“La línea de Entrialgo en siempre angulosa, el colorido vitalmente pop, afirmaciones que también se podrían aplicar a los textos”
Mauro Entrialgo
“Atentos a sus pantalles”
DIÁBOLO
Texto: CÉSAR PRIETO.
Siempre me ha interesado la visión del mundo de Mauro Entrialgo, no solo en sus viñetas, sino también en sus apariciones musicales como Fat Esteban o Esteban Light y en sus guiones para cine, que conforman un mismo ideario, ese sutil cinismo narrativo, esa vitalidad de barrio y esa ironía a veces casi quevedesca. En su ingente producción abundan los personajes de verbo sangrante y también los temas monográficos, especialmente con rodeos a las culturas modernas, del rock a las teleseries, de los bares a las perversiones educativas. Normalmente su producción se concentra en prensa periódica o medios de escasa difusión, así que resulta bastante atractivo que de vez en cuando se editen volúmenes que recojan muestras de sus escarceos con viñetas poco accesibles. Y a ello se dedica desde hace varios años la editorial madrileña Diábolo, su casa en los últimos tiempos.
Es lo que sucede con “Atentos a sus pantallas”, volumen que recoge viñetas sobre los videojuegos, el cine y la televisión aparecidas respectivamente en la revista Superjuegos Xtreme, el suplemento de televisión de La Vanguardia y en el fanzine TMO. Despliega en todas las series Entrialgo su descacharrante sentido de la oportunidad, diálogos que enfocan el envés de las obviedades y curiosos pasatiempos y acertijos con su habitual trazo. La línea de Entrialgo en siempre angulosa, el colorido vitalmente pop, afirmaciones que también se podrían aplicar a los textos.
Así, las curiosidades de los videojuegos los conectan con el mundo real y para un arte que bebe esencialmente de una virtualidad mimética resulta explosivo. En las referencias a la televisión dominan los escenarios costumbristas, que es por donde mejor se mueven los personajes y en las viñetas dedicadas al cine el entretenimiento más serio, frases famosas, relación de directores con sus películas o animales con especial protagonismo dan un aire de erudición trivial pero jugosa.
En el fondo, siempre me ha parecido que los recortes de Mauro Entrialgo no van mucho más allá de conversaciones de tasca, ingeniosas retahílas o certeras refutaciones que destruyen la tontería tecnológica. Nada más que eso, pero en ocasiones las efusiones en las tabernas resultan ser las más puras sentencias populares, conceptistas, chispeantes, aguzados exprimidores del lenguaje.
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Anterior entrega de libros: “Viajo sola, de Samuel Bjørk
