CINE
«Una excelente y original adhesión a un género cuyas temáticas resultan ser más intemporales de lo que a primera vista podía parecer»
Los hermanos Sisters
Jacques Audiard, 2018
Texto: ELISA HERNÁNDEZ.
Los hermanos Sisters es el primer filme de habla inglesa de Jacques Audiard, consolidado director francés y realizador de, entre otras, De latir, mi corazón se ha parado (2005), Un profeta (2009) y De óxido y hueso (2012), todas ellas delicados a la vez que potentes retratos de individuos en proceso de cambio, evolución y adaptación. En esta ocasión, el destino de cuatro personajes se cruza de manera insospechada para obligarse unos a otros a la introspección y a plantear la posibilidad de transformación, si bien el resultado no tiene por qué ser el deseado. Charlie y Eli Sisters (interpretados, respectivamente, por Joaquin Phoenix y John C. Reilly) son asesinos a sueldo que reciben el encargo de asesinar al químico Hermann Kermit Warm (Riz Ahmed), una tarea en la que tendrán la colaboración de John Morris (Jake Gyllenhaal), avanzadilla a la hora de encontrar a la víctima.
Aunque se podría pensar que a lo largo de su más de un siglo de existencia como género cinematográfico el western ha sufrido suficientes transformaciones (desde la idealización de una época hasta la constatación de dicha idealización, pasando por la exaltación de la culpabilidad y la violencia) como para que resulte complicado aportar algo nuevo a lo ya existente, hay algo en Los hermanos Sisters que simplemente es diferente. Todo el filme tiene un tono de cierta melancolía y resignación, pero no por un pasado idealizado al que mirar hacia atrás con nostalgia hacia aquello que se ha perdido (el lejano oeste, la conquista de la frontera), sino precisamente la constatación del potencial no realizado de una época salvaje y sin ley de la que otros proyectos, otro porvenir, otra nación, podrían haber surgido, pero que quedaron en el tintero. El contraste tanto entre los hermanos Sisters y el utópico proyecto de los otros dos protagonistas, como entre los propios Charlie y Eli Sisters refleja estas posibilidades nunca llevadas a término y, al mismo tiempo, la inevitabilidad de su terrible desenlace. Es fundamentalmente el excelente trabajo actoral el que transmite estas tristes discordancias, pero también la combinación casi aleatoria entre violencia y humor, cargado todo ello de un tono trágico que marca todos y cada uno de los minutos del filme (incluso su inesperado, brusco y sorprendente final).
Alejada de gran parte de los tópicos que caracterizan el western a la par que imposible de definir de otra manera, Los hermanos Sisters es una excelente y original adhesión a un género cuyas temáticas (los orígenes de la nación estadounidense, la violencia, la masculinidad) resultan ser más intemporales de lo que a primera vista podía parecer.
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Anterior crítica de cine: Vengadores: Endgame, de Anthony y Joe Russo.
