Salas de conciertos de todo el país se han unido para denunciar su grave situación mediante la iniciativa ¿El último concierto? Afirman que se han unido para celebrar el que podría ser un último concierto si la administración no toma las medidas necesarias tanto económicas como políticas y así evitar la desaparición de este entramado de equipamientos culturales imprescindibles para el desarrollo de la carrera de los artistas y de la vida cultural de nuestro territorio.
El 18 de noviembre 60 salas de conciertos de toda España emitirán en streaming un concierto, a partir de las 20 horas. Toda la información en ElÚltimoConcierto.com.
«La desaparición de salas es ya una triste realidad causada por la pandemia, pero sobre todo por la falta de acción y voluntad política de la administración que en este momento no es lo suficientemente consciente de que, como uno de los sectores más afectados por la crisis donde la mayoría de los espacios no han podido abrir sus puertas todavía, necesitamos una atención proporcional a nuestro grado de afectación si no queremos encontrarnos con un empobrecimiento y la desertificación cultural de nuestro territorio que por desgracia puede ser irreversible», se lee el comunicado.
«Hace casi ocho meses que prácticamente el 100% de las salas están cerradas y solo algunas pueden hacer conciertos en directo, con una drástica reducción de la capacidad condicionada por la distancia física, que reduce sus aforos a menos del 30% y con la prohibición de ejercer la actividad natural del baile que caracteriza a la mayoría de ellas».
Añaden que al gran mayoría de las salas no podrá sobrevivir en estas condiciones de endeudamiento progresivo más allá del 2020, a no ser que puedan recuperar la actividad en unas condiciones mínimas que no provoquen más pérdidas que las actuales, o que la administración escuche las medidas de choque que se proponen para reducir los gastos mensuales y que asignen ayudas económicas para compensar las pérdidas adquiridas hasta el momento. Las salas piden unas medidas de hibernación de los gastos y un sistema de compensaciones económicas proporcionales al grado de afectación que el sector está sufriendo desde hace ocho meses.