“Los vicios son hábitos que no superan la prueba del tiempo, y puedo decir orgulloso que la música es ya en mí un hábito, que me he rendido por completo a su hechizo; yo, a quien siempre le había costado entregarse a una sola causa”
Jota Martínez Galiana
“Ya no somos modernos”
EUTELEQUIA
Texto: HÉCTOR SÁNCHEZ.
Todos tenemos nuestra propia banda sonora. Las canciones nos acompañan en determinados momentos de la vida y suenan como lo harían en la escena de una película. Quizá por ello tendemos a recopilar esta banda sonora personal en listas de reproducción, discos grabables o cintas de casete, en función de la época a la que pertenezcamos. El periodista (y actual traductor audiovisual) Jota Martínez Galiana ha grabado su propio CD recopilatorio, pero lo ha hecho en forma de libro; aunque lo correcto sería decir que esta selección de canciones no es la suya, sino la del Fiera, el personaje de su novela “Ya no somos modernos”.
Martínez Galiana es autor de otros títulos como “Satanismo y brujería en el rock” (La Máscara, 1996) y “Surfin’ Bichos: Sermones en el desierto” (Avantpress, 2002), sin embargo esta es su primera novela. El punto en común entre este libro y los anteriores del autor es que la música es la protagonista en sus páginas y así la define el personaje principal y narrador de “Ya no somos modernos”: “Mi vicio de siempre, el que más me reconforta, el que me hace temblar y morir, el vicio que me pierde, que me altera y me transporta. Los vicios son hábitos que no superan la prueba del tiempo, y puedo decir orgulloso que la música es ya en mí un hábito, que me he rendido por completo a su hechizo; yo, a quien siempre le había costado entregarse a una sola causa”. Aunque decir que la música es el único vicio del personaje sería mentir, ya que la droga juega un papel relevante en la novela.
Cuando el Fiera se sube a un tren al comienzo de la historia, su viaje no sólo será un recorrido de Valencia a Almansa, también será un viaje a su interior conducido por un disco recopilatorio personal. “Sé que cada una de esas canciones me va a pasar factura, que cada nota va a despertar recuerdos que no siempre serán gratos”, reflexiona el Fiera antes de darle al botón de encendido de su reproductor de CDs portátil. Con el disco en funcionamiento, Jota Martínez Galiana estructura el libro en trece capítulos, donde cada uno corresponde al título de la canción que el protagonista está escuchando durante el viaje y las sensaciones que el tema le transmite. Esta colección de canciones que el protagonista escucha es una selección de música de los 90 con temas de The Chemical Brothers, Prodigy, Beck, Björk, Primal Scream, Sonic Youth, PJ Harvey, Radiohead o Los Planetas, entre otros, y la inclusión de ‘Eleanor Rigby’ de los Beatles. Pero la pasión por la música del autor no queda reducida a estos títulos de capítulos: además, utiliza unos 776 fragmentos de canciones que se encuentran camuflados en la historia. La presencia musical no se limita a los 90 o al indie español, que la hay, y mucha, sino que también hay hueco para The Doors, Ramones, Joy Division, Red Hot Chili Peppers, U2, The Cure, The Velvet Underground o Leonard Cohen. Gracias a esta unión de música y literatura, “Ya no somos modernos” nos ofrece dos opciones más allá de una lectura tradicional. Por un lado, es muy recomendable zambullirse en el libro escuchando las pistas que sirven de título de los capítulos y, por otra parte, la obra funciona como un entretenido pasatiempo melómano para identificar todos estos versos ocultos en las páginas. Además, en la última parte del libro, casi a modo de solución de este juego musical, Martínez Galiana recopila el listado de las canciones que le han inspirado a la hora de confeccionar su obra.
Pero no se requieren conocimientos de música para disfrutar de este relato. De hecho, la música es la excusa que Jota utiliza para reflexionar sobre temas universales como el amor, la amistad, la madurez, la muerte y, sobre todo, la traición, no sólo hacia a los demás, sino hacia uno mismo. En “Ya no somos modernos”, el lector no encontrará un romance típico ni una amistad a prueba de balas. La historia es cruda, dura y directa, y el Fiera tiene más de antihéroe que de héroe. Por un lado, es fácil sentirse identificado con él, pero al mismo tiempo es alguien en quien no nos gustaría que nos acabáramos convirtiendo. El relato es llamativo en cuanto a la forma y profundo en el fondo, con una historia sobre dos generaciones separadas por la edad pero unidas por la droga. Entre tantas canciones y “viajes”, no sólo en tren, no podía faltar un cameo del mismísimo Keith Richards. “Ya no somos modernos” es una lectura muy recomendable, ideal para los amantes de la música, con la que Jota Martínez Galiana demuestra que las canciones no sólo nos acompañan, sino que son muy inspiradoras.
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