«La excusa son unas sesiones de psicoanálisis a las que asiste el autor de ‘Imagine’ durante los años setenta –un par o tres alusiones temporales permiten situarlas– y que acaban la tarde anterior a que fuese asesinado»
David Foenkinos
«Lennon»
ALFAGUARA
Texto: CÉSAR PRIETO.
Déjenme que les confiese algo: he sido siempre reacio a las biografías noveladas sobre grupos en una medida proporcional a lo que me fascinan los estudios sobre música. Desde que en los lejanos años setenta un autor catalán las perpetraba a destajo me ha parecido siempre un híbrido sin cabeza, sobre todo tras ver con la colección “Los juglares” como la base eran las canciones y su análisis inteligente podía aportar mucha más luz a la fascinación que nos producía aquello que surgía de nuestros tocadiscos.
Así que entré con cierta prevención en la novela que David Foenkinos titula simplemente “Lennon”, y que aparentaba ser lo que resultó: una biografía. La excusa son unas sesiones de psicoanálisis a las que asiste el autor de ‘Imagine’ durante los años setenta –un par o tres alusiones temporales permiten situarlas– y que acaban la tarde anterior a que fuese asesinado, y la inteligente técnica que permite un narrador en primera persona es el monólogo interior, con el cual el autor puede hacer que su protagonista juzgue los hechos, las personas y sus sentimientos. No en vano la presencia de un psicólogo permite que el horizonte de expectativas del lector espere absoluta sinceridad.
Pero antes de pasar adelante, recapitulemos un momento, ¿a quién está dirigida esta obra? Desde luego a los conocedores de la carrera de los Beatles no, les sonará a pesado «déjà vu» porque ya están al tanto sobradamente de quien era la madre de Pete Best o donde actuó Lennon con Elton John. ¿Para el público general, pues? Quizás sí, seguramente para él será una novela atrayente, algunos factores la convierten en un texto destacable, no tanto los personajes, un tanto desdibujados, pero sí ciertas escenas que los reclaman desde la mente del protagonista: por ejemplo, toda la hilatura del desapego que siente el joven John hacia su madre Julia es una trama secundaria perfectamente estructurada en tensión.
Quizás si algún personaje está bien abordado sean los secundarios en la carrera de los Beatles, Klaus Voormann o Pete Best están tratados con más músculo que Paul, por ejemplo, lo cual hace que la historia parezca un tanto descompensada. También, ciertos momentos de intensidad chocan con el estilo, obligado por el ajuste a la situación del monólogo, un discurso de frases cortas, secas y bien equilibradas.
La obra sigue y los que tengan vagas nociones de la carrera del músico conocerán sus luchas sociales tras la separación del conjunto o las circunstancias básicas del fin de semana perdido, hasta llegar a la última sesión, el día antes de ser asesinado. Divulgativo y con trazas literarias lo podrán concluir con seguro interés.
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Anterior crítica de libros: “Sideral. Estrella fugada”, de Héctor Castells.