«Una afortunada y brutal mirada al mundo de los famosos que aparecen una y otra vez en los medios de comunicación y al rol que tienen en todo ello los paparazzi»
La portada de “Some girls”, el disco de 1978 de los Rolling Stones, es la elegida por Xavier Valiño esta semana para reconstruir su azarosa historia.
Una sección de XAVIER VALIÑO.
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Diseñador: Peter Corriston .
Ilustrador: Hubert Kretzschmar (no acreditado).
Fecha de edición: 9 de junio de 1978.
Discográfica: Rolling Stones Records.
Productores: The Glimmer Twins (Mick Jagger y Keith Richards).
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Desde sus inicios, la ambigüedad sexual ha interesado al rock. Podríamos citar el maquillaje de Little Richard o el disco «The man who sold the World» (1970) de David Bowie, modificado en medio mundo por su apariencia y su vestido de mujer en la portada. En España, el grupo New York Dolls fue eliminado de la portada de su debut (1973) por su imagen femenina, con unas plataformas imposibles, obscenos coloretes y cardados inverosímiles (maquillador y peluquero aparecen en los créditos). Frank Zappa and the Mothers of Invention reprodujeron la portada de «Sgt. Pepper’s» en su álbum «We’re only in it for the money» aunque dándole un giro subversivo: posaron vestidos de mujeres. El vídeo de Queen para ‘I want to break free’ alcanzó mayor notoriedad precisamente por presentarlos como mujeres haciendo las tareas domésticas (Freddie Mercury llevaba peluca y… ¡bigote!)
The Rolling Stones también han sentido esa extraña fascinación en más de una ocasión. Tal vez la imagen más recordada en la que posaron como mujeres sea la que sirvió para ilustrar la contraportada de la edición estadounidense del single ‘Have you seen your mother, baby, standing in the shadow?’ (1966), fotografía que les hizo Jerry Schatzberg. Pero no fue la única.
En 1978, en el momento álgido tanto del punk como de la música disco, The Rolling Stones, como muchos de sus contemporáneos musicales, parecían completamente irrelevantes, lo que ponía en peligro su posición en el mundo de la música. Mick Jagger, espoleado por esta provocación, tomó las riendas. Con la incorporación de Ronnie Wood y la decisiva influencia de la ciudad de Nueva York, el grupo grabó uno de sus mejores discos que, al mismo tiempo, se convirtió también en uno de sus mayores éxitos.
A la hora de elaborar su portada, el grupo quiso también apostar por algo nuevo, así que inauguraron su colaboración con Peter Corriston, quien sería también el diseñador de sus siguientes tres discos; de hecho, ganó un Grammy por el diseño de «Tatto you» (1981). Corriston había estudiado en la Escuela de Arte de Filadelfia y ya había diseñado varias portadas antes de trabajar con la banda, siendo la más conocida la del álbum «Physical graffiti» de Led Zeppelin en 1975.
Según Peter Corriston, el concepto para la cubierta le llegó cuando Mick Jagger le llamó desde París pidiéndole que asumiera el encargo, comentándole que el título que estaban barajando para el disco era «Lies» (Mentiras). Corriston, que siempre había sido un ávido seguidor de las campañas publicitarias, encontró en la revista «Jet», dirigida a la población de color, justo el material que buscaba: en un anuncio de pelucas vio las suficientes mentiras y falsas promesas como para inspirarle. Asociado con la predisposición inglesa de los hombres a vestirse de mujer, le pareció la combinación perfecta.
Con aquellas especificaciones un tanto vagas de Mick Jagger, Peter Corriston contrató al ilustrador Hubert Kretzschmar, un estudiante de arte alemán recién llegado a la ciudad de Nueva York, para que le ayudase a hacer realidad su visión. Entre ambos dispusieron cuatro franjas de colores diferentes con cinco retratos de modelos con pelucas tomadas de viejos anuncios de los años sesenta. Debajo constaban distintas denominaciones empleadas para cada peluca, así como su precio. A ese texto añadirían, antes de la publicación del disco, los títulos de las canciones, una vez decidido cuáles irían finalmente en el álbum. Los rostros de las modelos fueron recortados y troquelados, quedando su hueco en blanco. La intención era colocar distintas imágenes en la funda interior que se pudieran contemplar a través de los huecos, una vez insertada esta dentro de la cubierta exterior.
