«Estupenda novela de amor, del siglo XXI, con las drogas presentes en la inacción y desaparecidas cuando se trata de conquistar a tu chica, con palabras que no alcanzan y gestos que no se entienden, con jóvenes que hacen lo que siempre han hecho los jóvenes: desear y equivocarse»
Carlos Pardo
«Vida de Pablo»
PERIFÉRICA
Texto: CÉSAR PRIETO.
Se percibe bien a las claras en su primera novela que Carlos Pardo es un poeta con carrera y reconocido. «Vida de Pablo» está dispuesta de forma férrea en breves secuencias que buscan la intensidad, duras y secas en el estilo, deudoras de la fragilidad y la fortaleza de la poesía, atentas a captar el mínimo tiempo, el segundo. O los tres minutos que el narrador –Carlos– tarda en cambiar una canción; sí, es DJ y una noche en un pueblo de costa conoce a Pablo y decide establecerse ahí.
Esa estructura de mínimos apuntes hace que en apariencia apenas ocurra nada, pero por lo menos en la primera parte desfilan personajes de manera torrencial: Fernando, Teresa, Paco, antiguas novias… Dos de ellos se harán con el control: Lola –en su bar se ultima cada borrachera, cada ternura– y el poeta Roche, mentor de criterios de escritura. Los personajes se van situando, cada uno ocupa su puesto, Abraham, Pablo y Carlos viven en un piso compartido. Y aunque la novela tome a Pablo como estandarte, la parte central es una sublime narración en la que Carlos persigue entre el descaro y el pudor el amor de María Jesús, con novio, afinando la eterna espiral de la novela. Toman café, duermen juntos sin que ocurra nada, enredan sus vidas con nudos que son solamente lazadas mal hechas. Y mientras tanto la música ocupa los espacios, Teenage Fan Club o Bert Jansch son decorados activos, y la poesía las actitudes de los amigos. Certámenes, revistas culturales, acogida de poetas jóvenes son juegos para esconder la verdadera esencia. La esencia que concluye la novela –en una coda en Lanzarote– sin decidir qué es el triunfo y qué el fracaso.
Parece ser que el criterio es construir un texto de iniciación a la manera del siglo XVIII –según señala la reseña–, pero no hacen falta excusas culturales. «Vida de Pablo» es una estupenda novela de amor, del siglo XXI, con las drogas presentes en la inacción y desaparecidas cuando se trata de conquistar a tu chica, con palabras que no alcanzan y gestos que no se entienden, con jóvenes que hacen lo que siempre han hecho los jóvenes: desear y equivocarse.
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Anterior entrega de libros: “Ratas de Montsouris”, de Léo Malet.