«Perlas de sabiduría moderna: cualquier página que abras al azar será bien recibida en cualquier momento, con camaradería»
Manuel Vilas
«Listen to me»
LA BELLA VARSOVIA
Texto: CÉSAR PRIETO.
Poquito a poco y sin alharacas, Manuel Vilas se ha convertido, aparte de su labor como novelista y como poeta, en uno de los más destacados articulistas del periodismo español. Con “Listen to me” recopila cinco años de presencia en internet con lo que viene a ser un nuevo género, estoy convencido de ello, solo posible en la pantalla o, claro está, como recopilación en libro. Si la presión de siglos del arte narrativo ha dado como resultado en el XXI los microrrelatos, la presión de 150 años de periodismo ha conseguido elevar un género ya conocido –el breve– en tiempos meramente informativo, pero que ahora asimila elementos del dietario, de la narración, del diálogo y de la crítica, y se convierte con ello en uno de los activos más punzantes del periodismo 3.0.
Y Vilas lo sabe moldear a la perfección. Encontrarán aquí que el periodista aragonés estruja un batiburrillo de vida, noticia e ingenio-imaginación para deslumbrar de varias maneras. Asistirán, pues, a impresionantes diálogos ficticios con héroes musicales –Dylan, básicamente–, el monarca anterior, Dios o quizás el más divertido de todos, Lenin diciendo que los Sex Pistols son más grandes que Neruda. Porque lo cierto es que el libro tiene una gran base musical, de filias y fobias, de exaltación y sarcasmo, y además de las figuras mencionadas aparecen The Who, Lou Reed, Ian Curtis, Johnny Cash, los Rolling, siempre Elvis, un concierto de Jethro Tull o Neil Diamond. Son guiños que el lector de EFE EME reconocerá y convertirán la lectura en un agradable paseo por canciones y recuerdos.
No es, pese a ello un libro nostálgico, es siempre actual, Vilas sorprende, irreverente o conservador, cascarrabias con alegría, chispas y fuegos que se resuelven en aforismos, estampas cotidianas, esbozos de análisis literario y obsesiones varias –un subtema podría ser por qué el after shave es siempre más barato que la colonia– de las que el lector puede eliminar todo afán de trascendencia y esperar humoradas, conatos y emoción efímera. Todo cabe: descubrimientos de los que se apunta únicamente la página de youtube, citas de Michi Panero.
En definitiva, un libro del que no se puede esperar nada más que perlas de sabiduría moderna, pero que ahí tiene su valor, cualquier página que abras al azar será bien recibida en cualquier momento, con camaradería. Ahí va una como ejemplo –les aseguro que he abierto al tuntún–, ante la visión de una foto del despacho del Rey, Vilas sufre esa exaltación a la que antes aludíamos: “lo quiero ‘for me’, escuchar en ese despacho a la Velvet Underground y hacer el amor encima de la mesa a gritos reales”.
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Anterior crítica de discos: “Cásate conmigo”, de Dan Rhodes.