«Lo que estamos sugiriendo es que eres NECIO si compras o no un disco simplemente como consecuencia de su portada. Esto es una estafa»
A Hipgnosis, el equipo de diseñadores discográficos más destacado de los setenta, en 1978 se le acaba el tiempo. Pero se les ocurrió la portada más increíble que se pueda imaginar. XTC la aceptaron encantados.
Una sección de XAVIER VALIÑO.
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Diseño: Hipgnosis.
Fotografía: Dave Eagle.
Fecha de edición: 6 de octubre de 1978.
Discográfica: Virgin.
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“Esta es una PORTADA DE DISCO. Este texto es el DISEÑO de la portada del disco. El DISEÑO está para ayudar a VENDER el disco. Intentamos llamar tu atención sobre él y animarte a escogerlo. Cuando lo hayas hecho puede que te decidas a escuchar la música, en este caso el disco de XTC ‘Go 2’. Después queremos que lo COMPRES. La idea es que cuantos más de vosotros compréis este disco, más dinero harán Virgin Records, el manager Ian Reid y los propios XTC. Para los citados esto se conoce como PLACER. Un buen DISEÑO de portada es aquel que atrae a más compradores y proporciona más placer. Este texto está intentando atraerte tanto como una ilustración llamativa. Está diseñado para hacerte LEERLO. A esto se le llama seducir a la VÍCTIMA, y tú eres la VÍCTIMA. Aunque si tienes una mente libre, ¡deberías DEJAR DE LEER AHORA! Porque lo que buscamos es que sigas leyendo. De esta forma, es un TRUCO DOBLE porque si de verdad lo dejas estarás haciendo lo que te decimos, y si sigues leyendo estarás haciendo lo que queríamos desde el principio. Cuanto más leas, más estarás cayendo en este sencillo método de contarte exactamente cómo funciona un buen trabajo de diseño. Son TRUCOS y este es el peor ARDID de todos porque te describe el TRUCO mientras intenta ENGAÑARTE, y si has leído hasta aquí, entonces habrás sido ENGAÑADO pero no lo hubieras sabido a menos que hubieras leído hasta aquí. Al menos te lo estamos diciendo directamente en lugar de seducirte con una imagen visual hermosa u obsesionante que puede que no te lo diga. Te estamos dejando saber que debes comprar este disco porque en esencia es un PRODUCTO y los PRODUCTOS están para ser consumidos y tú eres un consumidor y este es un buen PRODUCTO. Podíamos haber escrito el nombre del grupo en una tipografía especial que lo hiciese destacar y que hubieses visto antes de leer este texto y posiblemente lo hubieses comprado de cualquier manera. Lo que estamos sugiriendo es que eres NECIO si compras o no un disco simplemente como consecuencia de su portada. Esto es una estafa porque si consientes entonces probablemente te haya gustado este texto –que es el diseño del disco– y por lo tanto el disco que contiene. Pero nosotros solo te hemos advertido sobre ello. Una estafa es una estafa. Un buen diseño de una portada podría ser considerado aquel que te empuja a comprar el disco, pero eso nunca te sucede de hecho a TI porque TÚ sabes que es el diseño de un disco. Y esta es la PORTADA DEL DISCO”.
Nada más sencillo para intentar vender un disco. Nada más claro. Directo y al grano. Sin paja. Sin ilustraciones ni fotografías. Sin engaños –supuestamente–. Con un simple texto blanco sobre fondo negro. Justo lo que todas las portadas de discos persiguen, aunque nadie nunca lo hubiese expresado tan claramente con anterioridad. Tuvo que ser la compañía Hipgnosis quien lo hiciera, imitando justo la parte artística de aquellos que habían llegado para sacarlos del medio.
El huracán Sex Pistols también arrasó con ellos. Y de qué manera. En la puerta de al lado vislumbraron su fin. Hipgnosis empezó a escuchar su música cuando los Sex Pistols se trasladaron al edificio contiguo para sus primeros ensayos. Poco después, con la edición de su primer single y, más tarde, de su elepé de debut, los dos socios de Hipgnosis ya eran conscientes de que su tiempo se había acabado. Duraron seis años más, pero nada volvería a ser igual.
En 1982, Po y Storm Thorgerson, los dos socios fundadores y responsables de Hipgnosis, echaron el cerrojo a su creación. Alegaron varias razones, pero la más decisiva estaba bien a la vista. Después trabajarían en otros campos e incluso Storm volvería a las carátulas de discos a finales de los ochenta. Sin embargo, su época más gloriosa y por la que se les recuerda, la vivieron en la década de los setenta, la que los convirtió en el equipo más importante de cuantos se han dedicado al diseño de portadas en el mundo del rock.
