La debutante Ana Naranjo ha contado con la colaboración del norteamericano Bart Davenport en la elaboración de China es otra cultura, un disco con cierto regusto a pop tecnificado de los ochenta.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
No tenía pensado grabar un disco, pero Ana Naranjo se dio cuenta un día de que, poco a poco, había reunido un repertorio propio. «No tenía ninguna experiencia previa, la verdad», admite. «Siempre había tocado un poco, y un día me senté en un piano y empezaron a surgir las canciones».
Un día fue a ver actuar a un amigo suyo, el cantautor pop norteamericano Bart Davenport, y el proyecto de publicar un disco comenzó a concretarse. «Después del concierto estuvimos charlando. Le comenté que tenía grabadas algunas canciones y que estaba pensando sacarlas adelante, pero no sabía cómo. Él se ofreció inmediatamente a hacerlo. Entonces fue cuando pensé que tenía que decidirme. Su papel ha sido muy importante». Tanto, que ha producido el álbum y lo ha grabado en su ciudad, San Francisco. «Quizá sin él no lo hubiera hecho. Bart ya había escuchado las canciones y le encantaban, teníamos muy buena relación y yo era muy fan suya y de sus producciones. Me recomendó el estudio y los colaboradores adecuados, hice números y la cosa me salía más o menos como aquí, incluyendo los billetes».
Lo curioso es que, antes incluso de que saliera el disco, una de sus composiciones ya era conocida a través de las ondas, gracias a una remezcla realizada por Anorak. «Envié la canción ‘San Valentín’ a los programas Sonideros y Siglo XXI, de Radio 3, coincidiendo con el 14 de febrero. Poco después, recibí un email de Anorak diciendo que me querían hacer una remezcla, y me pareció muy buena idea. Me escribieron varias veces diciéndome que había gente que la pinchaba habitualmente».
Así veía la luz oficialmente el proyecto Linda Mirada, que toma su nombre de un personaje de Barrio Sésamo. «Lo decidí mucho después de tener el disco grabado. No era un personaje infantil, sino uno de los pocos muñecos adultos que había en el programa. Siempre me hizo gracia la voz en off que decía: ‘Y ahora, con ustedes, Linda Mirada’. Quizá lo que tenga en común con el muñeco es que es un disco sincero, que va al grano, sin rodeos, como la presentadora que era Linda Mirada».
Los arreglos y la producción tienen un evidente regusto ochentero (de Yazoo a Las Chinas). «La mayoría estaban trabajados previamente, puesto que sólo tuve una semana para grabar. Bart se ríe siempre de lo claras que tengo las cosas. O de lo cabezota que soy. Había algunos arreglos que, originalmente, estaban tocados con sintetizador, y él lo sustituyó por una guitarra. No es que buscara un sonido concreto, pero he escuchado muchas cosas de los ochenta que me influyeron bastante. Y Bart sabe muy bien lo que hace».
El resultado es China es otra cultura, un refrescante debut que todavía no está claro si es la plasmación de un capricho o el comienzo de una carrera. «Simplemente, tenía unas canciones que había grabado en mi tiempo libre y que todo el mundo me instaba a publicar. Luego, Bart me propuso grabar con él. No sé si habrá segundo disco o no, tendría que volver a reunir canciones, y últimamente cuento con tan poco tiempo, que llego a casa y no puedo más. Intento hacer las cosas lo mejor que puedo».
Por eso tampoco ha decidido todavía si va a trasladar las canciones del disco al directo. «En principio, no tengo nada planeado, pero estoy mirando la posibilidad con un amigo, a ver». Será cuestión de esperar.
AUTOEDICIÓN Y BOOM FEMENINO
China es otra cultura ha sido editado por la Cooperativa, un sello creado especialmente para la ocasión. «Es una autoedición. En principio, creé la compañía para poder sacar el CD. Luego, ya se verá. Nunca supe cómo iba a salir esto. En verano de 2008 llegué con un disco bajo el brazo y con muchas dudas sobre cómo sacarlo. Tenía muy claro lo que quería a nivel artístico, con quién grabarlo, mezclarlo y masterizarlo, pero mover un álbum terminado siempre es más complicado». Y eso, pese a que Ana Naranjo forma parte de la industria, ya que trabaja para el sello Nuevos Medios. «Me dijeron que lo más difícil ya lo había hecho, así que podía aprovechar mi situación privilegiada y seguir. Es difícil, porque estás sóla, es tu dinero, todas las decisiones las tomas tú, y por eso también te equivocas tú. Pero yo he encontrado más ventajas que inconvenientes, y he hecho lo que he querido en todo momento». Ahora le tocará lidiar con su previsible inclusión (nosotros ya lo estamos haciendo) en el cada vez más nutrido saco de las solistas femeninas españolas (Russian Red, Anni B Sweet, Alondra Bentley, Laura More, Lidia Damunt, La Bien Querida, Zahara…). «No sé si me podré beneficiar de este boom, porque no he sacado el disco en otras circunstancias y tampoco puedo establecer comparaciones. Creo que se tiende a agrupar las cosas que no tienen nada que ver, quizá porque, muchas veces, es una buena excusa para escribir sobre algo, y quizá por separado no seríamos noticia. Todas somos personas con talento tomando sus propias decisiones y lo que tenemos en común es que somos chicas y hacemos música».