«Let it be»: Del techo de Londres, al cielo de Madrid

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Amaral y Havalina compartiendo escenario.


«Los Beatles están ahí, son universales. Cuando vi la actuación completa en la azotea me pareció que ya lo había visto antes, que esto se había hecho antes y que es algo como que han hecho los dioses» JUAN AGUIRRE.

El pasado miércoles, en la azotea del Círculo de Bellas Artes de Madrid, tuvo lugar un concierto de homenaje a «Let it be», de los Beatles, con las actuaciones de Lovely Luna, Coque Malla, Amaral, Tulsa, Pájaro Sunrise, Miss Cafeína, Havalina, Russian Red y Vetusta Morla. Charly Hernández asistió al concierto y conversó con algunos de los protagonistas.


Texto: CHARLY HERNÁNDEZ.
Fotos: JUAN GONZÁLEZ VILLA.


Los «fab four» pasearon sus canciones por el cielo de la capital británica hace ya cuarenta años. Paul, Ringo, John y George ofrecieron su último concierto en la azotea de las oficinas de Apple, en el número 3 de Saville Row. Por entonces, un 30 de enero de 1969, el frío y el aire se adueñaban del ambiente y no sólo hablamos ya de la climatología, sino de la relación entre los Beatles, como se puede apreciar en la película que se filmó sobre el álbum o en la edición ‘naked’ del álbum, sin la producción de Phil Spector. “Let it be” fue el último disco del grupo, a pesar de que fue grabado antes que “Abbey Road”, sonaba a despedida y dejaba un gran legado de himnos para la posteridad como ‘Get back’, ‘Across the Universe’ o el propio tema que daba título al acetato.

Pero el tiempo pasa y se termina por mirar por el retrovisor de la memoria haciendo balance de aquel gran trabajo y todo lo que ello supuso, por lo que viajamos desde el cielo de Londres al cielo de Madrid, encontrándonos en la azotea del Círculo de Bellas Artes el pasado 21 de julio, donde se reunieron artistas del panorama nacional para rendir un homenaje de altura al disco. Pájaro Sunrise se encargó de abrir el concierto con ‘You really got to hold on me’, perteneciente originalmente a The Miracles pero bien llevada al terreno Beatle dentro del segundo disco de la banda británica “With the Beatles”, el grupo  de Yuri Méndez se despedía del escenario interpretando ‘Maggie Mae’ y daba paso a Coque Malla, que se lanzó con ‘One after 909’ y ‘Across the Universe’. El público –con entradas agotadas a las pocas horas de salir a la venta– disfrutó de cada una de las versiones. Ahora era el turno de Miss Caffeina y ‘Maxwell’s silver hammer’, una jóven y prometedora banda capitaneada por Alberto Jiménez, que tuvo tiempo para contarnos cómo llegó él la música de The Beatles, su disco de cabecera o lo que puede llegar a unir las canciones:

“El disco que más me gusta es ‘Abbey Road’, y si me tengo que quedar con un tema de toda la carrera de The Beatles sería ‘Across the Universe’, que no es de Paul McCartney, y eso que es mi favorito. Eran tan ‘conejos’ a la hora de hacer canciones en un corto espacio de tiempo que no puedes quedarte sólo con uno. Han pasado por tantas fases diferentes… yo me quedaría con la etapa final del grupo. ‘Let it be’ –explicaba a la grabadora– me llegó hace poco, la verdad, porque soy bastante joven. Tenía bastantes singles en vinilo de mis padres, sobre todo de la primera época, y este disco lo tuve cuando empecé a coleccionar la discografía que salió hace poco remasterizada. Interpretamos, ‘Maxwell’s silver hammer’; nos dieron a elegir entre varias y aunque esta no aparece en ‘Let it be’ decidimos seleccionarla porque queríamos hacer alguna atípica. La hacemos de manera fiel pero un poco más rock and roll. Además nosotros nunca hemos hecho una cosa así de tocar en una azotea, cuando lo vi en vídeo por primera vez, en la antología en DVD, me parecía que estaban locos, como todo lo que hacían, como pioneros que eran. Toda la música que ha venido después de The Beatles ha tenido influencias. Es una cosa que está ahí y está tan presente en todo el mundo que a la hora de hacer música, sale de dentro”.

