Arizona Baby llegan desde Valladolid y debutan (de forma oficial, pues hay maquetas de 2005) con «Second to None» (editado por Subterfuge), un disco producido por Paco Loco que se presenta como de «belleza polvorienta y austeridad espartana. Clint Eastwood, el Forever changes de Love y Calexico en un complot salvaje de canciones sin tiempo ni corsé». Lo cierto es que su receta de rock intenso pero acústico funciona perfectamente.
El texto promocional presenta así a los protagonistas de Arizona Baby:
Arizona 1: Javier Vielba. El front-man. El predicador de la pradera. Entre Charles Manson y Norman Greenbaum. Visionario workaholic, su mente bulle sin pausa y es el responsable del concepto, letras, música, actitud y diseños del grupo. Un tipo con múltiples proyectos, del folk a la electrónica (El Meister, etc). No le gusta decirlo pero es doctor en filología inglesa y erudito en literatura y música americana. El genio inquieto tras Arizona Baby.
Arizona 2: Ruben Marron. El hombre tranquilo. Parece recien fugado de Fleet Foxes (Annie B Sweet tiene pruebas fotográfícas). Esconde un pasado increíble de adolescencia en Los Angeles, amigo de Gilby Clarke y el matrimonio Slash. Creo que le colaban a los conciertos de Guns’ n’ Roses. Si todo va bien, este angelito será portada de revistas como Guitar. Un monstruo. Posiblemente la mayor revelación a la acústica de los últimos tiempos.
Arizona 3: Marcos Ubeda. El espíritu disidente. Es naturalista y vocacional y huye del bullicio musiquero. Su destreza instrumental y espectacular presencia escénica hacen de él un elemento clave. No solo ejecuta ingeniosas pautas rítmicas sino que secunda a Arizona 1 con sus impecables armonías vocales, otro de los sellos de marca más vistosos de Arizona Baby.