Los Rebeldes: De vuelta a la acción

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«Estoy convencido de que este disco, si hubiera aparecido a mitad de los ochenta o los noventa, hubiera sido un pelotazo de público»

Los Rebeldes regresan a la actualidad con «123 acción», un álbum potentísimo y plagado de vigorosas canciones con el que ratifican las razones por las que son una de las bandas esenciales del rock español, con una trayectoria de más de treinta años a sus espaldas. Chema Domínguez habla con Carlos Segarra.

 

 

Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.

 

 

«Donde hay ambiente y alegría, amigo mío, de cierta manera hay un poco de swing», decía el rockero sevillano Silvio, y sirve para dar entrada a Carlos Segarra que anda muy despierto en su rebeldía. Los mejores discos de Rebeldes están en este milenio, así que a las inolvidables canciones del pasado, hay que sumar el completísimo «Más sabe el Diablo» (2008), que hace inservibles libros del estilo «100 discos que hay que escuchar antes de palmarla», y el recién alumbrado «123 acción». En pleno inicio de sus conciertos de presentación, charlamos a su paso por Madrid para hablar un poco de todo, porque es imposible acotar a Carlos, la electricidad de su guitarra llega a su verbo, y es que Segarra siempre da más de una respuesta a una misma pregunta. Su sinceridad y formar parte esencial del rock español le permiten seguir componiendo joyas como ‘La libertad crea adicción’, ‘Los reyes de la fiesta’ o ‘Corazón desperado’. Por la libertad empezamos.

Es verdad que se titula «123 acción» pero intuyo que ‘La libertad crea adicción’ te habrá rondado bastante.
Te cuento, ‘La libertad crea adicción’ ha sido de las cuatro, cinco canciones que a priori cuando estás componiendo, ensayando, haciendo las primeras tomas en el estudio y mezclando no era un single. Como le pasó a ‘Mescalina’, que a posteriori fue la que hizo vender en su momento el disco «Rebeldes con causa», del que sacamos ‘Quiero ser una estrella’, que sigue con nosotros, y ‘Eres especial’, pero de repente una canción se despierta. Ahora, con ‘La libertad crea adicción’ es un tema que es un poco como para casa, cuando la gente se marcha del restaurante y decimos «venga, esta canción es ahora para los camareros, cocineros y personal». Y de repente, pues la canción va ganando por su propio peso y luego hay una cosa, es que está el patio como para una canción como esta.

Ojalá no fuera así, pero está sincronizada con un presente que la convierte en todo un grito de eso, de libertad.
Por ejemplo, tengo un trío de blues, siempre he tenido aparte de Rebeldes mis grupos de versiones, acuérdate del Rock and Roll Club, que lo dejé hace dos años, hice dos discos y tengo otro proyecto que se llama Segarra in Blues que es más ambicioso de lo que era Rock and Roll Club porque hay temas de Rebeldes antiguos que hemos recuperado, más temas originales, más versiones. Y de repente, le pongo la premezcla de ‘La libertad crea adicción’ al batería de Segarra in Blues y me dice, «esta canción es un himno, tío, si no lo haces tú lo va a hacer otro». Y otra cosa que ha caído muy en gracia… Me considero mucho más barcelonés que catalán, cuando Barcelona era capital del mundo y por desgracia cuando entró Convergencia pasamos a ser solo la capital de Cataluña. Entonces, la gracia, el punto de nombrar a Las Ramblas y a La Puerta del Sol. A mis amigos madrileños, que tengo muchos y aquí he vivido, vivía a dos esquinas de aquí [la entrevista fue en una terraza de la calle Jorge Juan], me decían «acabas de resumir y hacer un paralelismo de lo que pasó en el 77 después de la muerte de Franco, la transición y las primeras libertades», y ahora otra vez hay que salir a la calle, y además estamos saliendo los mismos, jóvenes también, pero están saliendo mis padres y mis abuelos a la calle otra vez.

Para inaugurar este nuevo trabajo te inclinas por el lado más festivo con ‘123 acción’ y ‘Los reyes de la fiesta’, el swing de ‘Toda la belleza’ también contribuye a ese sello Rebelde más bailable, aunque como pasó con «Más sabe el Diablo» los textos guardan bastante intención.
Está hecho con intención porque coincide con un momento en nuestro país que es lo que comentamos. A ver, yo puedo hablar más o menos de la transición aunque tenía quince, dieciséis, diecisiete años y ahora tengo cincuenta y tres, y que salga gente de sesenta y cinco y setenta años a la calle quiere decir que a algo hemos renunciado, y creo que demasiado estamos aguantando. Amigos míos franceses y alemanes me dicen que por mucho menos de lo que está pasando, están quemando otra vez contenedores como en el 68 en París. O sea, los políticos españoles tienen la suerte de tener el mejor pueblo que puede tener un político, que somos los españoles; que no estamos para hostias, somos muy nobles y tenemos los cojones como el caballo de Espartero, pero el español tiene un límite y están rozando ese límite.

