digamos que necesitábamos diversificar un poco. Dejamos de tener contacto entre nosotros, no había pasado nada personal, pero necesitábamos un espacio geográfico, de tiempo y de contacto. Pasó un año, cada uno hizo su historia por su cuenta. Un buen día estaba en casa tocando la guitarra y me salió un pequeño boceto que me sonó a Maga. Me hizo gracia y lo dejé guardado. Pero al tiempo me pasó lo mismo y lo comenté con mis compañeros: “¿Te puedes creer que estoy haciendo canciones que me suenan a Maga?”. Y resulta que a ellos les estaba pasando igual. Empezamos a coquetear con la idea de volver pero de una manera tímida. No tenía sentido volver si no había algo sólido porque igual todos esos bocetos solo eran una ilusión. Pero pasó el tiempo y empezaron a salir más canciones que apuntaban a material nuevo de Maga y dijimos: “¿Por qué no? Si fuimos honestos con nosotros mismos a la hora de decir adiós, ¿por qué no serlo ahora que teníamos ganas de hacer nuevas canciones?
De modo que fue una melodía, un boceto y una futura canción, lo que os hizo cambiar de opinión. ¿Se puede decir que la música salvó a Maga?
Sí, de hecho no habríamos vuelto por una razón puramente económica o de índole pragmática. Hemos vuelto porque volvemos a tener cosas que contar.
Vuestro comunicado dice: “La simiente de Maga no estaba muerta, sólo exhausta. Reclamaba una cura de sueño. De tiempo. De distancia. De silencio”. ¿Qué factores agotan a una banda?
Un millón. La desidia, la falta de perspectiva de futuro, la falta de actividad, la falta de conexión o la pérdida de un objetivo común, el agotamiento en el discurso. Por supuesto, la parte material también: tener menos actividad implica tener menos ingresos, dejando así de ser sostenible un grupo.
Los pequeños problemas pesan más si van acompañados de problemas económicos.
Exacto. Aunque en el caso de Maga la razón principal fue la falta de motivación por componer temas nuevos. Haber perdido la sensación de tener claro cuál es la identidad del grupo.
Resulta curioso, teniendo en cuenta que la identidad de Maga es muy fuerte.
Precisamente por eso. Somos conscientes de eso, y hacer algo “para probar” no tiene sentido, se te quitan las ganas. Si no haces algo honestamente, no lo haces, porque es mentirte a ti mismo y a los demás.
Después de las primeras tomas de contacto y los primeros bocetos decidís volver a escena. Lo hacéis con la celebración del decimoquinto aniversario de la banda y la correspondiente reedición del álbum “Blanco”, a la vez que anunciáis nuevo disco. ¿En qué orden surgieron estos dos planes?
Hace un par de años y medio habíamos empezado a grabar una “reversión” del disco “Blanco” por una cuestión puramente lúdica. Teníamos posibilidad de tener un estudio cómodamente y decidimos regrabar el disco con el sonido actual del grupo. Decidimos contar con amigos músicos que sabíamos que tenían cariño al grupo artísticamente y personalmente. Todos respondieron súper ilusionados y receptivos. Empezamos con ello, pero quedó parado al empezar el declive de la banda por la pérdida de la ilusión, todo este trabajo quedó en un disco duro. Cuando volvimos con esta movida, yo mencioné a nuestra agencia la existencia de estas grabaciones y nos dijeron: “Esto es una joya, ¿por qué no lo termináis y lo sacamos?”. Y así volvió a tomar forma la historia. No hay mal que por bien no venga: ahora que se cumple el 15 aniversario dijimos: “¿Por qué no?” Es una manera de celebrar la vuelta de Maga con un montón de amigos que sabemos que nos quieren y que han participado generosamente y con mucha ilusión en esas canciones y colaboraciones.
De modo que gran parte de ese material estaba grabado ya.
Algo más de la mitad. La música y parte de las colaboraciones.
