Le Punk es uno de los últimos grandes grupos del rock español. Supervivientes, noqueadores de adversidades, los del madrileño barrio de Alameda de Osuna continúan labrando una notable trayectoria que ahora repasamos disco a disco.
Texto: JUANJO ORDÁS.
Cuando el mítico grupo del underground madrileño Buenas Noches Rose dejo de existir, Alfredo Fernández (su principal compositor y guitarrista junto al Pereza Rubén Pozo), debió de sentirse cabizbajo. Con ellos vivió un sueño de juventud, un moderado éxito que de pronto desaparecía ¿Quién le iba a decir que el verdadero grupo de su vida le estaba esperando a la vuelta de la esquina? Le Punk comenzó como una aventura secundaria que disco a disco se convertiría en un nuevo orgullo del rock español. Junto al brillante guitarrista y compositor Joe Eceiza y el sólido bajista Dani “Patillas”, Alfredo destaparía de nuevo el tarro de las esencias e inspiración, juntando sus composiciones con las de sus nuevos compañeros en una mezcla única. Hoy, junto al batería Ignacio Labrador y una sección de viento denominada Les Lepunkettes (proveniente de las filas del grupo No Reply), Le Punk se consolida como una banda esencial para aquel que guste del rock and roll empapado de swing y tango. Buena ocasión para acercarse a ellos con motivo de la edición digital de «Volumen I», su primer recopilatorio, que no se vende, sino que se escucha en su web de forma gratuita.
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«La logia de la canalla»
(Zero Records, 2003)
El primer disco de Le Punk fue una grata sorpresa, una sorprendente mezcla de rock tabernero, tango y folk centroeuropeo. Una rica combinación que el grupo supo ordenar de forma lógica y consistente, ¡un gran mérito si tenemos en cuenta las diversas influencias que aglutina! Lo que empezó como un divertimento entre amigos acabó siendo un disco de debut realmente gratificante. Ritmos densos a lo Tom Waits (‘Chucho’), cabaret (‘El delito del amor’, ‘La noria’), tango (‘Veneno’), melancólico pop (“Tristeza”) y swing (“Así me va”) articulan “La logia de la canalla” y articularían también el futuro “No disparen al pianista”. Los arreglos juegan en varias ocasiones con sonoridades centroeuropeas, gitanas, balcánicas, aunque también mediterráneas. Paleta sonora que Bunbury (“Pequeño) y Loquillo (“Con elegancia”) ya habían trabajado años antes pero llevada a un distinto nivel, más irónico y granuja. La influencia de Malevaje, el mayor exponente español del tango, es plena.
Pero si hay algo que destacar en Le Punk, al margen de su rica música, son sus letras. Su lírica irónica e inteligente encuentra pocos rivales en nuestro rock. Se puede tomar cualquier tema de su cancionero como ejemplo. Y es que, desde sus inicios hasta la actualidad, tanto Joe Eceiza como Alfredo Fernández (o a nivel grupal) se han encargado siempre de firmar letras maestras.
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«Dos puñaladas a Gardel y otros tres delitos»
(Zero Records, 2004)
EP de escasa duración en el que la banda se acerca al repertorio de Gardel (‘Alma en pena’, ‘Ventarrón’), dos temas nuevos como son la bonita ‘Tienes razón’ (una de las escasas canciones firmadas por Dani “Patillas”) y la desnuda ‘Amelia’. Cerrando esta pequeña colección ‘Tango en Skai’, una pieza instrumental del guitarrista clásico Roland Dyens.
«Dos puñaladas a Gardel y otros tres delitos» es un trabajo corto y entretenido, aunque para nada esencial dentro de la trayectoria de Le Punk, pues no contiene ninguno de sus temas más representativos. En 2006 fue reeditado por EMI como complemento a «La logia de la canalla».
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«No disparen al pianista»
(EMI, 2006)
Tiempos oscuros. Sin perder su fino cinismo, Le Punk se muestran más tristes que en su debut. No se apagan, de hecho arden, pero con un poso de melancolía muy marcado que hace de “No disparen al pianista” su disco más taciturno, más apesadumbrado.
Se vuelva a abrir con un ritmo pesado, en este caso el de ‘La piedra’, un clásico del repertorio del grupo que reivindica la fuerza del débil, marcando la temática del trabajo. Incluso temas explosivos como el swing ‘La virgen de la soledad’ o el himno alcoholico ‘Compañeros’ acompañan sus vivas músicas con frases llenas de amargura. Pero que nadie se equivoque, las canciones no solo eran muy buenas, sino excepcionales en la mayoría de los casos. Buen ejemplo de ello son las tres citadas, el pop perfecto de ‘Vivir sin recordar’ (¡otro clásico que hay que escuchar y que Deluxe versionearía!), o el acido cabatert de ‘Vivimos solos’.