Aurelio Morata está muy presente en tu actualidad, no hay que olvidar que fundó la casa de Rebeldes; aquí produce, compone y canta en ‘Vas a acabar con mi paciencia’.
Aurelio lleva ya incorporado a la dinámica tanto de Carlos Segarra como de Rebeldes, bueno, entre otros asuntos, en el mismo estudio que grabamos ahora del que Aurelio es manager, Los Rebeldes grabaron su primer disco. Ahora se llama SENTIR Estudios, antes era Estudios Moraleda. Aurelio se está incorporando otra vez a la banda como miembro fundador que es, y digamos que su trabajo como discográfica, como productor o ingeniero de grabación no es como para que vuelva a tocar el contrabajo aunque va a estar en actuaciones muy puntuales con Rebeldes como guitarrista.

De hecho en la celebración del treinta aniversario estaba en la banda Rebeldes 79 que recreaba en vivo y en directo vuestros comienzos.
Sí, fue una fiesta de cumpleaños muy puntual. Aquí hay mucha más implicación de Aurelio.

Y es que son treinta y cinco años de carrera que da para mucho, aunque aún no se pueda contar todo. Ya te queda menos para pillar al Dúo Dinámico o Miguel Ríos.
[Risas] Me dicen «ya eres un viejo rockero», digo «no, viejos rockeros son Los Mustang». Mientras haya otros, nosotros somos los rockeros senior. Los viejos rockeros siguen siendo ellos, dicho desde el cariño. Soy un rockero veterano, como decía Loquillo.

Sin caer en nostalgias, vuestra cosecha dejó huella y aunque hay oleadas distintas dentro de la misma ola del pop rock donde se os metió, ahí seguís Loquillo, La Frontera, Gatos Locos o Víctor Coyote, etc.
Gatos Locos son ya la siguiente generación, La Frontera, Nacha Pop; lo que tiene la marca pop rock es que es un poco rara.

Además fuiste protagonista intergeneracional al producir a Gatos Locos y Lobos Negros.
Igual yo considero a Burning justo de la generación anterior, luego nosotros, y luego Rey Lui, Gatos Locos, Lobos Negros, que por cierto, Luisito [Luis Martín] ha creado una pieza única: ha patentado una guitarra hecha de cerámica de Talavera, solo eso ya tiene un artículo [la guitarra fue presentada este pasado julio en Madrid].

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«Yo respeto el derecho de mis paisanos a poder elegir, pero yo como socialista catalán no comparto la idea de una Cataluña independiente porque creo en el concepto federalista, internacionalista, socialista que es solidario»

 

Hablando de guitarras, por fin un tema solo para la Gretsch, ‘Como una Gretsch’, todo orgullo y pasión.
Y vuelvo a tener el placer de ser la primera persona en España y de gran parte de Europa que introduce en el mercado un nuevo modelo de Gretsch, se llama Panther. Es un modelo que ha sacado de semicaja y que no es del todo hueca que lleva un alma, con lo cual tiene un punto añadido de sonido mucho menos country, menos rockabilly, menos jazzero y un poco más rock and roll.

De la formación actual, corrígeme si me equivoco, Alfonso Múgica no es nuevo en Rebeldes pero sí es la primera vez que aparece en los créditos de un disco.
Alfonso, cuando marché de Barcelona fue el primer contrabajista de Rebeldes, pero no ha coincidido grabando por no poder estar en la dinámica de Rebeldes «full time», salvo en el disco de duetos «Rebeldes & Rebeldes» [2003] que era el contrabajista.

Has tenido y tienes musicazos en Rebeldes, como fue Dani Nel.lo, o Santi Campillo hasta hace nada, cuéntame cómo ha sido la entrada y salida de alguien tan notable.
Es que Santi es para mí el guitarrista por excelencia en España de blues, de blues rock para entendernos. Entonces Santiago es muy inquieto, montó con Miguel Bañón Los Lunáticos después de M Clan, ahora está con la Electric Band, que por cierto estoy invitado con ellos para una sesión.

