«Ambicioso volumen con el que alguien, por fin, se ha decidido a huir del típico y tópico libro sobre los Rolling Stones, optando por escribir sobre un tema más cercano a nosotros como es el de las distintas estancias de Sus Satánicas Majestades en nuestro país»
«Los Rolling Stones en España. Historias de blues, bourbon, amor y rock’n’ roll», libro de Mariano Muniesa recién editado, se adentra en todos los viajes que los Stones han realizado a nuestro país, con todos los datos esenciales. Un trabajo esencial que nos presenta Javier de Castro.
Texto: JAVIER DE CASTRO.
Inaugurando una nueva serie lujosa en forma y fondo, la últimamente muy pródiga en títulos Quarentena Ediciones, lanza «Los Rolling Stones en España. Historias de blues, bourbon, amor y rock’n’ roll», ambicioso volumen con el que alguien, por fin, se ha decidido a huir del típico y tópico libro sobre los Rolling Stones contando riquezas y miserias del combo británico más longevo, optando por escribir sobre un tema recurrente y más cercano a nosotros como es el de las distintas estancias de Sus Satánicas Majestades en nuestro país. Quien ha asumido el reto de sacar adelante este, hasta la fecha, imperdonable vacío en la bibliografía musical española, ha sido el periodista madrileño Mariano Muniesa, un todoterreno de los medios escritos y radiados, en los que desde hace dos décadas viene trabajando como redactor, como locutor y como guionista, amén de haber publicado un buen número de monografías entre las que conviene resaltar acercamientos a estilos como el heavy metal o el punk, a bandas como The Who, Led Zeppelin y Metallica y a solistas como Jimi Hendrix o Janis Joplin. En clave stoniana, también, cuenta en su haber una primera profundización histórica al grupo y, en esta colección, y aparecida también muy recientemente, una biográfica sobre el malogrado Brian Jones, cuyo juicio crítico dejamos para un poco más adelante.
Bien es verdad que durante el Franquismo y dada la fama de músicos gamberros acarreada en sus primeros años de existencia artística, no sin razón, por Jagger, Richards, Jones, Watts y Wyman, el caso es que como se explica en el primer capítulo, y pese a alguna información aparecida en nuestros medios sobre la posibilidad de que el quinteto emulara a los Beatles y viniese a España a tocar, la realidad meridiana es que por tal o cual razón ello no fue posible. A tocar no… pero a hacer turismo y gozar de nuestro sol y nuestra playas, sí que se apuntaron más de una vez en plena dictadura. Entre 1967 y 1969, muchas veces de paso hacia Marruecos, país que entonces también frecuentaron con asiduidad por el magnífico chocolate y la paz y tranquilidad que allí se respiraba entonces. Málaga, Valencia, Marbella o Madrid –donde incluso Keith aprovechó para grabar en los entonces conocidos estudios Celada, o Bill para promocionar a The End, una meritoria banda descubierta por él–, fueron algunos de sus destinos peninsulares, rememorados con precisión por Muniesa, que ha investigado el tema a fondo apoyándose tanto en testimonios directos de los hechos como en una sorprendentemente abundante prensa nacional al respecto.
Fallecido el dictador, y con varias alteraciones en la alineación rollingstoniana, no pasó demasiado tiempo hasta que el emprendedor productor de espectáculos musicales catalán Gay Mercader, ya bregado por haber organizado, sobre todo en el área barcelonesa, shows en vivo de altura con Zappa, Santana, King Crimson, Traffic o Emerson, Lake & Palmer, entre otros, como protagonistas, se lió la manta a la cabeza empeñándose hasta las cejas para traer por fin al grupo de sus amores. Entre tanto, muchos singles y extend plays y todos sus álbumes oficiales –incluida alguna edición propiciada por la censura, pasto actual de coleccionistas– además de un buen montón de discos recopilatorios generados por su deserción del sello Decca –más de 25 long plays, se apunta en el anexo discográfico facilitado al final del libro– fueron el único consuelo para su siempre creciente manada de seguidores hispánicos.
Por fin, el 11 de junio de 1976 fue el gran día. Aquella fecha en la que los Rolling Stones actuaron, como los de Liverpool una década antes, en la Plaza de Toros Monumental, la conservan imborrable en la memoria varias generaciones de rockeros, practicantes o no, porque aquel concierto marcó un antes y un después en lo que a partir de entonces, por fortuna, ha adquirido tintes de normalidad en nuestro territorio, como es la organización de tal clase de eventos musicales multitudinarios. El éxito de la actuación, primero, y la trascendencia y dimensión posteriores, propiciaron no sólo que Jagger y compañía repitiesen muchas veces más, como muy bien y con toda clase de detalles y anécdotas refiere Muniesa, sino que a partir de entonces, siendo los Stones la máxima expresión del show business y haber abierto la veda, ya ningún grupo o artista de renombre iba a encontrar raro o peligroso venir aquí a actuar. Los años 1982, 1990, 1995, 1998, 1999, 2003, 2006 y 2007 han sido protagonistas de un continuo peregrinar del grupo hasta nuestras tierras que han gozado de su presencia desde El Ejido a Gijón, pasando por Vigo, Donosti, Madrid, Barcelona repetidamente, y por otras capitales nuestras varias. El libro relata paso a paso, ciudad a ciudad, concierto a concierto hasta el último detalle de todas y cada una de esas presencias, magníficamente ilustrado por numeroso material fotográfico en color –mucho inédito–, además de otros documentos igualmente interesantes como recortes de prensa, reportajes, anuncios, etc.
En suma, una pasada de trabajo que a cualquier editor con «pedigree» le hubiese gustado publicar y la más sincera felicitación a Mariano y a Quarentena por, respectivamente, haberlo escrito y puesto en circulación, luciendo tales características de auténtico lujo. ¿Lo he dicho? Gran formato, tapa dura, papel de calidad y riguroso todo color en la impresión aunque, si me lo permiten, un par de peros. Quizá una minucia, pero que no me resisto a comentar si la observación sirve para enmendar la plana para futuras iniciativas editoriales de calado similar. Por un lado, el anexo discográfico de referencias españolas del grupo está incompleto porque faltan en el listado todos sus EPs, aunque las carátulas de algunos de ellos, sin embargo, sií que se han reproducido, efectivamente, junto a otros discos extranjeros que tal vez no venían a cuento y que se han reproducido para rellenar. Por otro, la reproducción de una parte del material gráfico –no mayoritaria, pero que desluce por desgracia el conjunto final– adolece de un exceso de pixel o se ha reproducido empastado; ignoro si es porque las imágenes provienen de la red o porque se ha obviado en el proceso de escaneado una función básica como es el destramado y el calibrado cromático. Cinco horas más de curro y esto hubiese sido perfecto. Sin duda.