Aubrey Powell lo describe perfectamente: “La música que salía de su atestado local de ensayo chocaba horriblemente con las delicadas armonías de Crosby, Stills & Nash que se escuchaban en nuestro estudio. A diario sentía una actitud malévola por parte de su manager, Malcom McLaren: nosotros estábamos acabados, ellos eran el nuevo orden”.
Seguramente la táctica más astuta de McLaren fue demonizar a los dioses del rock de la era previa al punk. Sin ir más lejos, a Johnny Rotten se le recuerda con una camiseta en la que se leía “Odio a Pink Floyd”. La repulsa del punk hacia el rock progresivo creó un nuevo género musical: los dinosaurios del rock. Y en esta categoría se podía incluir a Pink Floyd, Led Zeppelin, Genesis y cualquier otro miembro de la hasta entonces intocable aristocracia del rock, muchos de los cuales eran los clientes habituales de Hipgnosis.
Aunque no se quisieran dar por aludidos, su influencia acabó por empaparlos. Cuando se publicó el disco «Go 2» de XTC, su carátula estaba totalmente cubierta por un texto que suplía a cualquier imagen y que parecía haber sido diseñada por el responsable de las portadas de Sex Pistols, Jamie Reid. Nada más lejos de la realidad: detrás estaba el «viejo orden», Hipgnosis, utilizando inteligentemente un recurso de la nueva generación e inédito en ellos. En él se podía leer entre líneas otra señal que indicaba que nada volvería a ser igual.
Probablemente sin la incorporación de Peter Christopherson como socio esta portada nunca se hubiese hecho. El componente de Throbbing Gristle hasta su muerte en 2010 apareció un buen día de 1974 por el estudio de Hipgnosis harto de su empleo en el depósito de cadáveres de un hospital, pidiendo una oportunidad. Empezó como asistente, necesitados como estaban de alguien que les ayudase con la iluminación y la impresión, algo que no era su fuerte. En 1978 lo hicieron socio al quedar impresionados con su trabajo, siendo conscientes también de que les conectaría con una generación más joven que la suya.
Así fue en este caso, cuando XTC [en la foto] decidieron contar con sus servicios. Además de los tres socios, también colaboró en la portada Andy Partridge, líder de XTC. El estudio de Hipgnosis en la calle Denmark de Londres, sucio y desordenado, que otros evitaban, a Partridge no le incomodó lo más mínimo. Empezaron discutiendo varias ideas, que el grupo rechazó, pero todo aquello cambió en el momento en que uno de los componentes del grupo pisó un trozo de papel desechado. En él había un boceto de un diseño de portada pensada para Pink Floyd en primer lugar y para 10cc después. Era todo un golpe de gracia: una portada encontrada en el caos del suelo de un estudio del Soho.
Aquel diseño hablaba de las incoherencias de las cubiertas de los discos. Por aquel entonces, Storm Thorgerson, generalmente el responsable de la parte creativa de la compañía, había llegado a hartarse por momentos de su trabajo con las portadas y de lo que estas representaban, así que solo le motivaba intentar hacer algo novedoso. Según él, la mayor influencia en este caso fue la de R. D. Laing, un psiquiatra escocés que escribió habitualmente sobre enfermedades mentales, especialmente la psicosis. Laing es conocido por sus teorías sobre las causas de las perturbaciones mentales y fue asociado habitualmente con el movimiento anti psiquiátrico, aunque él no se encontraba nada cómodo con tal epíteto.
El hecho de que otros grupos hubieran rechazado aquel borrador hizo que el interés de XTC aumentase: si a bandas como las mencionadas no les gustaba, entonces sí que servía para ellos. Aquel humor retorcido, sus contradicciones inherentes y su clara crítica despectiva les llamaban poderosamente la atención. También les gustó especialmente el sarcasmo y la actitud agresiva de un diseño aparentemente fácil, que simplemente contenía un texto mecanografiado en un trozo de papel. Partridge llegó a definirlo como “el anticristo de todas las portadas de discos. Porno/tipográficamente perfecta. Obscenamente obvia”.
Se trataba de un gesto de auto-sabotaje, sin mencionar el ataque directo a las compañías de discos y su comercialidad enrevesada: en él se le decía claramente al comprador que le habían pillado, pero que este no lo descubriría hasta que el engaño se hubiera completado, aunque probablemente hubiera sido consciente de todo ello desde un principio.
La idea parecía fácil, pero no lo fue en absoluto su realización, y llevó meses llegar al resultado final. Primero se escribió a mano, después se mecanografió y se dispuso en un cuadrado blanco. Lo alargaron y lo negativizaron. No quedaba bien en el recuadro. Se escribió de nuevo y volvieron a hacer el proceso. No les gustó el tamaño de la letra y de las líneas. Lo volvieron a intentar, y en esta ocasión no estaban seguros del color blanco de las letras sobre el fondo negro. Lo intentaron con muchos colores, a veces en positivo, otras en negativo. Al final decidieron volver a la primera combinación. De repente, todos estuvieron de acuerdo en que era la que más impacto generaba.
