En los últimos años, la industria musical ha alumbrado una nueva especie: el gurú del marketing. Xavi Sancho, en las páginas de “El País”, nos habla de algunos de ellos, como Bob Lesfetz, que “se ha labrado fama de polemista disfrazado de gurú” y al día siguiente de que David Bowie anunciase su primer disco en diez años, le recomendó que lo promocione como si fuera Mumford And Sons si quiere que sea un éxito. De Lesfetz “se rumorea, un hombre tan seguro de sus opiniones que cobra por ser entrevistado, algo que, por cierto, no hace ni David Bowie”
“La diferencia entre el marketing tradicional y esta nueva realidad es que el tema ha dejado de ser un negociado exclusivamente para gente relacionada con los sellos discográficos. Ahora, el principal target de las nuevas teorías alrededor de la promoción en el mundo del rock son los propios músicos, y también un cada vez mayor segmento del público, que, como en casi todos los aspectos del consumo contemporáneo, está tan interesado en el producto como en su origen y su empaquetado”, aclara Sancho.
“El marketing es tan importante como la música en sí misma. Una gran canción necesita ser escuchada. Si no me crees, pregúntale a cualquiera de los compositores con talento que rondan por Nashville. Allí se escriben unas 1500 canciones a la semana, y este dato solo contempla las escritas por profesionales que ya han editado. ”, explica otro de los nuevos gurús, David Hooper, que gestiona el sitio web Music Marketing.
“Cómo conseguir que tu música suene en los eventos deportivos. El auge de las redes sociales para músicos. Las cinco maneras de hacerse escuchar en la industria musical actual. ¿Quieres conseguir un contrato? Aquí encontrarás cómo. Trucos fáciles para mejorar tus interpretaciones en directo. Estos son los títulos de algunos de los posts que pueden leerse cada día en Music Clout, Hypebot y demás sitios más dedicados a ayudar a los músicos, independientemente de su talento, a lograr triunfar en esta industria”.
Sancho compara el fracaso promocional del último disco de Rihanna y el éxito logrado por el grupo belga García Goodbye, que lanzó 100 globos que contenían USBs con un single (algo que ya había hecho Jack White en Third Man Records). Pero “El hecho de que la pifia de Rihanna no haya afectado demasiado a sus ventas y que la gran idea de los belgas no les haya convertido en fenómeno global podría hacer pensar que hay cosas en todo este embrollo que se siguen sobrevalorando, que estamos lejos de lograr que el ingenio venza al vil metal”.
Desde aquí puedes acceder al artículo de Xavi Sancho “Los gurús del marketing musical”.