Lo mejor de 2022: Discos internacionales

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Estos son los veinte discos más destacados del año en el panorama internacional, según el criterio del equipo que conforma Efe Eme. Eso sí: los discos de diciembre entrarán en la cosecha de 2022 para poder juzgarlos debidamente.

 

1.- Arctic Monkeys
The car
DOMINO RECORDS

A muchos les han sorprendido los nuevos códigos sonoros y conductuales que se traen últimamente los de Sheffield. Cierto es que desde que arrancaron su andadura en el año 2006 con Whatever people say I am, that’s what I’m not, a golpe de garaje rock, hasta ahora, Alex Turner y los suyos han dado varias vueltas de tuerca a su propuesta. Con este séptimo álbum de estudio, «les vemos manejar patrones más clásicos, improntas de crooner y baladas que respiran muy lejos de la agitación de sus inicios», describe Sara Morales. Si con su anterior disco, Tranquility base hotel & casino (2018), ya brillaron en su andadura por el lounge pop, con The car han terminado de bordarla al sumarle toques swing, reminiscencias jazz, cierto regusto tribal y una sensualidad genuina, fruto de esa evolución que acapara la cima de nuestro podio.

 

2.- Stromae
Multitude
MOSAERT

La capacidad del belga a la hora de diferenciarse del resto de propuestas europeas, sin grandes estridencias y con pálpito de bálsamo, le arrastran a que cada trabajo suyo sea acogido con gracia. Con esta tercera entrega, Paul Van Haver ha roto un silencio de nueve años desde Racine Carrée (2013) y asienta definitivamente una carrera muy personal, en la que solo él decide cómo y cuándo, sin importarle nada más que continuar con su pop francófono de cadencia electrónica y afrobeat. Este álbum es un auténtico viaje por el mundo, sus historias, sus personajes y los sonidos de la multiculturalidad.

 

3.- Fontaines D.C.
Skinty fia
PARTISAN RECORDS

En el mes de abril llegaba la tercera joya discográfica del quinteto de Dublín, este Skinty fia que revalida su particular fórmula de post punk revival, de rock nervioso y punzante, anclada en el existencialismo callejero. Fontaines D.C., que ya venían de conquistar la escena mundial con sus dos elepés anteriores, ratifican su acogida popular con este trabajo que pone sobre la mesa la decepción de una generación, la pérdida de fe en el progreso, el costumbrismo, la toxicidad y la reflexión individualista. Una de las bandas nacidas en los últimos años más a tener en cuenta. Un álbum imprescindible, que escala hasta nuestro tercer puesto. Un disco para enseñarle los dientes a este tiempo que corre y después reconciliarse con uno mismo y con el mundo.

 

4.- Suede
Autofiction
BMG

Si había alguna duda sobre cómo serían los Suede de estos años veinte, ha quedado saldada con este disco. Resulta que Brett Anderson y compañía, lejos de enredarse en post producciones engoladas y detalles rococós propios de la era tecnológica, han decidido regresar a la esencia y han acertado. Ellos lo han llamado «volver a lo básico», reencontrarse con ellos mismos, dejarse disfrutar tocando, permitirse fallar y perdonarse los errores. Y de esa regresión emocional, y también sonora, han entregado el que posiblemente sea su disco más personal hasta la fecha. Autofiction está compuesto a base de reflexiones personales, es introspectivo, ciertamente oscurantista, y con un nivel de honestidad tan auténtico que es digno de valorar tras más de treinta años de carrera.

 

5.- Elvis Costello
The boy name if
EMI/UNIVERSAL

Una colección de canciones que, como el propio Costello describe, «nos lleva, desde los últimos días de una niñez desconcertada, hasta ese momento mortificante en el que te dicen que dejes de actuar como un niño, que para la mayoría de los hombres (y quizás algunas chicas también) puede serlo en cualquier momento en los siguientes cincuenta años». Ímpetu y electricidad en el sonido, ingenio y sabiduría en las letras, y un trasfondo conceptual que recorre multitud de experiencias y sensaciones universales, para levantar un disco indudablemente inspirado.

 

6.- Belle and Sebastian
A bit of previous
MATADOR /POPSTOCK!

A las vicisitudes de la existencia y a las grietas de la condición humana, también se les puede cantar desde un tono reconfortante y tierno. Así lo han demostrado los escoceses en este undécimo álbum, para el que se han valido de todos los registros sonoros que les hemos visto desplegar a lo largo de su andadura y los han unido en un todo que fascina. Un compendio melódico de todo lo que han sido, y siguen siendo, con una producción menos incisiva y un registro alegre a caballo del soul, el pop sintético, el vals barroco y, por supuesto, su personal forma de hacer rock. Continúan en plena forma, no hay duda; y al paso del tiempo, como cantan, no hay que tenerle miedo.

