«Por muy onírico que te pongas luego te pones a hablar de la realidad de todo el día y dices ‘hostia puta, si es que es para flipar lo que estamos haciendo y lo que damos por normal»
Quince años después de dejar sus últimas canciones inéditas, Los Enemigos tienen nueva colección en «Vida inteligente», el álbum con el que recuperamos a unas de las bandas imprescindibles de nuestro rock.
Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.
Foto: RODRIGO HARO.
«Vida inteligente» completa con nuevas canciones el perfecto regreso de Los Enemigos. Diez años después de cerrar el cajón, lo volvieron a abrir de la misma manera: en vivo y en directo. «Obras escocidas» (2001) y «Obras escondidas» (2002) resumían desde el escenario una de las trayectorias imprescindibles de nuestro rock, «Hasta el lunes» (2012) les devolvía a la escena recuperando el concierto de despedida realizado en La Riviera madrileña en abril del 2002. Además, publicaron también en 2012 la excelente caja «Desde el jergón», que explica muy bien la grandeza de una banda modesta, currante, celosa de los detalles pero sobre todo con un talento que nada más puedes encontrar en los mejores crianzas y reservas. Ellos, que se estrenaron «Ferpectamente» (1986) uniendo en un mismo porrón rock y vino de taberna, eso sí, de Malasaña.
Desde «Nada» (1999), «Vida inteligente» es vuestro primer trabajo completamente original y, dadas las circunstancias, podría preguntaros por el cómo si fuera vuestro primer disco de verdad, como si Los Enemigos nacieran ahora.
Fino: Pues mira, en cierto modo sí, nos sentimos claramente como si fuera nuestro primer disco, con muchas ganas y muy contentos de poder tener un trabajo nuevo, muy currado a conciencia y muy orgullosos de lo que hemos hecho. Las canciones de «Vida inteligente» representan la actualidad pero también todo el bagaje que hemos tenido en nuestra trayectoria, estamos muy contentos.
En qué momento decidís volver completamente, ¿era un ensayo el lanzamiento de «Hasta el lunes» o ya lo teníais claro?
Josele: No me acuerdo.
Manolo Benítez: Al principio no, ¿no?.
F: Lo de «Hasta el lunes» era porque teníamos ese documento ahí guardado, que tampoco, bueno, se grabó con la intención de algún día sacarlo sin saber si un día nos íbamos a juntar; pero tampoco teníamos un documento eléctrico, de un concierto eléctrico con imágenes. Entonces, como eso estaba precintado en una caja y a los diez años se abrió como un pequeño tesoro que teníamos de la despedida, fue un motivo interesante a la hora de la revuelta pues decir «oye, por qué no sacamos esto» y a la vez Warner como también tenía casi toda nuestra discografía, se puso de acuerdo con los demás sellos y propuso la caja «Desde el jergón», que fue un motivo también interesante y de apoyo pero eso surgió sobre la marcha. Lo primero fue la propuesta de hacer un concierto y a raíz de ahí hubo un encuentro, salieron más conciertos y todo ha ido como paso a paso.
A la hora de enfocar «Vida inteligente» y escoger productor, ¿fue rápida la elección de Carlos Martos?
J: Bueno, ya que estamos el equipo titular pues que estuviera Carlos también era claro. Lo primero que se nos vino a la cabeza en cuanto al método de trabajo al que estamos acostumbrados fue que tenía su lógica apabullante que estuviera Carlos también, además teníamos posibilidades de usar un buen estudio, dos buenos estudios, así que vamos a aprovecharlo.
Hablando de método de trabajo, ¿para la composición también has seguido pautas anteriores, has tirado de monte o has sido más urbano?
J: Ha habido de todo, he escrito algunas aquí, otras allí, y para ordenar las ideas sí me fui al monte, que es lo que suelo hacer, tampoco he cambiado mucho el método. Y luego ponerlas en común aquí con lo colegas.
¿Has cargado con toda la composición?
J: Hay dos en que Fino también está en la composición, y el resto pues eso… yo tampoco traigo partituras hechas ni nada. Lo único que en esta ocasión como vivo lejos, las hemos grabado, y como somos muy modernos y tenemos estudios en casa, Chema tiene uno, pues lo hemos aprovechado también. Entonces cuando venía a Madrid traía tres o cuatro nuevas, las grabábamos y así ya las teníamos, luego en el local de ensayo en vez de partir de cero ya partíamos por lo menos de uno.