¿Serás guitarrista suyo como un día lo fuiste de La Frontera?
Más que guitarrista va a ser una jam session.

Entonces su salida se produce por pura inquietud.
Sí, Santiago no para. Yo soy una persona hiperactiva y muy nerviosa pero a mí se me ve, y Santiago Campillo es un músico que parece tranquilo pero es más nervioso que yo y no lo aparenta. Y para ganarme a mí a nervioso hay que ser muy nervioso.

En «Vicios y virtudes» (1999) estrenas independencia, después de una larga relación con la multinacional Epic. No me creo que alguien con el éxito y el catálogo de Rebeldes no haya tenido alguna oferta sobre la mesa para repescaros o reeditar lujosamente títulos como «Más allá del bien y del mal».
Hay una ventaja en hacerse veterano. Cuando yo empecé en este mundo de la música todo el mundo era como diez o veinte años mayor que yo; con el paso del tiempo la gente que está dirigiendo las emisoras comerciales o más independientes, y la gente que está en las casas de discos nos hemos criado juntos. Entonces negociar con gente que ha crecido contigo, que a lo mejor ese director de multinacional empezó repartiendo discos promocionales, es más fácil y sobre todo que tal y como están las cosas hoy más vale negociar que no sacar nada a la venta. Entonces es fácil que una banda independiente como es hoy Rebeldes, negocie con las compañías con las que ha estado para continuar con su trayectoria a la vez que va reeditando su legado de diferentes formas, que aporten brillo y algunas novedades respecto de las ediciones originales.

Es que estáis en buena forma, y siempre habéis trascendido vuestro género para gustar a un público amplio.
Sí, pero digamos que hemos llegado a un punto que yo compongo, produzco también, arreglo, Aurelio tiene estudio de grabación, es ingeniero, masteriza… En fin, cubrimos todos los papeles necesarios. Entonces para qué vamos… A ver, si yo hago un arroz de maravilla para qué se lo voy a dar al del bar de enfrente.

Además de la libertad creativa de la que disponéis y el control directo de vuestro trabajo.
Es que además como nuestro arroz no hay ninguno. La gente dice el arroz del vecino está mejor, no, el nuestro es mejor.

Citabas antes a las emisoras comerciales. Carlos Segarra ha pasado por todos los escenarios posibles dentro de la industria musical y su relación con las radios/medios de mayor audiencia, ¿cómo vives su contradicción actual en la que solo suenas si la canción ya es un éxito?
Leí hace un año una entrevista de Kiko Veneno que coincidía con una actuación suya en Alicante, entonces en el diario «Información» [cabecera de referencia alicantina] dijo una cosa muy buena, venía a decir que hace treinta años en Los 40 Principales, por poner una emisora comercial, podías escuchar a Bob Dylan, Los Rebeldes, Bruce Springsteen, James Brown, nuevas bandas de diferentes estilos, de todo, y hoy en día es una emisora para niños. Y es verdad, yo tengo una hija de catorce años, y cuando oye Los 40 es como Disney Channel. Así que esto decía Kiko Veneno y yo lo asumo, con todos mis respetos. No es mío, es de Kiko Veneno pero lo asumo [adopta tono sevillano], dice Kiko: «Hombre es que hoy en día Los 40 es una emisora para niños». Y es verdad.

La comparación es muy acertada, sin duda, me la apunto.
Cuando yo empezaba a escuchar Los 40, con doce años los escuchaba también gente de hasta cincuenta años. Hoy en día si tienes más de diecisiete o dieciocho ya no la escuchas.

Era un escaparate bien abastecido, con sus vicios y virtudes pero bien abastecido.
Y también tenían la potestad de elegir en un momento dado, de apostar por un artista y que ese artista a través de una emisora empujara algo que ya estaba en la calle hacia arriba. Ahora no, ahora esperan que crezcan solas las setas y a recogerlas.

¿Pueden faltar comunicadores?
No, yo creo que es que hay mucha pereza.

¿La mala siesta está en la dirección?
Vamos a ver, si hay alguien que quiere comunicar pero el de arriba le dice «tú no no siembres nada, que ya crecen solos, ya vendré yo con el cuchillo a recoger las setas más jugosas…»

Se ha cambiado el modelo de medios de comunicación por el de empresas de comunicación, bueno, empresas a secas.
Empresas siempre lo han sido pero puedes echarle un punto tuyo creativo y sembrar algo o lo que te digo, simplemente esperar a que crezcan nabos e ir recogiendo lo que más te interese.