La misma línea de la portada del disco seguía también el texto de la contraportada del vinilo (al final de este texto) y, también, la portada y parte interior del casete, además de los posters, camisetas, anuncios y envíos promocionales con su biografía. No solo eso, sino que las etiquetas del vinilo también incorporaban un texto en el que se hablaba precisamente de mantener la coherencia con el resto del producto, al tiempo que incorporaban los créditos de cada una de las dos caras del disco. Años después, la misma línea argumental se mantuvo al ser editado en disco compacto.
En el interior sí había algo distinto: un mapa de la ciudad de Swindon con algunas localizaciones geográficas resaltadas, aunque conservando el blanco y negro y la tipografía mecanografiada. Ese mapa se presentaba como el plano Moulding de “Swindon”, o sea, el plano de su ciudad a cargo de Colin Moulding, su bajista. Los lugares señalados hacían referencia a lugares de recreo, educación, fechorías, alucinaciones, trabajo, nacimiento, auto-abuso, pérdida de la virginidad… Además, se incluía un poema de Andy Partridge titulado ‘Fifties kitchen curtain’ (Cortina de cocina de los años cincuenta), una serie de imágenes que se suponen retrataban la vida de Barry Andrews y una última imagen que, por descarte, tenía que representar al cuarto componente de XTC entonces, Terry Chambers, aunque no se mencione expresamente.
A pesar de su rompedor diseño, que no fue respetado en Francia [la portada es la que ves aquí arriba] y Yugoslavia, donde pusieron un retrato del grupo en la cubierta, este fue el disco de XTC menos vendido de su trayectoria. Si CBS tenía entonces estudios que indicaban que las ventas de un álbum podían dispararse un 20% en función de su portada –y en ello Hipgnosis eran probablemente los mejores–, en este caso no funcionó. De todas formas, habría que valorar cuánto tuvo que ver en ello la música de un disco que está considerado como el más flojo del grupo y que se lanzó apresuradamente para aprovechar el tirón del éxito de su debut.
“Esta es la contraportada de una PORTADA DE DISCO. El número de catálogo es V2108. Este texto es el DISEÑO de la parte posterior de la portada. Este diseño no es como el de la parte FRONTAL. Su objetivo es proporcionar información sobre el DISCO y el DESPLEGABLE INTERIOR en lugar de tratar de venderlo siendo impactante o inteligente o cualquiera de esas cosas. Lo hemos mantenido en el mismo estilo para que todo el embalaje tenga una sensación de IDENTIDAD sea cuál sea la forma en que lo veas. El disco es de XTC. Este es su segundo álbum. No vamos a intentar describir su música porque todo lo que tienes que hacer es ponerlo y la podrás describir por ti mismo. XTC está compuesto por Andy Partridge, Barry Andrews, Colin Moulding y Terry Chambers. Hemos puesto fotografías de ellos debajo porque está considerado como comercialmente sensato y útil en la creación de su imagen. Y si sientes alguna curiosidad puede que te resulte interesante ver cómo son los músicos realmente. Y hay más fotografías y palabras en el interior que sólo se pueden ver si lo compras todo.
Mucha gente piensa que es útil y conveniente conocer algunos detalles acerca de las canciones del disco dentro, así que aquí están: 1. Meccanik Dancing (Oh We Go!) 2. Battery Brides (Andy Paints Brian) 3. Buzzcity Talking 4. Crowded Room 5. The Rhythm 6. Red 7. Beatown 8. Life is Good in the Greenhouse 9. Jumping in Gomorrah 10. My Weapon 11. Super-Tuff 12. I am the Audience. Puede que también estés interesado en saber que el disco fue producido y dirigido por John Leckie con los ingenieros ayudantes Haydn Bendall y Pete James en Abbey Road, así como Andy Llewelyn y Jess Sutcliffe en Matrix, y que las fotografías de los primeros años de Barry son de Dave Eagle. Tenemos que repetir el número de catálogo del interior por razones burocráticas y aquí está: V2108.
Por último, nos gustaría dejar claro que este es un producto de la compañía Discos Virgin, en parte porque ellos quieren que nosotros lo hagamos y en parte porque es un mandato legal. La oficina central de Discos Virgin se encuentra en Vernon Yard, en la Calle Portobello, Londres W.11., y ha sido producido por Discos Virgin en 1978 y la propiedad artística es de la Editorial Musical Virgin. Esta portada fue escrita y fotografiada por Hipgnosis e impresa en Inglaterra por la empresa James Upton”.
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Anterior entrega de Las mejores portadas del rock: Los Lobos, “La pistola y el corazón”.