‘Vida inteligente’ es además el primer sencillo, que sitúa rápido al oyente en el universo Enemigo más duro, afilado, aunque vuelve a haber mucho contrapunto al igual que sucedía en «Nada».
F: Le dimos muchas vueltas y también nuestro mánager que está muy implicado con nosotros, también mucha gente. Enemigos nunca ha sido grupo de un single claro, no enfocábamos las cosas así; después, bueno, siempre hay una canción que destaca, pega más o puede funcionar más, y todas nos gustan pero quizás ‘Vida inteligente’ representaba un poco el momento más energético que tenemos, y representa el rock que tiene toda nuestra evolución.
¿Emocionalmente cómo ha sido enfrentarse a la realidad a la hora de escribir los textos, metidos como estamos en el túnel?
J: Hay canciones que tienen los pies más en la tierra y otras son más etéreas si quieres verlo de esa manera. También ha sido una constante en casi todos los discos: las canciones más de ancla con la tierra y otras más de flipar en todo.
Sí, pero «Vida inteligente» llega más cargada de realidad desesperanzada, por ejemplo en ‘Firme aquí’.
J: Habla claramente del timo de las preferentes, que es tan desesperanzador como la realidad o más. Lo retrata tal cual. Luego hay otras canciones que te puedes preguntar de qué va, y eso ya depende de lo que cada uno interprete, pero ‘Firme aquí’ es de ese tipo de canciones que solo tienen una lectura y es bastante cruda.
F: La temática de la decepción, de la desesperanza de la vida siempre ha estado presente en nuestras canciones pero siempre ha estado también la ironía.
J: Más que desesperanza, refleja la realidad por donde más canta, que es por donde merece la pena.
Chema: Es como esas películas de Ken Loach, tú las ves y te lo pasas bien viendo lo amargo de la vida, pero te estás divirtiendo y sales pensando. Entonces no es desesperanzador, es casi como un aprendizaje en un momento dado.
Sintoniza con la realidad.
J: Tampoco estamos inventando nada porque coges cualquier canción de Randy Newman o de Ray Davies y la tónica es esta. Y un punto de ironía también. Te coges el ‘Sunny afternoon’ (The Kinks) que parece que es una oda a la pereza y no sé qué y en realidad refleja irónicamente la polémica sobre la subida o bajada de impuestos en la Inglaterra de ese año (1966). Es lo mismo, los grupos de música popular lo que hacemos es reflejar la realidad desde puntos de vista distintos, es simplemente eso. ‘Desde el jergón’, ‘Septiembre’ o ‘Hasta el lunes’ estaban muy ancladas en lo que es la vida cotidiana, que por lo menos para mí tiene mucho de surrealista, a veces más que los sueños. Por muy onírico que te pongas luego te pones a hablar de la realidad de todo el día y dices «hostia puta, si es que es para flipar lo que estamos haciendo y lo que damos por normal».
¿Habéis tenido invitados para «Vida inteligente»?
J: Se nos ha olvidado con el entusiasmo [risas] y de repente ¡ostras, no hemos llamado a nadie!, se nos pasó, joder.
F: Sí, porque es que es un momento muy Enemigos de los cuatro, muy buena comunión de los cuatro y haber recurrido a Carlos Martos.
J: No era el momento porque tampoco es un disco en directo donde sí que llamas a fulano y llamas a mengano. Es un momento muy especial, muy inesperado además para todos nosotros porque nos lo dicen a cualquiera hace cinco años y nos da la risa, era una cosa que había que hacer entre nosotros.
De hecho, suena bastante directo, sin excesivos arreglos.
F: Sí, sí, hay muchas canciones que pueden darse una vuelta y se le pueden meter arreglos y tal, pero queríamos que fuera todo muy desnudo, muy inmediato, muy tocado a la vez.
J: Fíjate, no hay ni teclados, y por no haber no hay ni guitarras acústicas, todo guitarras eléctricas, bajo y batería.
F: Sí, no meterle mucho artificio no quiere decir que otros discos lo tuvieran, pero otros discos tuvieron otras necesidades, era otro momento, pero ahora mismo el momento es lo que nos pedía, lo que está sonando en el local, lo que estamos ensayando, intentar reflejarlo en el disco.
J: Que no es poco trabajo. Aquello famoso de que parezca fácil.
F: Y luego la emoción del día a día antes de estrenarlo en salas. Básicamente todo lo que hemos hecho estos dos años es tocar temas de toda nuestra trayectoria y ha sido casi siempre en festivales, ahora es interesante ver cómo proponemos el material nuevo en salas también, ya veremos la gira que estamos preparando, los sitios.
