«Todos estamos realmente desnudos. Si podemos hacer que la sociedad acepte este tipo de cosas sin ofenderse, sin risitas, entonces estaremos logrando nuestro propósito»
He aquí un disco cuyo contenido musical a casi nadie interesa lo más mínimo, pero cuya portada resultó absolutamente provocativa en su tiempo. Sobre todo porque uno de los protagonistas era John Lennon.
Una sección de XAVIER VALIÑO.
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Diseño: Desconocido.
Fotografía: John Lennon (con la colaboración de Tony Bramwell).
Fecha de edición: 11 de noviembre de 1968.
Discográfica: Apple.
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No es una leyenda urbana. La grabación existe. Está acreditada a Rainbo, aunque se trate realmente de la actriz Sissy Spacek, protagonista de películas como «Malas tierras», «Carrie», «Desaparecido», «Quiero ser libre», «Cuando el río crece» o «Una historia verdadera». En 1968 intentaba iniciar una carrera en el mundo de la música y editó una canción llamada ‘John, you went too far this time’ (“John, esta vez has ido demasiado lejos”). Su título resume perfectamente la opinión mayoritaria ante la portada del disco que John Lennon editó junto a Yoko Ono en 1968 titulado «Unfinished music No. 1: Two virgins». ¿Una locura? ¿Una genialidad? ¿Una tomadura de pelo? ¿Una boutade? ¿Había ido John demasiado lejos?
“Todo lo que me pediste, lo hice, John
Desde estrecharnos las manos hasta vivir en un submarino solar
Y eras alguien especial cuando dijiste, John,
Que habías tenido más discípulos que el hombre que era demasiado verde
Ahora contemplo con asombro esta imagen
Mi mente se retira al lugar que era antes de que llegases
Me encantan las cosas que representaste hasta ahora, John
Pero desde esa foto no creo que mi amor sea el mismo
John, te quiero
Pero esta vez has ido demasiado lejos”.
«Unfinished music» fue ideada como una serie de álbumes en los que John Lennon y Yoko Ono documentarían su vida en común. «Two virgins», de 1968, inauguraría la trilogía. El segundo sería «Life with the lions», publicado en mayo de 1969 y grabado parcialmente en la suite del Hospital Reina Charlotte de Londres, cuando Ono sufrió el primer aborto durante su relación con Lennon. Para finalizar la trilogía, editarían en noviembre de 1969 «Wedding slbum», con el que celebraban su boda del 20 de marzo de aquel año. Este último contenía fotografías y dibujos de Lennon, una reproducción de su certificado de matrimonio, una imagen de un trozo del pastel de bodas y un libreto con reportajes de prensa sobre la pareja.
El primero de la serie, «Unfinished music No. 1: Two virgins», había sido el resultado de una visita de Yoko Ono a la casa de John Lennon en Kenwood, el 19 de mayo de 1968, aprovechando que la mujer de este, Cynthia, estaba de vacaciones. No se trató de una cita típica, ya que pasaron la tarde-noche jugando con una máquina de cinta Brenell en el estudio de la vivienda para crear un collage de sonido.
Mientras corrían los bucles de cinta, John iba saltando de un instrumento a otro, grabando sonidos de piano, mellotrón, batería y guitarra. Emplearon distorsión, reverberación y efectos de retardo, pero también incluyeron parte de la conversación entre ellos, con Yoko riendo, gimiendo, llorando, gritando e improvisando mientras Lennon le respondía con diversos sonidos.
En sus dos cortes, de quince minutos cada uno y que ocupan ambas caras, se escucha en dos momentos un disco de vinilo de setenta y ocho revoluciones por minuto. En el primero de ellos se trata de la canción de 1928 ‘Together’, escrita por Buddy G. DeSylva, Lew Brown y Ray Henderson; la segunda es ‘Hushabye hushabye’, de la que se desconoce el nombre de su compositor.
