Johnny Jenkins
«Ton-Ton Macoute!»
CAPRICORN, 1970
Una sección de LUIS LAPUENTE.
El memorable «Ton-Ton Macoute!» es uno de los más genuinos tesoros subteráneos de la historia del soul, primero de una corta serie de discos firmados por el guitarrista de Macon, Georgia, Johnny Jenkins, conocido entre los aficionados al soul por ser el líder de los Pinetoppers, la banda en la que Otis Redding ejercía de chico-para-todo (chófer, fundamentalmente) cuando tuvo su oportunidad de grabar un par de piezas en los estudios de Stax en Memphis en el tiempo sobrante de una sesión del que entonces era su jefe. El resto de esta historia colateral es bien conocido: Redding catapultado hacia el estrellato y Jenkins de vuelta a casa tras rechazar la oferta de Otis de acompañarle por su banda, debido a su miedo a volar en avión (un miedo que, a la postre, la salvaría la vida).
Pero volvamos a nuestro héroe: en 1968, Duane Allman preparaba en los estudios Fame de Muscle Shoals (Alabama), el corazón del soul profundo, el que habría de ser su primer álbum como solista. La cosa se truncó, al decidir Duane de acuerdo con su manager Phil Walden que era preferible concentrar sus esfuerzos en el debut de los hoy legendarios Allman Brothers Band. Pero Rick Hall, el dueño de Fame, consciente del material incandescente que tenía entre manos, decidió completar la grabación de ese disco inconcluso poniendo a los mandos al entonces joven guitarrista negro Johnny Jenkins, que volvió a registrar todos los temas dejados a medias por Duane y completó un repertorio escalofriante, con ayuda de algunos miembros de los Allman Brothers y de otros músicos de sesión de Muscle Shoals. El resultado es el prodigioso «Ton-Ton Macoute!», una de las obras maestras mayores del soul-blues profundo, repleto de gemas tenebristas surgidas de los pantanos de Louisiana (‘I Walk On Guilded Splinters’ y ‘Voodoo In You’, por ejemplo) y de clásicos ajenos virados al southern soul (‘Down Along The Cove’, de Bob Dylan; ‘Rollin’ Stone’, de Muddy Waters), con dos guitarristas en estado de gracia (Jenkins y Duane Allman) y un puñado de músicos entregados a la causa como muy pocas veces se ha escuchado. Jenkins, uno de los modelos reconocidos por Jimi Hendrix, luego vivió una carrera errática, marcada por su miedo a viajar y por el apego a su patria chica y sólo grabó tres álbumes más antes de morir (en 2006), el mejor de los cuales («Blessed Soul», de 1996), indagaba en las claves de este trabajo canónico.
Originalmente publicado en 1970 en el sello Capricorn, de Phil Walden, «Ton-Ton Macoute!» se encuentra al alcance de cualquier aficionado ahora en una estupenda reedición digital, que añade dos piezas inéditas al repertorio del disco, uno de mis favoritos de todos los tiempos.
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Anterior entrega de Lo Que Hay Que Tener: The Flying Burrito Brothers