Una marea de desconsuelo que acaba por consolar, dando forma a otro gran disco para el cual llegaron a incorporar fugazmente como teclista a César Pop.
Así mismo, la política aparece en el sumario de la banda mediante cuatro temas: ‘El telón’ –con la colaboración de su idolatrado Antonio Bartrina (Malevaje)–, ‘El enemigo equivocado’, ‘La lucha está perdida’ y ‘Canción para Europa’. Y todo sin hablar de ideologías concretas ni repartir panfletos musicales, simplemente siguiendo la vereda que el disco marca, la resistencia del frágil.
En directo, no obstante, parecían perdidos. Sin saber exactamente hacia dónde dirigirse. No había más que verlos en escena para darse cuenta que el verdadero núcleo duro de la banda (Dani Patillas, Alfredo Fernández y Joe Eceiza) iba por un lado y Tuli (clarinete, saxo) y el ya citado César Pop por otro (el primero fue batería original de Pereza y junto al segundo regresaría a la banda de Rubén y Leiva).
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«Mátame»
(La Fábrica de Chocolate/Warner, 2008)
Paso de gigante respecto a sus anteriores obras. El grupo ha sido despedido de la multinacional EMI, Tuli y César Pop abandonan y el núcleo duro enseña los dientes. Respaldados por Nacho Labrador (¡su primer batería estable!), Daniel, Alfredo y Joe se marcan el mejor disco de su carrera. La corpulenta producción de Juan de Dios (Deluxe) sirve canciones de fuertes mimbres. Apoyándose en Les Lepunkettes (sección de viento proveniente de la banda No Reply), Le Punk graban un disco más americano que los anteriores, centrado en el sonido New Orleans (‘Te llevo en el corazón’), en el soul (‘De que madera estás hecho’) e incluso tejen uno de los temas fundamentales en torno a la influencia de Dylan (la magnánima ‘La canción del soldado’, del siempre fino Alfredo), aunque también reinciden en los terrenos que dominan, en el swing (‘El hombre santo’), el blues de club cabaretero (¡qué gran bajo el de Daniel en ‘La rosa culebra’) y en el folk rock europeo (la crítica ‘Europa’, con rap incluido; la combativa ‘Partisanos’). Por cierto, Eceiza canta y firma dos grandes temas (‘Sirena desafinada’ y la crepuscular ‘He vuelto a amanecer’), aunque en «Mátame» resulta imposible destacar un tema sobre otro. Las guitarras y los vientos se doblan creando melodías, Alfredo muestra una voz más hermosa que nunca (más agrietada, con mucho «feeling») y la consistencia del disco se muestra a años luz de la media española. Los tintes políticos desaparecen (tan solo se dan en ‘Europa’), ahora toca hablar de los sentimientos, lo más universal que existe.
Tras su primer y festivo single (‘Quién se acuerda de mi (desnudo e invicto)’), el grupo regrabó ‘Te llevo en el corazón’ como segundo sencillo bajo la batuta de Enrique Bunbury, quien también aportó su voz (la portada y sesión de fotos venían firmadas por José Girl, pareja del maño, quizá de ahí la conexión).
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«Volumen I»
(Autoeditado, 2009)
Nuevos planes para un grupo que se encuentra artísticamente en su mejor momento. No solo comienzan a gestionar su propia web, sino que regraban una selección de sus mejores canciones para que cualquiera pueda escucharles de su propio «site». No, no se puede comprar, para escucharlos hay que conectar con su web, aunque sería de agradecer que trabajaran en una edición descargable para que cualquier pueda llevárselo donde quiera.
La banda se ha fusionado con Les Lepunkettes (Álex, Fer y Franky) de tal manera que parece que la sección de viento les lleva acompañando toda la vida. Las canciones han sido remozadas con nuevos arreglos e interpretaciones. La emblemática ‘La piedra’ suena más feroz que nunca, ‘Así me va’ se rockeriza tan salvajemente que seguramente a Loquillo le encantaría cantarla y ‘Enemigo equivocado’ se desboca. Todas las canciones suenan distintas, sin traicionar el espíritu original, pero añadiendo matices, detalles e incluso motivos principales.
Y tras este, llegará un «Volumen II» en el que ya se encuentran trabajando, después una tercera parte dedicada a las versiones y, finalmente, nuevo disco. Aunque, por ahora, hay que disfrutar de esta lujosa selección.
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Desde aquí puedes visitar la web de Le Punk.