Las mejores portadas del rock: The Velvet Underground & Nico, «The Velvet Underground & Nico»

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«Cuando el disco llegó de nuevo a las tiendas, el momento de The Velvet Underground & Nico ya había pasado. En el año de su lanzamiento, el disco no vendió más de 5.000 copias»

 

De nuevo, Xavier Valiño nos trae un disco mítico envuelto por una portada no menos mítica: el debut de The Velvet Underground, con diseño de Andy Warhol.

 

Una sección de XAVIER VALIÑO.

Diseñador: Andy Warhol.
Fotógrafo: Andy Warhol.
Fecha de edición: 12 de marzo de 1967.
Discográfica: Verve (MGM).
Productor: Bob Wilson.

No hay arte más efectivo que el más simple. Probablemente también sea el más complicado de crear para que no parezca ridículo. ¿Una banana en una portada? A priori, suena absurdo. Sin embargo, ese plátano se ha convertido en todo un fetiche clave de la historia del diseño, que llevó todo un verano idear y que, además, tuvo el resultado contrario al pretendido: perjudicar las ventas del debut de The Velvet Underground & Nico, un disco que entonces pasó casi desapercibido y hoy es reverenciado como un álbum decisivo en la historia del rock.

Resumiendo, se puede decir que la asociación de Andy Warhol con The Velvet Underground comenzó en 1965, cuando su amigo Gerard Malanga lo llevó a verlos actuar en un club del barrio de Greenwich en Nueva York. Convencido por la fotógrafa Barbara Rubin y con la determinación de su mánager Paul Morrisey de invertir en el mundo del rock para generar ingresos que compensaran las pérdidas de sus películas experimentales, Warhol se convirtió en el mánager del grupo. Les presentó a la cantante Nico, los tuvo en nómina durante un tiempo y pago su equipo, reteniendo a cambio el 25% de sus beneficios. Al mismo tiempo, The Velvet Underground pasó a ser la atracción central de sus espectáculos multimedia «The exploding plastic inevitable».

Aunque el disco de debut del grupo se grabó en tres sesiones que duraron menos de siete días, la portada requirió mucho más tiempo. En principio, el grupo quería reproducir en su cubierta frases escogidas de entre las peores críticas que habían recibido desde sus inicios. Aunque Warhol estuvo de acuerdo, su compañía discográfica lo vetó. La siguiente idea vino directamente de Warhol: mostrar en la portada fotos de pacientes que habían pasado por intervenciones de cirugía estética, principalmente de barbillas y narices, con imágenes del pre y postoperatorio. De nuevo, la compañía se opuso a un concepto que pensaba que perjudicaría su salida comercial.

El equipo que trabajaba con Warhol empezó entonces con lo que hoy se conoce como «tormenta de ideas», con la participación de todos los que se pasaban por allí, hasta que aquello degeneró en algo bastante obsceno. En medio del caos, alguien que nadie recuerda quién fue, sugirió lo de la banana. Warhol, que ya la venía utilizando con asiduidad sobre todo en sus películas, lo vio claro inmediatamente y empezó a darle vueltas.

El diseño llevaría el nombre de su responsable, Andy Warhol, pero no el del grupo, entonces desconocido, algo que a la compañía le pareció perfecto pues pensaban que ayudaría a que el disco tuviese más repercusión. Esa ausencia de otros nombres en la portada hizo que durante un tiempo se mantuviese una cierta expectación ante aquella música de origen aparentemente desconocido. También hubo quien creyó que Warhol había sido el productor del disco, cuando en realidad había sido Bob Wilson quien hizo ese trabajo, o que Warhol había sido el responsable de la música e incluso el guitarrista en las sesiones de grabación.

Para la imagen que finalmente acabó en la portada, Warhol tomó una fotografía de una banana que pasó posteriormente a un acetato. A continuación, continuó el proceso eliminando aquellas marcas o colores que no le gustaban o que le parecían poco naturales. Después la superpuso a una pantalla transparente, la fotografió de nuevo e imprimió varias copias hasta dar con la versión definitiva.

Su diseño no acabó ahí: la monda de la banana se podía pelar, retirándole una pegatina que la cubría, y en la parte superior del plátano colocó las palabras “Peel slowly and see” (“Pélala despacio y mira”). Al quitarle la piel se descubría una fruta de carne rosácea que tenía un claro simbolismo fálico. Su coste disparaba al alza el presupuesto del disco, pero la discográfica decidió asumir ese sobreprecio pensando que el nombre de Warhol en la carpeta lo compensaría. El plátano y el falo se convirtieron también en un símbolo de la contracultura, ya que por aquel entonces en determinados círculos se creía que se podía fumar como droga la piel seca de los plátanos.

El disco estaba ya acabado en noviembre de 1966 pero problemas con la manufactura de la portada impidió que se editase hasta marzo de 1967, ya que se necesitaron máquinas especiales para imprimir las pegatinas. Posteriormente, un empleado de la compañía Verve tuvo que invertir varias jornadas pegando las pegatinas por encima a cada funda. Las posteriores ediciones no llevaban ya la pegatina; además, desapareció el texto que invitaba a pelarlo e incluso en algunas se le añadió el nombre del grupo. Aquella primera edición «pelable» se cotiza hoy por encima de los 2.000 euros.

