Los músicos estadounidenses podrían recuperar recuperar el control de sus grabaciones, en manos de las grandes discográficas, gracias a una oscura cláusula de la ley del Copyright. Un artículo del “New York Times” ha desatado la polémica. Cuando a mediados de los setenta, la ley del Copyright de aquel país fue revisada, se introdujo una cláusula de “cancelación de los derechos”. Por ella, los músicos y todo tipo de creadores pueden recuperar el control total de sus obras, una vez transcurridos 35 años y solicitándolo con dos años de anticipación. En el caso de la música, la cláusula, que no tiene carácter retroactico, afecta las grabaciones realizadas a partir de 1978. Lo que permitiría a músicos y productores recuperar los masters de sus grabaciones, lo que obligaría a sus actuales propietarios a negociar nuevas condiciones con los músicos si quieren conservarlos.
Don Henley, de los Eagles, ha declarado: “La industria discográfica ha obtenido tropecientos millones de dólares con estos masters. Mucho más que los artistas. Así que aquí hay un problema de paridad, de justicia. Es la manzana de la discordia, y va a haber más polémicas en los próximos dos años”.
Por su parte, la industria discográfica está dispuesta a dar batalla. Steven Marks, de la RIAA (la asociación estadounidense de la industria discográfica) ha dicho que desde su punto de vista la cláusula no puede ser aplicada a la mayor parte de las grabaciones, ya que las discográficas consideran los masters como “trabajos contratados”.