Libros: “LSD Flashbacks. Una autobiografía”, de Timothy Leary

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“Después de detenciones, fugas, persecuciones y una vez pasada la tormenta, Tim, con los sesenta bien cumplidos, recapitulaba aquí con arrebatadora vitalidad sus logros y los motivos que le impulsaron a emprender una aventura muchas veces quijotesca de la que, en todo caso, no se arrepentía un ápice”

 

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Timothy Leary
“LSD Flashbacks: una autobiografía”
Alpha Decay

 


Texto: FERNANDO BALLESTEROS.

 

Es imposible que una autobiografía de Timothy Leary no sea interesante. Partiendo de esta premisa, conviene aclarar que “LSD Flashbacks”, libro que Alpha Decay publicó en 2004 y que ha rescatado este año para su colección Héroes Modernos, es eso y mucho más.

Aquí presenta Leary un recorrido por su vida que discurre por una carretera de doble carril. A un lado, traza el camino desde la muerte de su esposa Marianne, su descubrimiento de la Psilocibina y su cruzada en defensa de las drogas psicodélicas que a la postre iban a convertir su existencia en una auténtica novela de aventuras. Al otro, la senda avanza desde la noche en la que fue concebido.

Timothy nos lleva de un carril a otro y lo hace con maestría ya que casi siempre su excursión a un pasado más lejano aporta luz a lo que nos cuenta sobre esa espiral de acontecimientos que comienza en la década de los sesenta. No es casual, por tanto, que la Ley Seca comenzara veinticuatro horas antes de su llegada al mundo, de hecho el prohibicionismo que nacía, como él, en 1920, marcó a fuego su vida.

La exploración contracultural y la libertad que le dio en sus primeros pasos la Universidad de Harvard para la que trabajaba, pusieron las primeras piedras de una construcción con la que Leary quiso universalizar los efectos de los estados alterados de consciencia.

Pronto el objetivo se reveló quimérico. De hecho no necesitó mucho tiempo para comenzar a pisar y dejar atrás algunas de esas líneas rojas que el poder considera infranqueables. De ahí a la ilegalización del LSD y a ser considerado por Nixon como el hombre más peligroso de EE.UU., no hay un paso, hay muchos, pero el autor nos  los cuenta de una forma tan vertiginosa que hay que agarrarse y ajustarse el cinturón de seguridad para no perderse un solo detalle.

Junto a él, siempre estará Richard Alpert y con ellos un desfile de viajes y de personajes que van desde héroes contraculturales de las letras como Ginsberg y Burroughs, investigadores, científicos, celebridades pop con los Stones y los Beatles a la cabeza hasta  la mismísima Marilyn Monroe, por decir algunos. Con ellos y con todo lo sucedido, nos ofrece un autorretrato y una fotografía certera de una época.

Después de detenciones, fugas, persecuciones y una vez pasada la tormenta, Tim, con los sesenta bien cumplidos, recapitulaba aquí con arrebatadora vitalidad sus logros y los motivos que le impulsaron a emprender una aventura muchas veces quijotesca de la que, en todo caso, no se arrepentía un ápice. Y aunque la conclusión estaba clara desde la primera línea, les diré que este viaje de setecientas páginas se hace corto. Se trata de un Libro Sobradamente Disfrutable. Y todo legal, amigos.

 

 

Anterior crítica de libros: “Antología poética del rock”, de Alberto Manzano.

 

 

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