La noche ya caía sobre la ciudad y el concierto llegaba a su ecuador con Tulsa, que se marcaron unas movidas y excelentes versiones: ‘Come on and get it’, una rareza grabada exclusivamente por McCartney en las sesiones de “Abbey Road” una mañana que se presentó el primero en el estudio; finalmente formó parte de la banda sonora de la película “The magic christian” y fue popularizada por el grupo Badfinger en 1969. Con ‘I me mine’ se pudo ver a una Miren Iza muy eléctrica y con ‘Oh darling’ se bajaron de las tablas dejando guitarras bajo los focos.

Lovely Luna.


Xoel López y Félix Arias, o lo que es lo mismo, Lovely Luna, llevaron a su terreno en primer lugar ‘Don’t let me down’ y terminaron con ‘Dig a pony’, pero la sorpresa vino con la segunda canción seleccionada por el tándem, sacándose de la manga una brillante y especial versión de ‘All thing must pass’ perteneciente al exitoso y tripe vinilo de George Harrison titulado de igual manera que la canción y lanzado al mercado en 1970, tras la disolución del grupo. Havalina tomó el relevo interpretando la acelerada ‘Digg it’ y ‘For you blue’, pero hubo tiempo para conversar con Manuel Cabezalí, vocalista de la banda madrileña:

“Let it be’ es un disco muy irregular, pero contiene muy buenas joyas. Supongo que ‘Get Back’, ‘I me mine’ y ‘Across the Universe’ son verdaderos temazos, redondos, de esos que aunque hayas escuchado una sola vez, se quedan para siempre en tu cabeza. Por lo que a mi humilde opinión respecta, quizá sólo me quedaría con unas cuantas canciones, y tampoco considero que haya una unidad fuerte que justifique todo ello. Supongo que en cierto modo es algo así como un disco que expresa muy bien las circunstancias (difíciles) que atravesaba la banda. Siempre me ha hecho mucha gracia esa portada. Es ya tan mítica que prácticamente nadie se fijará en ella, pero yo lo que veo ahí es un grupo separado por individualidades y egos. No sé, siempre he querido ver a una banda como a un todo, no como a una suma de las partes, y supongo que los Beatles, en cierto punto, se convirtió, al menos emocionalmente, en una suma de las partes. Creo que la azotea del Círculo de Bellas Artes tiene una de las mejores vistas de Madrid, y para alguien que ha vivido la casi totalidad de su vida en Madrid, y que se siente muy madrileño, poder tocar ahí es como cumplir otro pequeño sueño, como uno de esos días que quedan en tu recuerdo con su pequeña Polaroid. Me gusta mucho versionear canciones que en sí dejan mucho espacio para la improvisación y la interpretación. En Havalina nos gusta mucho llevar las cosas a nuestro terreno de manera descarada. En este sentido, canciones como ‘Dig it’, que son prácticamente bocetos, o cosas sencillas como ‘For you blue’ que muestran una simple rueda de acordes muy simple, dejan la puerta abierta a todo tipo de interpretaciones. Hará cosa de un año y medio montamos otra versión de los Beatles, del ‘White Album’, ‘Why don’t we do it on the road?’, y fue tremendamente excitante llevárnosla tanto a nuestro terreno, hacerla completamente nuestra”.