 

7.- Arcade Fire
We
COLUMBIA RECORDS

Tras un hiato de cinco años, han regresado los canadienses con un trabajo tremendamente humano que celebra la vida y nos empuja a vivirla. Concebido en los meses más duros del confinamiento, We habla de todos los que nos hemos quedado habitando el mundo tras la pandemia y nos homenajea por nuestro ímpetu en mitad de la debacle, al mismo tiempo que nos tira de las orejas cuando toca. Con cierto regusto electropop y un total de siete canciones divididas en dos partes —el antes y el después (se entiende que del Covid)— Win Butler, Régine Chassagne y su banda inciden en lo que mejor saben hacer: un arty épico que impone y ejerce de pulso catártico.

 

8.- Kendrick Lamar
Mr. Morale & The Big Steppers
AFTERMATH/INTERSCOPE-UNIVERSAL

Con una trayectoria y un ideario destacados en lo que va de siglo dentro del hip hop, el maestro urbano ha dado un paso más allá con su propuesta gracias a este disco doble. En él se ha rodeado de figuras del rhythm and blues como Summer Walker, de auras como la de Ghostface Killah, de voces como la de Florence Welch y la de Beth Gibbons, de Portishead, entre otros tantos, y ha levantado un repertorio que continúa con su latido afroamericano, que hace parada en el soul y el jazz. Un álbum que orbita por la familia, la paternidad, la comunidad negra, los abusos… y extrae una moralidad aplastante.

 

9.- Wet Leg
Wet Leg
DOMINO / MUSIC AS USUAL

Las chicas de moda en Inglaterra desde el año pasado, con el lanzamiento de sus singles «Chaise longue» y «Wet dream», y de 2022, con la publicación de este álbum homónimo que incluye ambos hits. Una certera carta de presentación a ritmo de pop rock con aires noise, de distorsión vanguardista y bien salpicada de sintes, para enarbolar una ópera prima que, como se intuía, ha resultado ser uno de los pelotazos del año. No hay duda de que Rhian Teasdale y Hester Chambers, a base de un humor seco y de la energía de la juventud, han comenzado su carrera con muy buen pie.

 

10.- Big Thief
Dragon new warm mountain I believe in you
BIG THIEF/4AD-POPSTOCK!

Sobre el crecimiento individual y colectivo ahonda el cuarteto de Brooklyn en este álbum para el que llegaron a grabar cuarenta y cinco canciones, y de las que salvaron estas veinte perlas. Una auténtica miscelánea de estilos, de estados de ánimo e incluso de métodos de composición y creación se dan cita en esta obra que, como afirmaba Xavier Valiño en su crítica «se trata de su disco más ambicioso». Hay trip hop, hay pop, mucho honky tonk, algo de caos y una delicadeza que contagia.

 

11.- Benjamin Biolay
Saint Clair
ROMANCE MUSIQUE

Esta vez, el cantautor francés ha optado por los matices autobiográficos y personales para confeccionar las diecisiete canciones que componen este décimo álbum de estudio. Sète, la localidad de la región de Occitania de donde es su familia y donde él mismo posee una casa, le ha servido de base de operaciones para dar forma a un trabajo en el que singles como “Les joes roses” dan cuenta de la calidad musical del mismo. Reposo, melancolía, incitación al baile y un sinfín de contrapuntos sonoros que hacen escalar este Saint Clair hasta el puesto número once.

 

12.- Father John Misty
Chlöe and the next 20th century
SUB POP

«El disco más clásico de los cinco que ha hecho. El que tiene un sonido que más se retrotrae en el tiempo», afirmaba Carlos Pérez de Ziriza en la crítica de este álbum para Efe Eme. Cargado de arreglos orquestales, de un lenguaje más refinado y una sábana de calidez y suavidad que cubre todo el repertorio, con él, Father John Misty nos muestra su faceta de crooner invencible. Ha viajado al pasado y ha rescatado géneros y sonidos que van del music hall y la era dorada de las big bands, hasta el vals la bossa nova y el country. Todo ello bañado de su habitual cinismo y ese ingenio inteligente que derraman sus letras y continúa iluminando su coco. Bravo.

 

13.- Van Morrison
What’s It Gonna Take?
EXILE / VIRGIN

«Un Morrison más rabioso de lo habitual y con algunos momentos por encima de la media», detalla Xavier Valiño, sobre este disco con el que el músico norirlandés asume el papel de negacionista ante las medidas impuestas por los gobiernos durante la pandemia. Sobre la libertad de expresión y de movimiento, sobre los tabúes y los límites de la sociedad, y el comportamiento del individuo a consecuencia, tratan estas quince canciones en las que lo musical continúa sobresaliendo en un tablero en el que todos hemos jugado la partida. Un álbum de lo más reivindicativo y reivindicable.

 

14.- Wilco
Cruel country
DBPM RECORDS

Apabullante disco doble con el que Jeff Tweedy y los suyos han recalado en 2022. La vuelta al country rock de sus inicios ha sido aplaudida, y las guitarras acústicas, las percusiones suaves y sus habituales arreglos de steel guitar tan apetecibles y bien acogidos como siempre. Como dice Eduardo Izquierdo, «si se hubieran quedado con once o doce canciones, de las veintiuna que integran el disco, hablaríamos de excelencia». Y es que, los de Chicago, tenían mucho que contar y lo han hecho, con toda su potencia y con toda su delicadeza también.