Según Kretzschmar, en la portada combinó el tipo de trabajo que había estado haciendo a mediados de los setenta con una técnica de collage que empleaba habitualmente y en la que utilizaba fragmentos y trozos de cabezas, así como combinaciones de diferentes elementos gráficos. Al mismo tiempo, incorporó recortes ya impresos en los que Peter Corriston había estado trabajando a partir del anuncio de la peluca de la revista Jet.
Para la funda interior, ambos empezaron utilizando aleatoriamente fotografías publicitarias de estrellas de cine de Hollywood. A alguna de esas instantáneas añadieron también retratos ya existentes de los componentes de The Rolling Stones destinadas a los medios de comunicación, que fueron convenientemente coloreados, deteniéndose específicamente en los labios de los componentes del quinteto. Según Mick Jagger, la idea era que cuando se quitase la funda interior del disco se tuviese otra visión diferente a la que se observaba a través del troquelado.
Finalmente, tras probar distintas combinaciones, en la parte frontal de la funda interior aparecieron, de izquierda a derecha y de arriba abajo, Montgomery Clift, Marilyn Monroe, Keith Richards, Charlie Watts, Desi Arnez, Lucille Ball, Red Buttons, Charlie Watts, Eartha Kitt, Bill Wyman, Mick Jagger, Jayne Mansfield, Keith Richards, Brigitte Bardot, Jane Fonda, Ronnie Wood, Lee Majors, Farrah Fawcett, Joan Collins, Mick Jagger, Keith Richards, Bill Wyman, Henry Fonda, Mick Jagger, Charlie Watts, un perro, Raquel Welch, Ronnie Wood, George Harrison, Charlie Watts y Elizabeth Taylor.
Por su parte, en el reverso de esa misma funda situaron imágenes de Mickey Deans, Judy Garland, Ronnie Wood, Ross Hunter, Keith Richards, Joan Crawford, Bill Wyman, Elizabeth Taylor, Charlie Watts, Brigitte Bardot, Sacha Distel, Bill Wyman, Marilyn Monroe, Groucho Marx, Mick Jagger, Tony Curtis, Liza Minnelli, Mick Jagger, Joey Heatherton, Nathan Phillips, Charlie Watts, Ronnie Wood, Dirk Bogarde, Gina Lollobrigida. Milko Skofic Jr., Hedy Lamarr, Mick Jagger, Paul Newman, Ronnie Wood, Rita Hayworth, Glenn Ford, Ronnie Wood, Liza Minnelli, Keith Richards y Glenn Ford.
De todas formas, conviene hacer constar que nadie conserva las pruebas originales, por lo que no es posible confirmar totalmente que estas sean exactamente las celebridades incluidas en la funda. Han sido los seguidores de la banda los que han intentado identificarlos a lo largo de estos años. Con toda probabilidad, todos los que aparecen en el anverso han sido identificados correctamente; por el contrario, respecto al reverso sigue habiendo diversas dudas, especialmente respecto a las imágenes que podrían corresponder a Nathan Phillips y Glenn Ford.
Por difícil que parezca, en su momento nadie se encargó de obtener los derechos de las imágenes antes del lanzamiento del álbum, aunque todos los que tuvieron algo que ver con la portada tuvieron dudas razonables sobre si deberían hacerlo. El único que creía que era necesario conseguirlos fue Keith Richards, mientras que los diseñadores opinaban que era un trabajo fútil al tratarse de fotografías de dominio público.
En última instancia, fue Mick Jagger quien tomó la decisión de seguir adelante sin obtener esos derechos. Una vez publicado el disco, comenzaron los problemas: Lucille Ball, Farrah Fawcett, Liza Minnelli (en representación propia y de su madre Judy Garland), Raquel Welch y los herederos de Marilyn Monroe amenazaron con emprender acciones legales en contra del grupo y su discográfica. Por lo tanto, aquello que en un principio había sido una idea ocurrente acabó convirtiéndose en un trago amargo para el grupo.
