Han pasado casi cinco meses desde que saltara a los medios la noticia de que Luz Casal había sido operada en la Clínica Ruber de Madrid de un cáncer de mama. Ahora, desde su web, la rockera ha publicado un comunicado en el que informa que ha terminado con la quimioterapia y que es, a la vez, un agradecimiento a quienes la han apoyado durante estos meses.
Reproducimos íntegramente el comunicado de Luz Casal:
¡Hola a todos!
He terminado con la quimioterapia!
Desde el 12 de Febrero, he aprendido a convivir con: Taxotere, Farmorubicina, Corticoides, Genoxal, Kytril y otros cócteles.
Veneno y toxicidad que me ayudan a combatir la enfermedad.
Un antes y un después.
Una prueba.
De ser una persona físicamente imbatible, he pasado en estos meses, a ser una mujer dependiente y frágil.
Mis venas están quemadas.
Mis ojos vagos y llorosos.
Mis huesos doloridos.
Mis músculos lentos.
Mi cerebro perezoso.
Mi estómago resentido… Y mi cabeza, !calva!
Sé que lo que vivo yo, lo han vivido y lo viven otros.
En los primeros días, después de escribiros la nota en la que os hablaba de mi enfermedad, me impuse la tarea de responder a vuestros mensajes; sobre todo a los que padecían la misma enfermedad -me sentía muy cerca de ellos-. Tarea muy difícil de cumplir.
Así que es hora de daros las gracias a tod@s.
A los que cada día me escribieron » Te quiero».
A los que me exigieron que no me fuera…
A los que han escuchado mis canciones en este tiempo, como una forma de estar más cerca de mí.
A los que contaron su bajada a los infiernos de Orfeo.
A los que me enviaron una poesía.
A los que me enviaron Ánimo, Fuerza, Valor…
A los que confiaron en mi fe, en mi lucha y en mi fortaleza.
A los afectados por Linfomas, Mielomas y otras enfermedades duras.
A los que me recomendaron ponle palabras a los sentimientos.
A las familias enteras que me enviaron cariño.
A los que me enviaron su testimonio y su experiencia con la enfermedad.
A los que rezan por mi.
A los que me recomendaron usar: Marihuana, Homeopatía y… demás.
A los que se ofrecieron para ayudarme como enfermeros, masajistas, acompañantes, chóferes…
A muchos de mis colegas –afines y no– que me llamaron.
A los que me enviaron flores y plantas.
A las que me mandaron naranjas cada 21 días.
A las que cada 21 días perfumaron de azucenas mi habitación.
A la gente de Asturias, a la forza do pobo galego, a Barcelona, Las Palmas, Guipuzcoa, Cádiz, Málaga, Mallorca, Murcia, Gijón, Sevilla, Bilbao, Alcorcón, Oporto (porto), Serena (Chile), Lisboa, Río de la Plata, Marsella, Uruguay, Los Ángeles, Rosario, París, Montpellier,
Avilés (Asturias).
El aprendizaje en la vida es largo, pero con la enfermedad, se acorta.
Luz Casal.