En la contraportada se dispuso una fotografía del grupo tocando en uno de los espectáculos «The exploding plastic inevitable», con la banda en primer plano y, al fondo, imágenes de la película de improvisaciones de siete horas del propio Warhol titulada «Chelsea girls». De nuevo, la elección de esa fotografía resultó desafortunada, ya que en ella aparecía el actor y bailarín Eric Emerson proyectado boca abajo, quien acababa de ser detenido por posesión de LSD. Acuciado por sus problemas financieros y necesitado de dinero para pagar su defensa, Emerson amenazó con demandar a la discográfica a menos que le pagasen, así que la compañía decidió retirar el disco de la circulación hasta que se pensasen cómo responder a la amenaza. Decidieron eliminarlo: primero se le puso encima de su cara una pegatina negra que lo ocultara para, después, borrarla directamente, con lo que la nueva edición se retrasó aún más. Cuando el disco llegó de nuevo a las tiendas, el momento de The Velvet Underground & Nico ya había pasado. En el año de su lanzamiento, el disco no vendió más de 5.000 copias.

Aunque es la portada más conocida hecha por Warhol, el artista diseñó otras cincuenta más. A mediados del siglo pasado ya trabajaba para el sello Blue Note, firmando cubiertas para discos de artistas como Count Basie, Thelonious Monk, Artie Shaw, Maurice Ravel, Johnny Griffin o Kenny Burrell. Tras este estreno en el mundo del rock llegarían otros trabajos para The Rolling Stones («Sticky fingers»), Paul Anka, John Cale, Diana Ross, Aretha Franklin, Debbie Harry e incluso Miguel Bosé. Sin embargo, aunque muchas veces se le ha señalado como el responsable del famoso logo de los labios de The Rolling Stones, su verdadero autor es John Pasche.

Desde la edición del disco de The Velvet Underground, la Fundación de Andy Warhol es quien ha venido explotando comercialmente el diseño del plátano. A principios del 2011, al enterarse de que la Fundación iba a licenciarlo a la compañía Incase para ser utilizado en fundas de iPad e iPhone, la empresa que lleva los negocios del grupo, de la que Lou Reed y John Cale son los principales socios, decidió demandarla. Su intención era que se declarase que la Fundación no ostentaba los derechos sobre el diseño. El juez no aclaró finalmente esa cuestión, aunque el grupo consiguió un compromiso por escrito de que la Fundación no los demandaría nunca por el uso del diseño.

De todas formas, lo más curioso de esta demanda venía en uno de sus fundamentos. En la misma se señalaba que la imagen del plátano fue seleccionada por Warhol a partir de un elemento de un anuncio que era de dominio público; una nota al pie, en concreto la número 5, iba más allá al mantener que el diseño del álbum había sido obra del director artístico Acy R. Lehman: “De acuerdo con el libro de Paul Marechal, ‘Andy Warhol: The record covers 1949-1987’, Catalogue Raisonné… la portada del disco The Velvet Underground & Nico fue, sin embargo, obra de Acy R. Lehman, un reconocido diseñador gráfico que, como director  artístico de Discos MGM y RCA, creó, a partir de 1964, numerosas portadas de discos laureadas en distintos ámbitos”.

A pesar de dicha referencia, no se encuentra en el libro de Paul Marechal indicación alguna que se refiera a Acy R. Lehman como el diseñador de la cubierta del plátano. Al contrario, el apartado dedicado a los discos de The Velvet Underground es bien claro. En el capítulo 29 de su libro Marechal afirma que “Warhol diseñó la portada como una obra de arte autónoma. Prueba de ello es la firma muy notable de su creador. Warhol disoció completamente la imagen del contenido musical del álbum de sus protegidos, que no tenía nada que ver con un plátano. Al fin y al cabo, Warhol era el conocido, no la banda”.

El propio John Cale, quien parece estar detrás de la atribución de la autoría de la portada a Acy R. Lehman en esta demanda, había señalado anteriormente lo contrario. En la página 99 de su autobiografía «What’s welsh for Zen Cale» dejó escrito lo siguiente: “No podíamos entender por qué Verve no editaban nuestro álbum inmediatamente. Ellos le echaban la culpa del retraso a los problemas con la impresión de la portada, que llevaba la banana pelable de Warhol”.

Al igual que Warhol reproducía sus diseños una y otra vez, la portada del debut de The Velvet Underground ha sido homenajeada/parodiada/copiada en varias ocasiones por, entre otros, los siguientes artistas: Gossip («Love long distance»), Mama Rosin («Brule lentement»), The Dead Milkmen («Smokin’ banana peels»), Band Zoder Banaan («‘k mag niet klagen»), Milo («Dark side of the rumours»), Papa Wortelman («Vlieg tiepotsken»), Pooch («Surfin’ Kill City»), All You Can Eat & Hickey («Banana split»), Ban Ban Bazar («First maxi»), Faure Quartett («Popsongs»), Marijke Boon («Een lange groene komkommer»), Josh Wink («When a banana was just a banana»), White Flag («Special cure for a splitting headache»), King Kurt («Banana banana»), The Dandy Warhols («Welcome to the monkey house»), Steve Wynn & The Miracle 3 («…Tick….Tick…Tick»), la propia Nico («Chelsea girl live») y, en España, Los Vegetales («Canciones desde la tumba. 1985-1990»)

Hoy el plátano de Warhol es una de sus obras imperecederas, como las serigrafías del retrato de Marilyn, las botellas de Coca-Cola verdes o las latas de sopa Campbell. Todos los que intervinieron de alguna forma en ella quedaron más que satisfechos con el resultado obtenido a partir de algo tan simple. El propio Lou Reed lo confirmó: “El diseño del disco es tan atemporal como su música. Por supuesto, hubiera estado mejor con las críticas vitriólicas en la portada. Nadie tuvo nunca peores comentarios que The Velvet Underground por nuestro debut. Excepto, tal vez, mi «Metal machine music’”.

Anterior entrega de Las mejores portadas del rock: Nirvana, “Nevermind”.

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