 

15.- Bruce Springsteen
Only The Strong Survive
SONY

El Boss registró esta colección de quince canciones en el estudio de su casa al comienzo del confinamiento, durante sus “horas libres”. Contó con la ayuda del ingeniero Rob Lebret y el productor Ron Aniello, que se convirtió en su “orquesta de un solo hombre”, ejecutando la práctica totalidad de los instrumentos, con la salvedad de cuerdas y metales (a cargo de los siempre arrolladores E Street Horns). El resultado, como afirma Javier Márquez Sánchez, «es un disco con un sonido impecable y potente, que nos trae ecos de Motown, Stax o Philadelphia International, entre otros, con un Springsteen eufórico y dicharachero que disfruta del primer al último verso, bien arropado por unos coros muy solventes».

 

16.- Damien Jurado
Reggae film star
MARAQOPA / POPSTOCK!

Discreto, sensible, habitando siempre en el segundo plano, pero despachando discos a diestro y siniestro que, como describe Xavier Valiño, «no bajan del notable». Y esta decimoctava entrega del de Seattle no podía ser menos. Sus canciones vuelven a ser las protagonistas de un relato humanista que aborda asuntos como la edad, a base de esas evocaciones culturales —como la propia música o el cine— que nos mueven a todos, y al propio Jurado también. «Aquí, en este marco de sonido, eres la cámara, eres la escena, eres el escenario y eres el espectador. Por favor, trata de no parpadear», así nos invita a zambullirnos en esta nueva obra, de casi sobresaliente, al tiempo que nos hace partícipes de ella.

 

17.- Fito Páez
The golden light
SONY

El tono intimista del polifacético músico argentino, en este último asalto de su trilogía, invita a la reflexión. Y lo hace «agridulce, con un piano cristalino de un Fito menos torrencial, menos barroco, más puro y diáfano que en otras ocasiones. Pop desatornillado de complejos, pop de cámara, ahumado y adulto, pasmoso», como define Julio Valdeón. Hay tiempos, en este The golden light, para las letras en inglés, para reminiscencias de Tom Waits, para pasajes instrumentales, para evocaciones tangueras, nostalgia y golpes de rock. El broche de oro perfecto para cerrar una etapa.

 

18.- Beach House
Once twice melody
BELLA UNION / PIAS

Estas dieciocho canciones habían sido desveladas durante los meses previos, en cuatro epés consecutivos, «algo a lo que prácticamente nadie se aventura hoy en día», como matiza Carlos Pérez de Ziriza. Una íntima relación, la de Victoria Legrand y Alex Scally, con lo sensorial y con lo onírico, que lleva a transformar el pop en un caleidoscopio emocional y sonoro, en una propuesta única. Y si todavía alguien consideraba que el dúo de Baltimore no son más que los continuadores de la obra de Cocteau Twins, con este álbum ha quedado claro que son mucho más que eso.

 

19.- Lambchop
The bible
CITY SLANG / MUSIC AS USUAL

El cambio de productor, el cambio de aires (de Nashville a Minneapolis) y su alianza con el pianista Andrew Broder han sentado bien al bueno de Kurt Wagner, para encarar este decimosexto largo en la carrera de Lambchop. Las sombras y las angustias aparecen de nuevo en este álbum arraigado en una espiritualidad, no religiosa — o sí—, que se pasea por el country, por supuesto, pero también por el góspel soul, el jazz, el funk y cierto coqueteo con la electrónica. Un disco impredecible y, por esto mismo, mágico en sus reflexiones y periplos sonoros.

 

20.- Spiritualized
Everything was beautiful
BELLA UNION / PIAS

Tras las complicaciones de sus álbumes anteriores, y un octavo que podía parecer el final de la carrera de Jason Pierce, ha llegado esta novena entrega para reivindicar no solo su gusto por la multiinstrumentación brillante y libre, sino también su posición en la escena internacional. Este es un álbum con el que el músico británico da un paso más allá, incluyendo secciones de cuerda y metales que transitan por la psicodelia pop, el kraut rock, el country y el jazz cósmico. Un disco que pone en valor su calidad sonora, pero también el ímpetu de la remontada.

* En el proceso de votación han participado Arancha Moreno, Carlos Pérez de Ziriza, César Prieto, David Pérez Marín, Eduardo Tébar, Felipe Cabrerizo, Ignacio Reyo, Jagoba Estébanez, Javier De Castro, Javier De Diego Romero, Javier M. Alcaraz, Javier Gilabert, Juan Puchades, Julio Valdeón, Luis García Gil, Luis Lapuente, Miguel Tébar A., Óscar García Blesa, Sara Morales, Sergio Almendros, Tito Lesende y Xavier Valiño.

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