«Un manual indispensable para conocer los entresijos y el ir y venir de una banda que ha hecho de la dignidad su manera de existir»
Mariano López Torregrosa
“En tierra de nadie. 25 años de Doctor Divago”
CARENA EDITORS
Texto: CÉSAR CAMPOY.
Comentaba el autor, Mariano López, que a medida que se adentraba en la construcción del segundo capítulo de la biografía de Doctor Divago, comenzaba a darse cuenta de lo arriesgado de la empresa: tratar de retratar, no solo el devenir de una de las bandas más longevas del rock valenciano, sino ser capaz de ahondar en su peculiar e intransferible filosofía, aquella que, nada más abrir el libro, retrata a la perfección una cita extraída de unas declaraciones del líder del grupo, Manolo Bertrán: «Provoca cierta esquizofrenia: para alguno eres el grupo de su vida, uno de los mejores de la historia de la música española. Y otros no te conocen».
Tratando, precisamente, de transitar entre esas dos aguas, la que surfean orgullosos los fans del conjunto, y en las que chapotean quienes apenas han oído hablar de Doctor Divago, López efectúa un minucioso recorrido cronológico, en cierto modo, al uso, por la existencia de un proyecto que, efectivamente, nace con la llegada al mundo de Bertrán. De hecho, este ensayo, en el que el mismo autor se reconoce en la propia narración, introduciéndose en algunos momentos, se inicia en 1966, año del natalicio de Manolo. A partir de aquí, y con cierto clasicismo romántico en la manera de desarrollar el texto, se va desmenuzando la prehistoria de Doctor Divago: aquellas primeras experiencias musicales, las correrías iniciales a caballo entre locales de ensayo y conciertos…
Encuentra López en sus diferentes encuentros-entrevistas con muchos de los cabezas de cartel de la historia, la excusa perfecta y un seguro de vida para poder ir estructurando una senda estrictamente lineal, salpicada con constantes licencias de quien se sabe conocedor, tanto de los mismos protagonistas, como de muchos de los hechos narrados. Apunta con increíble minuciosidad fechas y anécdotas concretos, sin apenas dejar nada en el aire, y va reconociendo, en la senda, a muchos de los actores (medios de comunicación, salas, músicos, periodistas, promotores…) que han ido entrando y saliendo de la historia de Doctor Divago, que no deja de ser, en muchos aspectos, la de las últimas décadas de la escena española, en general, y valenciana muy en particular; con lo cual este “En tierra de nadie…» acaba convirtiéndose en uno de los contados volúmenes editados, imprescindibles para recordar/conocer/retratar un tiempo, y un lugar. Los últimos años ochenta del Babia Rock Bar y Gasolinera; los noventa del Zeppelin valenciano, del KGB barcelonés, de la sala Congreso bilbaína, de El Sol madrileño, del Voodoo castellonense… Y el tránsito vivido entre aquel «grupo de pop-rock anarquista y elegante», con que fueron definidos, en 1995, por el diario «Egin», y el maldito epíteto de banda «veterana», hasta llegar al estado actual de aceptación de lo normal y evidente: que Doctor Divago no son otra cosa que un grupo de rock que, pese a todo, y pese a quien pese, siguen gozando de la honestidad suficiente para continuar editando material original, año tras año, con más altos que bajos a lo largo de su carrera.
Tras una recta final, a modo de recapitulación, en la que el autor se deja llevar por ese punto agridulce y reivindicativo de quien considera que sus homenajeados han merecido más suerte, “En tierra de nadie. 25 años de Doctor Divago” se completa con una acertada selección de temas del combo, cuyas letras son analizadas al detalle por el compositor y alma máter del invento, Bertrán. Una bola extra de inmensas proporciones, y un regalo para los sentidos teniendo en cuenta la particularidad habilidad de este para hilvanar historias que van de lo cotidiano a lo trascendental; de la realidad próxima a los sueños etéreos. En definitiva, un manual (que no de la equivocación) indispensable para conocer los entresijos y el ir y venir de una banda que ha hecho de la dignidad su manera de existir.
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Anterior crítica de libros: “El punk en 200 discos”, de Marcos Gendre.