Y dos años después todos ellos siguen dispuestos a formar parte e incluso se involucran participando en la presentación de la reedición en directo.
Eso es. Una sorpresa más que se suma al cúmulo de sorpresas positivas. En su momento, que la gente quisiera participar; después, cuando decidimos sacar el disco, de nuevo respuesta positiva y su implicación en los conciertos. Todos, salvo dos colaboradores que están retirados del mundo del directo (Jero y Julio), estaban dispuestos a hacerlo, y de la noche a a la mañana se montó ese concierto. Todos querían tocar y participar. Buscamos un miércoles para que no hubiera conflicto de fechas, y cuál fue nuestra sorpresa cuando en cinco días se vendieron todas las entradas. Fue brutal la sensación de ver que la gente no se ha olvidado de Maga. Evidentemente se presenta con un paquete muy goloso, pero me emocionó mucho comprobar que Maga es un grupo que está en el corazón de mucha gente y que aún habiendo estado parados, se siguen acordando de nosotros.
No ha pasado tanto tiempo, y sin embargo vuestro adiós suena muy lejano. La espera se ha hecho larga.
Es cierto. Antes lo reflexionaba con mi compañero César, el último disco lo sacamos en 2012 y sí, sería una pausa larga, pero no infinita. Es cierto que al haber anunciado esto parece que era más definitivo y la gente se entristeció mucho, pero se alegró más cuando dijimos que volvemos. Ha sido muy positivo. La gente nos tiene cariño, volvemos con este regalo… mola más todavía.
Volviendo a la reedición del álbum “Blanco” y en concreto a las colaboraciones, ¿cada artista escogió su canción?
Le dimos una canción a cada uno, lo que pasa es que había algunas que claramente estaban predestinadas, como ‘Diecinueve’ e Iván Ferreiro. Creo que Iván tocó esa canción en directo antes que nosotros (risas). Fuimos comentando a cada uno su canción y aceptaron. Conforme iban reservándose las canciones quedaban menos para elegir, pero sí recuerdo preguntar a Xoel o a Jero por su canción, ellos dos la eligieron, Juan Alberto también… Después se fueron quedando huecos. Por ejemplo, las dos últimas incorporaciones fueron Zahara y Boza, que se quedaron con las dos que quedaban, y las han bordado. Han sido un poco a la carta: la elegían ellos o nos parecían adecuadas para el timbre de voz de cada uno. Creo que todas las versiones están muy chulas.
Algunos de estos colaboradores se han pronunciado en torno a la vuelta de Maga. Iván Ferreiro y Xoel López hacen referencia al sello personal de la banda: vuestra identidad. ¿Cómo crees que se puede ser fiel a uno mismo durante quince años?
Hay una parte incontrolable que es la personalidad, es algo que no se puede disimular. Otra es la honestidad e intentar no hacer lo que la gente espera de ti, sino lo que tú quieres hacer. Debes hacer canciones para satisfacerte a ti y luego tocar madera para que a la gente le guste. No creo que ningún músico honesto que haya perdurado en el tiempo haya hecho canciones para los demás. Ha hecho canciones porque necesitaba hacerlas para sí mismo, y ese acto de honestidad es lo que llega a la gente. Un ejemplo perfecto es Xoel con “Paramales” y “Atlántico”, pegó ese cambio porque era lo que él quería hacer, gustara a más o menos gente. Y efectivamente, ha funcionado porque es muy sincero y honesto. Estuviste en el Price, ¿no? Eso es una prueba fehaciente de que las cosas hechas de corazón al final tienen su fruto. A veces parece más fácil el otro camino: dar a la gente lo que quiere, pero cualquier creador necesita evolucionar.
La honestidad es una de las cualidades que destaca Manuel Cabezalí. Describe vuestra música como honesta y bonita. Y no es el único que hace mención a Maga como algo importante en su vida más allá de la música como influencia o inspiración, muchos lo vinculan a su vida personal.
