Finalizamos la colección de «discos virtuales descargables», con la que EFE EME ha celebrado su décimo aniversario con un EP muy especial y grabado en exclusiva para la ocasión por Amaral: Granada, en el que el dúo interpreta cuatro versiones de otros tantos grupos granadinos; 091, Lagartija Nick, Los Planetas y Lori Meyers.
Texto: JUANJO ORDÁS.
La suerte de los Amaral ha sido la de ir creciendo paulatinamente, como personas, como artistas y como músicos. Referirme a ellos en plural no es detalle baladí, pues son un dúo que funciona como conjunto mediante un sonido grupal marcado por la privilegiada voz de Eva Amaral y las características guitarras de Juan Aguirre. Sólo los más despitados pensarán en Eva como único estandarte de la casa, sólo los más duros de oído podrían negar el peso de los exquisitos arpegios y riffs de Juan.
A lo largo de los años, durante una carrera que abarca ya cinco discos, los dos músicos no sólo han demostrado talento sino también una espectacular cultura musical a años luz de la de aquellos que suelen criticarles y muy por encima de la media en lo referido a músicos españoles. Pese a su actual estatus profesional nunca han dejado de disfrutar la música como fans, como seguidores, siendo ésta una de las razones por las que no han parado de crecer desde que debutaran allá por 1998.
Su homónimo estreno fue un punto de partida prometedor, inocente y lógicamente inmaduro. Producido por Pancho Varona, se trata de un trabajo a reivindicar, pues contiene algunas piezas clave de su cancionero como “Rosita” o la arrebatadora “No sé qué hacer con mi vida”, uno de los mejores temas de su repertorio.
No obstante, sería el 2000 el año que traería la primera obra maestra del “grupo de dos”. Una pequeña parte del mundo fue grabado en Londres en compañía de Cameron Jenkins, quien se convertiría en su productor de confianza para trabajos venideros. En dos años, Eva y Juan habían crecido y preparado una colección de canciones extremadamente variadas pero sin fisuras, hecho que se mantendría a partir de entonces en cada uno de sus discos. El rock latino abre fuego con el arabesco riff de “Subamos al cielo” para acto seguido dejar paso a “Como hablar”, incontestable e incontenible single lleno de alegre melancolía, un esperanzador dramatismo enjaulado en el pop. Una pequeña parte del mundo era un colorido mosaico lleno de juventud y fuerza, con el tímido acercamiento bailable de “Los aviones no pueden volar”, los detalles mariachis de la pop y brillante “Volverá la suerte” o el emocionante tema título que revisitaba el rock americano de autores como Tom Petty desde una perspectiva ibérica.
La marcha es continua, se suceden giras cada vez más largas y Amaral comienzan a situarse en el punto de mira del público español. Comienza a hacerse patente un hambre incontenible por lo que parecía ser “the next big thing”, un anglicismo absolutamente comercial pero que encaja a la perfección con la expectativas que levantó un single adelanto de su nuevo trabajo bautizado “Sin ti no soy nada”, hoy día un clásico del repertorio del dúo maño. Las expectativas se colmaron con Estrella de mar, su apuesta para un año 2002 que resultó ser el de la consolidación. Pese al aumento de la demanda, su ascenso a la categoría de estrellas de la canción pop o el éxito de singles como la melódica “Te necesito”, Eva y Juan mantenían los pies en la tierra contra viento y marea, contra adulaciones de postín. Es esa postura la que, combinada con su talento musical, les acerca a un público que no duda en abrir sus brazos.
Estrella de mar fue su disco más completo hasta entonces, jugando a la variedad y clavando canciones que no bajan del notable. Había guiños a Bowie en “Toda la noche en la calle”, vampirizaban la ranchera (“De la noche a la mañana”), hacían dance sin prejuicios (“Estrella de mar”), experimentaban con excelencia (“El centro de mis ojos”) y se marcaban el más difícil todavía con la intensa y lenta “En sólo un segundo”. Todo esto sonando españoles, con un Juan Aguirre mostrándose como un brutal arreglista y una Eva Amaral destilando personalidad.
Las giras vuelven a ser la antesala del futuro disco y en 2004 telonean a Bob Dylan, aunque fue Eva quien ejerció de acto de apertura para el legendario músico pues Juan sufre una lesión en la mano que le impide tocar. Son momentos difíciles para el guitarrista y su compañera, pero tardan poco en reactivarse y trasladarse de nuevo a Londres para parir su esperado cuarto trabajo, Pájaros en la cabeza, lanzado en 2005.
Continúan indagando en su fórmula, en el pop sentido y auténtico, en el rock and roll. Y el éxito acompaña aunque “El universo sobre mí” no fuera el mejor de sus singles. Pero solo había que echar un vistazo al trabajo y descubrir el rock lascivo de “Big bang”, la preciosa balada “Mi alma perdida” o el inigualable riff de “Días de verano”.
Una estrella internacional como Moby se les acerca para que le ayuden a bordar la hermosa “Escapar”. El americano no será el único que se beneficie de la generosidad de los zaragozanos, quienes también colaboran con amigos como Pereza, Ariel Rot o Mikel Erentxun.