En un ambiente caldeado, caras conocidas y músicos esperaban expectantes a los siguientes protagonistas de la noche. Y allí se presentaron Lourdes y sus chicos de Russian Red para ponerle una bonita estampa al ya animado escenario con ‘Let it be’, que a pesar de unas complicaciones técnicas terminó por arrancar los más sonoros aplausos. Vetusta Morla continuaron encendiendo el recital, se les esperaba con muchas ganas y no defraudaron; ‘Two of us’ y ‘I’ve got a feeling’ coreadas y bien recibida fueron, en la recta final, la antesala de lo que continuarían Juan Aguirre y Eva Amaral, clausurando el espectáculo con una emotiva ‘The long and widing road’ que ya de por sí contiene una elevada carga emocional en su versión original pero con su lectura, Amaral consiguió hacerla todavía más delicada. Juan Aguirre nos cedió su tiempo para debatir sobre la producción de Phil Spector y la versión «naked», así como su opinión personal sobre George Harrison y el legado de los Beatles:

“No quiero que suene excluyente, pero me gusta particularmente George Harrison. Sus canciones me parecen de las mejores aunque no fuera el que más componía, y me impresiona mucho su concepción de la guitarra, de lo que es un guitarra en una banda de rock. Tiene la nota justa en el momento adecuado, cuando hace una canción logra que con su sonido sea fácilmente reconocible. Sus canciones me parecen flipantes, como ‘While my guitar genlty weeps’, que es una de mis preferidas. Esto no quiere decir que no admire mucho a John y a Paul. Respecto a la producción, yo soy muy fan de Phil Spector, eso de entrada. Me parece que tiene una forma muy personal y muy suya de ver las canciones, pero luego el ‘Let it be naked’ también me interesa y seguro que si ahora llega a aparecer una versión del disco con piano y una acústica, me iban a gustar también, porque son grandes canciones. A mí, de muchos discos míticos que tengo en casa, me gustaría tener diferentes versiones con diferentes mezclas y distintos productores. Pero hay gente que dice que la producción de Spector es demasiado ampulosa con los arreglos orquestales… que a mí me encantan. Pero no quiere decir que luego no puedas tocar ‘The long and widing road’ con una guitarra y un piano, que de hecho lo vamos a hacer así esta noche. Eva me comentó que a ella le llega más el ‘Let it be naked’. Me encanta también el Phil Spector con Ramones que son mundos contradictorios y, sin embargo, fue muy grande lo que hicieron juntos. Es grande, tío, muy grande, inventó una manera de sonar. Todo lo que pasa con los Beatles parece que lo has visto antes, porque como ha estado ahí desde siempre, que o bien lo has visto en la tele o en una fracción de segundo que hablan de ellos o les has visto en una foto… o un amigo tuyo te ha puesto un vídeo. Los Beatles están ahí, son universales. Cuando vi la actuación completa en la azotea me pareció que ya lo había visto antes, que esto se había hecho antes y que es algo como que han hecho los dioses. Ninguno de nosotros, aunque soy mayor que Miss Caffeina o Havalina, ha vivido los sesenta, y éramos fans y flipábamos con ellos. Nos ha llegado más tarde, y eso es lo asombroso, que haya un grupo de bandas, cada una a su rollo, y que coincidamos todos haciendo esto”.

Poniendo la guinda a la noche, sonaba ‘Get back’, con Amaral y Havalina, un mano a mano muy rockero y contundente con tintes blues que le ponía Eva con la armónica. De esta colaboración habla Juan Aguirre:

“Get back’ la hicimos hace unos días en la sala Oasis, en Zaragoza, y para esta ocasión la vamos a hacer con los chicos de Havalina. Una broma que se nos ocurrió a Manu [Manuel Cabezalí] y a mí porque hacemos una especie de grupo los dos que podíamos llamar Havaral o Amaralina. Está bien, porque es una buena excusa para tocar con gente distinta. El hecho de no ser un grupo cerrado, solamente dos, que Eva toque la batería… pues nos hace que muchas veces toquemos con gente distinta. Es como un aprendizaje continuo con otros músicos. Es algo acojonante”.

Con estas últimas declaraciones, y de manera similar al cierre del propio “Let it be”, la aguja salta pero antes de hacerlo, suena la frase “Regrese a donde usted perteneció alguna vez”.

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