’15 años sin ti’ está dedicada a Barcelona en clave de regreso a casa, de alegría por el reencuentro. ¿Cómo estás viviendo toda la polvareda que están levantando los nacionalismos en la ciudad?
Vamos a ver, esto no es ningún secreto, yo siempre he sido del entorno del Partido Socialista de Cataluña, entonces mi concepto es federalista, no independentista. Sí estoy por la labor del reconocimiento de las comunidades históricas. En su momento fue un error el café para todos y eso nos costó a todos los españoles: vascos, catalanes, manchegos, gallegos… a todos; las cosas que empiezan mal no suelen acabar bien. Lo que parte de un concepto erróneo es muy difícil enderezarlo. De hecho, tú te vas a Barcelona y Cataluña es independiente de facto, ¿qué quieres, himno y bandera?, ya lo tenemos, ¿qué quieres, un ejército? Así que bueno, yo respeto el derecho de mis paisanos a poder elegir, pero ya te digo, yo como socialista catalán no comparto la idea de una Cataluña independiente porque creo en el concepto federalista, internacionalista, socialista que es solidario. Sé que no voy a hacer muchos amigos en mi pueblo si leen esto pero bueno, es lo que hay. Lo voy a decir en Barcelona igual.

Ahora afrontáis los primeros conciertos con el disco recién editado pero ¿habéis podido rodarlos previamente?
El disco llegó justo para el Iberia Festival en Benidorm [el 21 de septiembre pasado celebró su primera edición con M Clan, Loquillo, Jaime Urrutia o La Unión entre otros], y ya se puso a la venta ese día, deberíamos haberlo tenido antes pero al tratarse de una caja que trae un par de regalos, no lo estrenamos hasta ese día porque siendo en agosto la fabricación, todo se retrasó y el disco se está distribuyendo realmente ahora. Así que estos son los primeros conciertos donde vamos a estrenar repertorio y disco. Y en Madrid siempre me han tratado muy bien como vecino y como Los Rebeldes, de hecho ha habido épocas en los que hemos estado mejor valorados aquí que en Cataluña en general.

Citas el Iberia Festival que presenta un cartel enraizado en los años ochenta, y casi todos ellos con disco reciente aunque todos espacian más sus novedades.
Ten en cuenta que en los ochenta o noventa, o mejor dicho, cuando se vendían discos, tenías que sacar un disco cada año o año y medio tuvieras el disco o no, porque a mí me tocó correr.

Y además los contratos tenían una duración determinada y si te faltaban canciones al término, aún debías entregarlas.
Y si te pasabas y estabas vendiendo mucho ya se ocupaban de renovarte: «venga va, pero te renovamos». Si funcionabas al alza. Pero yo creo que es mucho más lógico ahora, tengo un amigo que dice que no se puede ser genial veinticuatro horas al día durante cuarenta años. Y hay días que se aparece la virgen y tienes papel y lápiz, hay otros días que no aparece, y los hay que viene la virgen y no tienes papel y lápiz. Con lo cual, el disco por decreto cada año no es positivo. Quizás nos volvimos egocéntricos o… ¡somos la hostia, viva la madre que nos parió, venga, disco cada año! El disco hay que hacerlo cuando está hecho, cuando tienes las canciones.

A ti ese cambio de concepto te ha venido de maravilla, objetivamente estás haciendo los mejores discos de tu trayectoria.
Estoy convencido de que es así, este, o «Más sabe el Diablo», si hubiera aparecido a mitad de los ochenta o los noventa, hubiera sido un pelotazo de público.

Hasta has hecho la canción ‘Carne para tiburones’, que quizás necesitaba el disco del mismo nombre que publicaste en el 97.
Creo que sí. Te voy a decir una cosa, yo fui el tío que hizo ‘Quiero ser una estrella’, ‘Mediterráneo’ y ‘Bajo la luz de la luna’, que las compuse haciendo el servicio militar en 1983 y no grabé ni ‘Mediterráneo’ ni ‘Bajo la luz de la luna’ hasta el 88 porque pensé que no le iban a gustar a nadie, las metí de relleno, y mira por donde. O sea, que muchas veces la gente cree que cuando algo te funciona para el público es porque tienes una fórmula llena de magia, «esta la has hecho para vender» me decían; si supiera cómo hacerlo lo haría quince veces en cada disco. Nos ha jodido mayo con las flores.

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