Sí, eso me gustó mucho. Por eso digo lo del cariño personal que tienen a Maga y a los miembros de Maga todos los colaboradores. Eso es algo que no es tan fácil ganarse. Te puede gustar un grupo y pensar que los tíos son unos gilipollas. Es bonito ver cómo los colaboradores hablan desde el cariño, a mí me congratula.
Zahara os define como un “amor a primera escucha” y Boza se declara fan de la banda. Xoel López también hace referencia al “sonido maga” en otras bandas, ¿eres consciente de haber dejado ese legado?
Sería un poco soberbio decirlo, pero un grupo que está quince años tocando, ha dejado cinco discos por el camino y que empezó en un momento en el que parecía que comenzaba a profesionalizarse la música independiente en España por cojones tiene que dejar un poso. Gente que ha llegado después se habrá podido ver influenciado por el tipo de lírica o melodía. Sí encuentro guiños en cosas y me halaga. Xoel López que es más objetivo o lo ve desde fuera. Él sí identifica alguno más, a mí me cuesta.
Hablando de profesionalidad: Noni de Lori Meyers destaca vuestra calidad como una de las primeras bandas independientes que sonaban bien.
Sí, porque no era tan común encontrar a principios de los 2000 grupos que técnicamente sonaran bien. Estaba casi denostado el que los grupos tocaran bien. Recuerdo perfectamente tocar con formaciones anteriores y la sensación era: “Si tocas bien la guitarra vas de guay”. Estaba de moda tocar desafinado y mal, una cuestión de actitud heredada del punk trasnochado que poco tenía que ver con hacer canciones y sonar bien. Tocamos juntos desde hace muchos años, es normal que nos compenetremos al máximo. Además siempre hemos contado con muy buen equipo técnico y humano. Maga suena bien por una serie de factores que se resumen en una conexión astral universal que mola.
¿Esta revisión del pasado influirá en el futuro?
Esto ha sido una cuestión casual. Como teníamos este material ahí hemos decidido aprovechar para celebrar la vuelta, pero no volvemos para revisar un disco ni para celebrar lo que hicimos hace catorce años. Volvemos para decir que Maga quiere contar cosas nuevas. Tenemos esa herramienta de celebración: un confeti guardado en la caja que sacaremos en estos dos conciertos especiales.
¿Qué es lo nuevo que tenéis que contar?
Ah (risas). No sé qué decirte: vivencias personales acumuladas, influencias… Me imagino que en la vida del grupo han cambiado muchas cosas. Por ejemplo, la mayoría tienen hijos, yo soy el único que se libra. Un cúmulo de circunstancias: cambiar de banda, conocer gente nueva, aprender de otros músicos… ese tipo de cosas se van acumulando en una pequeña memoria que se va agrandando y tiene que salir por algún lado. Se filtra en tu estilo y en tu forma de expresarte. Sí hay un factor importante que me gustaría mencionar, porque fue determinante a la hora de decidir volver. Cuando vine a vivir a Madrid esta ultima vez empecé a tocar con Xoel y conocí a Angel Luján (productor de su último álbum). Él me dijo: “Soy súper fan de Maga, me dio mucha pena que os separarais. Si alguna vez decidís volver por lo que sea, que sepas que puedes contar conmigo porque me gustaría mucho participar en ese proyecto”. Yo me quedé con esa copla y cuando surgieron estos bocetillos pensé en lo que me dijo. Tener a alguien de su talla, criterio y bagaje interesado en trabajar con nosotros me dio subidón y me animó mogollón a engrasar la máquina para hacerla funcionar lo antes posible. Creo que merece la pena destacar su papel en todo esto.
Así que ya sabemos algo. Angel Luján, productor del próximo disco de Maga.
Y octubre fecha de edición. Ya tienes dos datos. Vamos a grabar en Reno, pero empezaremos en verano. Ahora pre-producción, ordenar bocetos y convertirlos en canciones. Una vez estén hechos grabaremos y vuelta a empezar. Ojalá sean otros quince.
