Tras sus recientes problemas de salud (una úlcera sangrante, el esófago de Barrett y una neumonía doble), que han provocado la cancelación de la gira americana en la que estaba inmerso, Morrissey ha recibido de los médicos que le atienden la recomendación de que deje la música. “Me han advertido, pero es difícil para mí porque está muy arraigada en mí”, dice el músico inglés, que se encuentra descansando cerca de la ciudad de México.
“Lo he pasado muy mal. Tuve una hemorragia interna y fui hospitalizado y perdí mucha sangre”, ha declarado Morrissey en una radio mexicana. “Tuve un montón de goteros durante casi cinco semanas, y cada vez que parecía que recuperaba la salud, recaía. Perdí tanta sangre que me volví anémico. Todavía estoy recibiendo tratamiento médico y ahora soy muy optimista”
“Es casi absurdo el número de cosas que me han ocurrido, pero todas me atacaron a la vez. La neumonía doble… todo fue en realidad una consecuencia del hecho de que había perdido mucha sangre, por lo que las defensas inmunológicas estaban muy, muy bajas y no podía hacer frente a nada”, añade.