LIBROS
«Páginas que crean suspense y trazan las palabras con elegancia y emoción»
Mo Daviau
Lena y Karl
BLACKIE BOOKS, 2019
Texto: CÉSAR PRIETO.
Imagine el lector que puede asistir a cualquier concierto que le apetezca en cualquier momento. No de la actualidad, no, de cualquier momento de la historia. Y sin hologramas, en vivo. Para el aficionado a la música sería el summun. Ahora, que puede acceder a cualquier canción y cualquier vídeo, sentir la excitación y la energía de escenarios históricos completaría la infinita biblioteca musical a disposición del mundo. Pues bien, esta es la premisa de la que parte la californiana Mo Daviau, que se estrena en la novela con esta posibilidad como tema.
Dotada de un arranque en la más pura tradición del tópico estadounidense, la novela se desliza después entre narrativa fantástica a lo Wells, obsesión por la música a lo Nick Horby y trazos apocalípticos como los de JG Ballard. Karl Bender es un antiguo componente de The Axis, un grupo de cierto éxito en los 90. Tras la disolución del grupo, y con una vida marcada por el desorden y la ausencia total de habilidades para buscar pareja, decide montar un bar. Wayne DeMint es un cliente habitual, fascinado por la música, que con el paso de los años se convierte en un amigo íntimo, hasta el punto de apenas salir del bar.
Cierto día, buscando una bota en su desorden habitual, descubre en su armario un agujero de gusano que le permite viajar en el tiempo, y aprovecha este pequeño tesoro para organizar expediciones, previo pago, en los que sus amigos pueden asistir a su concierto favorito. Un ordenador en el que se establecen coordenadas de espacio y de tiempo es el billete para el viaje. Pero hay un problema. Wayne convence a Karl para que le permita viajar para salvar a John Lennon, pero a la hora de marcar las coordenadas hay un despiste: la rapidez hace que en 1980 falte la primera cifra y Wayne se encuentra en el Nueva York del 980, dentro de lo que será Central Park.
Como la comunicación por móviles es posible, Wayne escribe que han de conseguir un astrofísico. Y entonces aparece Lena, que aparte de intentar doctorarse es devota de la música indie, y por tanto seguía a The Axis, sobre todo a su magnético cantante, Milo. A partir de ese momento los conciertos quedan aparcados y los protagonistas se dedican a desplazarse para asistir a momentos impactantes de su vida —tiernos o duros—, y llorar nostálgicamente por ellos.
Hasta este momento, el texto es divertido y levemente triste, pero Mo Daviau decide poner la directa y la trama se escinde en varios escenarios, bien conectados entre sí por los personajes, pero no por las ambientaciones. Hay una gira de reunión de The Axis, el mundo futuro es un caos, Karl tiene contacto con su antigua novia… Y en cada uno de estos escenarios, el tono cambia; quizás, como primera novela que es, Daviau quiera abarcar demasiadas caras de un polígono. Tratar lo sentimental, la novela de catástrofes, la ciencia ficción clásica, la novela de rock…
Tampoco la plantilla científica parece del todo verosímil —aunque esto es un tanto indiferente; al fin y al cabo es ficción—, y hay un cierto enredo entre los contactos de Lena y Karl en el pasado y en el futuro, que se van abriendo y borrando cada vez que se ven y tienen vidas diferentes a las de unas páginas atrás. En todo caso es una novela enormemente disfrutable, aunque irregular, con páginas que crean suspense y trazan las palabras con elegancia y emoción, diálogos chispeantes y páginas de comedia urbana que tienen verdadera prestancia.
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Anterior crítica de libros: Jimmy Page, la biografía definitiva, de Chris Salewicz.