Os tengo que hacer la pregunta del principiante, ¿nerviosos por cómo se reciba después de tanto tiempo?
F: Expectantes. La primera sensación está siendo muy positiva, la gente se muestra muy cercana por Facebook.
C: Ahora la respuesta la vas sabiendo antes, se anticipan los plazos.
Pero con tecnología o sin ella siempre está el factor humano, qué pasará. Recuperando aquello que escribiste una vez, Josele, del sudor del sobaco de un fan.
J: Una cochinada que se me ocurrió en un momento dado y tuvo una repercusión que no esperaba. Me quedé en el sobaco, menos mal. No quiero ir sobrado, pero el miedo pasó a la historia porque nos quedó muy bien el disco. Vamos por buen camino, aunque no hubiera Facebook estaríamos tranquilos. Y en estos diez años hasta que volvimos hemos seguido haciendo música los cuatro, cada uno por su lado pero hemos seguido.
Cierto, Josele en solitario, Fino en Clovis, Manolo en Porretas y Chema de teatro y musicales.
F: Clovis, Los Eternos… en varios proyectos. También tengo una editorial de libros (Libros de Ruido, especializada en música).
C: Tocando con este y con aquel, en musicales también.
F: También en un proyecto que hizo que se llama I.D.E.M.. Cada uno ha tenido sus aventuras.
M: Sí, sigo ahí (Los Porretas), voy a seguir compaginando.
J: Yo también sigo haciendo mis acústicos por ahí. Somos diez años más de músicos y como cantante también he procurado aprender. Con los acústicos se aprende mucho a cantar, los llevo haciendo cinco o seis años, siete ya, solo con mi guitarra acústica, entonces cada «cantada» se nota un huevo y así aprende uno muchísimo, muchísimo más que con banda y te das cuenta de lo mal que cantas en el primer acústico que haces y dices «me cago en la hostia». Es una manera de aprender. Sigo con ellos y sigo saliendo cabreado por algún gallito de esos que te salen, es muy difícil, está la voz ahí en primer plano. Es donde más he aprendido a cantar.
¿Veis los proyectos simultáneos como una ventaja?
F: Cada uno tiene su margen, aunque ahora mismo es muy intenso todo lo que estamos viviendo y necesitamos el esfuerzo de todos y estar en comunidad. Compaginamos pero ahora hay que estar aquí, con todo el trabajo y todo el esfuerzo que hemos hecho para tener todo esto aquí pues es lógico que demande más energía y presencia.
La autoproducción es otro rasgo común en vuestra despedida y regreso, Alkilo Discos lo creasteis para editar vuestros vinilos y algo más en los noventa, y «Obras escondidas» cuando dijisteis adiós. Ahora lo recuperáis para «Vida inteligente».
F: Para nosotros es lo idóneo, se necesita economía y ahora mismo no hay un factor externo que te ponga dinero, está reservado solo a unos cuantos artistas; pero también hemos querido controlar todo el proceso aunque fuera un trabajo extra. Luego, lógicamente, necesitamos rodearnos de un equipo de gente en plan comunicación, etc. También ahora casi todo el mundo lo hace porque casi todo el mundo se puede grabar un disco en casa, y hay mucha facilidad para poder escucharlo, proponerlo a través de internet y tal. Nosotros ya editábamos, en cierta manera por una pequeña cuestión de rebeldía, surgió curiosamente cuando el sello que nos sacaba los discos decidió no editar vinilos, la época de RCA, entonces dijimos «pues nosotros sacamos el vinilo de los cedés que vosotros sacáis». En ese sentido ya teníamos nuestra experiencia y era todo muy casero y muy artesanal, entonces ¿por qué no hacerlo ahora?
Tu voz, Josele, hay momentos en que está descaradamente más clara, ¿técnica, nueva expresión, algún suceso?.
F: Hombre, que le han operado de un pólipo y tuvimos que suspender también la grabación, lógicamente, estuvimos a punto de suspenderla totalmente cuando se lo detectaron.
J: Estábamos en los ensayos y digo aquí hay un dolor que no me suena, este dolor no es normal. Se opera, cuatro o cinco meses de recuperación, y ya está. Lo que pasa es que teníamos el asunto muy reciente, todo ensayado, muy fresco y era una lástima posponerlo, digo vamos a grabar las músicas y ya cuando me recupere metemos la voz.