«Son dos libros en uno: en la segunda parte encontramos la traducción de todo aquello que dejó grabado el cantautor; y en la primera una biografía firmada por el poeta danés Gorm Henrik Rasmussen»
Gorm Henrik Rasmussen / Nick Drake
«Pink moon. Nick Drake, canciones»
CONTRA
Texto: JUAN PUCHADES.
Este es uno de los dos primeros títulos con los que la recién estrenada editorial barcelonesa Contra (a la que hay que desearle la mejor de las suertes) debuta con una cuidada colección dedicada a traducciones de letras de canciones (el otro es «The book of love. 100 canciones», de Stephin Merritt y The Magnetic Fields), con el malogrado Nick Drake como protagonista. Pero, en realidad, son dos libros en uno: ya que, por un lado, en la segunda parte, encontramos la traducción de todo aquello que dejó grabado el cantautor; y en la primera mitad, una muy agradable sorpresa: una biografía firmada por el poeta danés Gorm Henrik Rasmussen.
Rasmussen fue uno de los primeros descubridores/aficionados del legado de Drake, y en 1986 publicó una primera versión de este «Pink Moon» (título también del tercer álbum de Drake) que ha sido ampliado y actualizado. Y digámoslo rápido, se trata de un libro al que el mejor adjetivo que le encaja es el de delicioso, pues a una rica prosa une la originalidad de su planteamiento y la sencillez expositiva: delante de nosotros, y narrado en primera persona (Rasmussen nos devela su camino para adentrarse en el mundo del músico británico) nos muestra de cerca a un Nick Drake al que nunca llegaremos a conocer del todo, un joven introvertido al que imaginamos oculto por profundas simas personales (las que le llevaron al suicido), y en compañía de las voces de sus padres (una pareja culta y encantadora) y sus amigos más las opiniones del propio autor sabremos de algunos aspectos de la vida y la obra de Drake, de su infancia, de sus inquietudes adolescentes y de sus frustraciones de joven cuya vida se truncó ante el silencio y la incomprensión general: contaba con el apoyo de su productor y su discográfica pero sus discos no se vendían, no tenían difusión, los medios ignoraban completamente al cantautor. También descubrimos sus buenas maneras guitarrísticas, su cuidado y preocupación por los textos, las músicas y la producción de sus canciones: nada en Drake quedaba al azar. Se trata de una biografía modélica en su sencillez, aunque también es cierto que la vida de Nick Drake fue breve, lo que permite pintar un retrato conciso y cerrado.
La segunda parte del tomo recoge la práctica totalidad de las letras de sus canciones, traducidas con esmero, tratando de respetar la rima y no ciñéndose a la literalidad, pues esa es una de las características de la colección. Modelo de traducción que siempre genera una cierta controversia: en esto siempre habrá quien prefiera esta fórmula, en la que se entiende la importancia del texto y se le quiere dar un cierto contenido poético a la traducción, y, por otro lado, habrá quien se decante por una traducción más literal, menos interpretativa y en la que importe menos la «poética»… Personalmente, soy de los segundos, pues creo que lo que importa en la traducción de la letra de una canción es aproximarnos al máximo a su sentido primigenio (lineal, si se quiere), obviando las interpretaciones del traductor. Aunque hay que reconocer el encomiable cuidado puesto en tal labor.
Para rematar la edición, el interesante prólogo lo ha escrito un reconocido seguidor de la obra de Drake, ni más ni menos que Nacho Vegas.
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Anterior entrega de libros: “Diario de un hombre de éxito”, de Ernest Dowson.