La primera edición tuvo que ser retirada de la circulación y rápidamente se preparó otra para evitar las demandas. En la segunda se retiraron todas las personas retratadas, hubieran expresado su oposición a aparecer o no en el disco, a excepción de los componentes de la banda. Aquellos retratos fueron reemplazados por rectángulos de colores chillones con dos frases (“Perdonen por nuestra apariencia”. “Funda en reconstrucción”) escritas con una tipografía no muy distante de la empleada por el naciente estilo punk. No obstante, al dispararse las ventas del disco, aquella solución en principio temporal pasó a ser definitiva.
Otras figuras públicas que no habían aparecido en la funda accedieron a formar parte de un nuevo boceto de la misma. De esta forma, Kretzschmar preparó una tercera versión modificada que incluía, entre otros, a Carly Simon, Linda Ronstadt, Britt Ekland o Jimmy Carter, pero que no llegó a ver la luz por lo que pudiera pasar. Años después, la reedición en compacto de 1986 mostraba una cuarta versión en la que se habían pintado a mano los rostros de las mujeres, ya sin troquelado.
Consecuente con el concepto de la carátula, en la contraportada de «Some girls» apareció una parodia de un anuncio de sujetadores. Entre su texto se encontraban los créditos del álbum y citas falsas e irónicas relacionadas con los miembros de la banda en su papel de mujer. Estas eran las definiciones que incluía de cada uno de los componentes del grupo:
-Mick Jagger: “Probablemente Mick es la mujer con más éxito de la radio y ha estado muy cerca de casarse. Ya tenía el hombre, le gustaba mucho pero, por desgracia, se deshizo de él: no podía soportar sacrificar su carrera”.
-Keith Richards: “La elusiva sueca (“Quiero estar sola”) se ha estado escondiendo del mundo durante años. Una relación frustrada con John Gilbert y la trágica muerte de Mauritz Stiller, el único amor real de Richards, la ha convertido en una ermitaña”.
-Ron Wood: “La querida de los deslumbrantes años 20 tenía hordas de hombres a sus pies, jadeando por sus favores. Los que conocen bien Hollywood insisten en que su gran belleza y popularidad hacían imposible que hombre alguno consiguiera impresionarla. Nadie lo logró”.
-Bill Wyman: “Elegante, atractiva, confidente de la sociedad internacional –a la que ella regala fiestas extraordinarias y excitantes–, Bill solo carece de un atributo para ser la mujer perfecta: no le gustan los hombres. Nunca le han gustado”.
-Charlie Watts: “Esta talentosa y hermosa chica del espectáculo, modelo y actriz, no ha encontrado un hombre que cumpla con sus rigurosos requisitos para ser su marido. Dice la cautelosa Watts: “No me arrepiento… Prefiero estar sola que triste”.
Nacida de ideas vagas, creada un tanto al azar en el estudio de sus responsables, la portada se convertiría en un icono de la época, tanto como para que otros artistas la tomaran como modelo. Entre otros, The Rolling Bidochons («Sales gueules», 1990, y «Roger», 1990), Lyres («Some Lyres», 1994), Rock City Morgue («Some ghouls», 2002), The League Bowlers («Some balls», 2003) o Opium Jukebox («Sticky banghra», 2011) se inspiraron en «Some girls» para las cubiertas de sus respectivos discos.
Era aquella una imagen audaz, una parodia al estilo de Andy Warhol que arremetía sin piedad contra la cultura de la celebridad. La idea quedó plasmada en una afortunada y brutal mirada al mundo de los famosos que aparecen una y otra vez en los medios de comunicación y al rol que tienen en todo ello los paparazzi, un mundo en el que por entonces Mick Jagger estaba plenamente integrado, aunque fuese a su pesar. «Some girls» representaba exactamente esa irónica imagen que el grupo parece haber perseguido varias décadas.
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Anterior entrega de Las mejores portadas del rock: Kraftwerk, “Autobahn”.