«Casi cuarenta años de carrera dan para mucho, pero el grupo se ha mantenido incólume haciendo bellísimas canciones que en cualquier país civilizado serían un éxito»
A propósito de la publicación del nuevo epé de Los Positivos, Amigos y enemigos (Selenitas, 2024), César Prieto trae al presente su historia y la rescata para poner en contexto y en valor el preciado catálogo de la banda leonesa.
Texto: CÉSAR PRIETO.
Fotos: PEDRO SÁNCHEZ ORTERA (fotos 1 y 3). ARCHIVO DE LOS POSITIVOS (foto 2).
Los Positivos pasan por ser decanos de los músicos leoneses, pero la calificación es discutible, puesto que Kike Cardiaco, que sigue haciendo discos, publicó con Los Cardiacos bastante tiempo antes que ellos. Lo que sí son es una gozosa presencia del pasado, que ni siquiera es del pasado porque acaban de publicar un soberbio epé. Activos desde 1986, un par de años después consiguieron la canción, esa que destaca y va más allá de sus creadores para habitar un universo de belleza. Se llamaba “Piel de ángel”, y la vuelve a incluir en esta nueva referencia en una versión más intimista.
Lo cierto es que llegaron a ella no sin dificultades. El año de su nacimiento se presentaron a un concurso de rock del Ayuntamiento de León, y no fueron ni siquiera seleccionados para la final. Tan bisoños los encontramos, que han de pedir prestado un batería para participar. Eso sí, tuvieron la fortuna de que se uniera a un grupo al que tesón no le faltaba, afortunadamente. Así que deciden repetir al año siguiente y consiguen representar a León en un recopilatorio que recoge varias bandas de la comunidad de Castilla y León. Ya tenían experiencia en estos asuntos, Kike Cardiaco les había dado la oportunidad, con solo dos meses de ensayos, de grabar en un elepé que recopilaba a grupos de la ciudad llamado Pigs conexión.
En sus inicios, pues eran un trío, se alimentaban de concursos y de recopilatorios, hasta que en 1988 ve la luz su primer single para el sello Caskabel —con tres canciones y Kike Cardiaco como productor—, que contenía la mencionada “Piel de Ángel” y, un par de años después, el segundo, con “Mojado” como canción estrella, el mismo año que Tam Tam Go editaban “Espaldas mojadas” con el mismo tema, los mexicanos que intentan cruzar la frontera de Estados Unidos.
«Han tocado en todos los lugares imaginables, en pueblos perdidos, a ras de suelo, sin escenario, en la cárcel, en colegios para deficientes… Han tenido etapas de silencio, cambios de formación, momentos de desánimo…»
Desde entonces fueron editando varios singles, y canciones suyas han aparecido en otras recopilaciones. Algunas de esas canciones se acercan a grupos de los sesenta, como Los Salvajes o Lone Star, otras a Los Enemigos, y algunas más al espectro que va desde Los Ramones a Flaco Jiménez.
Esa fue una primera etapa. En la segunda, alrededor de 1995, cambian casi totalmente de formación y alteran un tanto el nombre. Ahora van a ser Más Positivos. Tienden al rock de buena estirpe y se dedican básicamente a pisar escenarios, sobre todo conciertos benéficos para Manos Unidas o asociaciones de apoyo al Sahara. En 2003 hay un nuevo giro de timón y recuperan el nombre que siempre han tenido, Los Positivos. De nuevo, remedos del Guadiana, publican un cedé single en 2005 y otro en 2019. Catorce años entre los dos.
Casi cuarenta años de carrera dan para mucho. Han tocado en todos los lugares imaginables, en pueblos perdidos, a ras de suelo, sin escenario, en la cárcel, en colegios para deficientes… Han tenido etapas de silencio, cambios de formación, momentos de desánimo, pero el grupo se ha mantenido incólume haciendo bellísimas canciones, que en cualquier país civilizado serían un éxito, un clásico, pero que aquí se limitan a sobrevivir, arropadas por una pequeña legión de seguidores.
Canciones que siguen siendo de calidad extrema en este reciente Amigos y enemigos, editado por Selenitas y con una espectacular portada de Toño Benavides, leonés, uno de los mejores y más elegantes ilustradores españoles. No es ajeno a Los Positivos el buen gusto en las portadas, puesto que el single de 2019, “Los celos” está diseñado por el pincel del dibujante de cómics Miguel Ángel Martín. La grabación, llevada por Juan Marigorta y mezclada por Fredy Valbuena, saca lo mejor del grupo y deja un sonido límpido y claro.
«“Piel de Ángel” sigue siendo la canción pop perfecta»
Son cuatro temas que reflejan la esencia de la banda, con la maestría de quien lleva muchos años y sabe perfectamente a qué deben sonar las canciones y cómo hacer para conseguirlo. Ahí está “No soy yo”, power pop acelerado con guitarras potentes que vibran con cierta melancolía y desengaño. Precisas y pulcras, esas guitarras son las protagonistas feroces de cada canción y sirven para ir tocando varios palos de marcada solvencia. “Si me ves correr” tiene aire clásico, con un destacable solo en que las cuerdas planean; “Te fuiste”, por el contrario, es más nuevaolera, con unas guitarras esplendorosas y una trompeta sobrecogedora. Hay dos pequeños focos en España donde estos sonidos de pop de guitarras se tratan de lujo: Valencia y León, lo que ocurre es que pocos parecen enterarse.
Pero la joya de la corona es “Piel de Ángel”. En su versión de 1988 era una canción chulesca, a la manera de Burning, cantada con un espíritu de barrio y con un acordeón y un saxo que acariciaban. Todo cuadraba con la historia que se desgranaba, el fracaso amoroso con una chica de 17 años, un bombón. Sin embargo, también cuadra el tono que le dan en esta nueva versión, mucho más acústico e intimista, lejos de ese carácter enérgico, pero también cercana a Burning, que a veces explota esa aura privada y recogida, véase si no “Una noche sin ti”.
Cierto es que el saxo y el acordeón de la primera versión se ven sustituidos por la trompeta de Alberto Modino, que la cierra, pero sigue siendo la canción pop perfecta. Su letra es sencilla y, sin embargo, de una efectividad sentimental directa y evidente, incluso con un final lleno de dejes mexicanos. Uno se la imagina en las gargantas del Mariachi Vargas de Tecalitlán.
Quizá no pase a la historia como un hito de nuestra música, quizá Los Positivos sean una nota a pie de página, pero han dado con la canción, con las canciones, y eso es lo que nos da tres minutos de felicidad, eso es lo que realmente importa.