En el mismo 2005 se editará el DVD El comienzo del big bang, grabado en vivo en Barcelona y registrando la ampliada formación que les acompañó en la gira presentación del disco. Es interesante destacar la participación de Javier Pedreira como guitarrista rítmico, músico que actualmente se ha revelado como un verdadero animal de las seis cuerdas cubriéndole las espaldas al genial Quique González. En las navidades de 2006 editan una caja metálica que contiene el citado DVD y todos sus discos en estudio editados en bonito formato digipack e incluyendo las tablaturas de cada una de sus canciones.
Amaral estrenaron 2008 rindiendo pleitesía a Dylan con su versión de “Hard rain’s a-gonna fall”, bautizada como “Llegará la tormenta” y escogida por la Expo 2008 como canción oficial.
Y será en mayo del mismo año cuando dan salida a Gato negro, dragón rojo, su mejor disco, un trabajo doble exquisitamente presentado en el que vuelven a dotar de infinidad de géneros el sonido Amaral. Para algunos excesivo, para otros perfecto, Gato negro, dragón rojo presentó al combo como lo que siempre fueron, una maquinaria capaz de fabricar enormes canciones llenas de alma. Amplían sonidos, amplían catálogo, desde la psicodelia (“Las puertas del infierno”) al pop gótico (“Kamikaze”), pasando por baladas crepusculares (“El artista en el alambre”) o el clasicismo (la insuperable “Rock and roll”). Mención a parte merece la espectacular “Es solo una canción” con Aguirre comandando las voces aunque no se corte en dejar para la posteridad el soberbio instrumental “Dragón rojo”.
Amaral son en 2009 artistas masivos que siempre han sido fieles a sí mismos, coherentes con su carrera e intenciones artísticas. El público así lo ha entendido y ha encumbrado sus obras, aumentando su poder de convocatoria, teniendo que actuar en recintos de cada vez mayor aforo. Pero son las canciones las que cuentan, son ellas las que han soldado una carrera de éxito pero también de duro trabajo, de comercialidad pero de expertas melodías.
GRANADA, EL DISCO
Granada es un EP que Amaral ha grabado en su propio estudio y en exclusiva para celebrar el décimo aniversario de EFE EME. Un regalo para sus fans, para nuestros lectores y para cualquier seguidor del mejor rock español. Un orgullo para nuestra web. Pero no se trata simplemente de un EP exclusivo, sino de cuatro versiones registradas de cuatro grupos de la hermosa localidad andaluza que da título al trabajo: Los históricos 091, los noveles Lori Meyers, los clásicos Lagartija Nick y los ya legendarios Los Planetas son las bandas escogidas por Juan Aguirre y Eva Amaral para demostrar dos cosas. La primera que las etiquetas son etiquetas y no fronteras y la segunda que el dúo son unos verdaderos artesanos musicales. Todo con el sur como denominador común, tanto a nivel de origen como de ejecución.
Compañeros generacionales en unos casos, modelos a seguir en otros, Amaral rompen los prejuicios musicales para servir en bandeja de plata cuatro canciones. Porque sí, porque los 60, los 70 y los 80 existieron, pero también los años 90 con toda la cantidad de clásicos contemporáneos que nos legó. Algo que Amaral comprenden y sellan con Granada en la mirada, un intenso catálogo de una nueva vuelta de tuerca al sonido del dúo, conduciendo su caudal creativoa un nivel básico de cuarteto de rock, más crudo, más directo.
«En tus ojos» es un perfecto ejemplo de la poesía eléctrica de 091, del romanticismo de Lapido y compañía digerido a nivel acústico, exhibiendo hermosura y belleza. Ellos, fans confesos del extinto grupo granadino cargan la composición con sus personales arreglos y forma de entender la música que adoran: Con personalidad y sensibilidad. El siguiente disparo es «Universal», de Lagartija Nick, otros clásicos que los zaragozanos ya versioneaban en sus inicios –antes de que escribieran sus propias canciones– y que aquí destaca por un trabajado juego entre guitarras acústicas y eléctricas, pura catarsis, puro juego a cuatro bandas. Rock.
La melancolía de «Luces de Neón», de los jóvenes Lori Meyers, se ajusta a la perfección a los habituales arreglos de Aguirre y a las melodías de Eva en un estribillo que podrían haber firmado como propio. ¿Por qué no versionear grupos recientes? Amaral han demostrado una cultura musical vasta que les permite hacerlo sin sonrojarse, pues deberíamos reconocer una versión tan actual como una llamada de atención a los tiempos actuales y al alto nivel musical del que disfruta la escena nacional a día de hoy. La cuarta y última bala del cargador va dirigida hacia Los Planetas y una eléctrica «Si está bien», llena de romanticismo y epicidad, con unas guitarras que parecen aullar salvajemente y una voz que juega con tonos bajos y altos en una emotiva marea.
Un lujo de EP, un lujo de disco.
Discografía de Amaral:
Amaral, 1998
Una pequeña parte del mundo, 2000
Estrella de mar, 2002
Pájaros en la cabeza, 2005
Gato negro, dragón rojo, 2008
No dejes de visitar la web de Amaral.
Desde aquí puedes descargarte, completamente gratis, Granada.