En cuanto al título el álbum, «Unfinished music No. 1: Two virgins» (Música inacabada, número 1: Dos vírgenes), Philip Norman asegura en su biografía de John Lennon «The life» (2008) que surgió a partir de la sensación que la pareja tenía de ser “dos inocentes vírgenes perdidos en un mundo enloquecido” y, también, porque después de terminar la grabación hicieron el amor por primera vez.
El primer disco de Lennon con Yoko Ono es más conocido por su portada que por su contenido sonoro, experimental y de difícil digestión. En ella se puede ver un desnudo frontal completo de ambos en la parte delantera y un desnudo trasero en la contraportada; este último también ocuparía la portada de la revista «Rolling Stone» del 23 de noviembre de 1968. Si el logotipo del sello Apple se pudiese interpretar en algún momento como la manzana de Eva, en esta portada John representaría a Adán y Yoko a Eva, libres del pecado original.
Sin embargo, aunque pudiera parecer que no tuvieron ningún reparo en posar sin ropa, lo cierto es que no fue así. Tampoco es posible obtener el testimonio del fotógrafo… porque no lo hubo. Ambos querían retratarse desnudos pero pensaban que sentirían demasiada vergüenza si contrataban a un fotógrafo, así que fue John Lennon quien disparó la cámara con el programador activado. En concreto, era Yoko Ono quien mostraba mayores reparos, a pesar de haber rodado previamente un corto que no tenía más que imágenes de cuatro culos («Film No. 4», 1967).
La imagen fue tomada a principios de octubre de 1968 en un apartamento del número 34 de Montagu Square en Marylebone (Londres), a diez minutos andando de la conocida calle comercial Oxford Street y situado convenientemente cerca de los estudios Abbey Road. El piso, que comprendía planta baja y sótano, había sido comprado por Ringo Starr y su mujer Maureen Cox en 1965, pero solo vivieron allí durante unos pocos meses antes de trasladarse a Weybridge, Surrey, después del nacimiento de Zak, su primer hijo.
Al año siguiente, se trasladó a este mismo piso Paul McCartney, que utilizó el sótano como estudio de grabación para trabajar en varias canciones, entre ellas ‘I’m looking through you’ y ‘Eleanor Rigby’. Después de él, lo habitaron Chas Chandler, bajista de The Animals, quien compartió la vivienda con el entonces desconocido guitarrista Jimi Hendrix, así como Lilian Powell, suegra de John Lennon. En junio de 1968, John y Yoko se mudaron al apartamento, donde el 18 de octubre de aquel año serían detenidos por posesión de resina de cannabis.
Estas circunstancias hicieron que el propietario del edificio obligara a Ringo a vender su piso debido a un uso “ilegal, improcedente e inmoral”. Su actual propietario, Reynold D’Silva, lo compró en 2002 por setecientos mil euros, disputándoselo al mismísimo Noel Gallagher, y hoy lo dedica a alquiler. En 2010, Yoko Ono inauguró una placa en el exterior que lo reconoce como edificio histórico integrante del Patrimonio Inglés.
Para poder tomar la fotografía que acabaría en la portada de Two Virgins, Lennon llamó a Tony Bramwell, responsable del Departamento de Promoción en el sello Apple y en ocasiones su asistente personal, quien acabaría escribiendo el libro «Magical mystery tours: My life with the Beatles». El encargo era que le acercara unas botellas de leche a su apartamento. Al llegar, el Beatle le pidió que le colocase la exposición apropiada a su cámara Asahi Pentax SVY y la dejase con el temporizador puesto, dados sus conocimientos de fotografía. Bramwell la situó en un trípode en el dormitorio, frente a la ventana y la cama.
Al día siguiente, Lennon reclamó de nuevo su presencia. Esta vez le entregó un carrete avisándolo de que se trataba de algo «peliagudo». Bramwell lo llevó a la tienda de revelado advirtiéndoles que allí podía haber material de «porno suave». Al regresar a por las fotos impresas, descubrió que aquello traería sus consecuencias, ya que los empleados le comentaron su sobresalto al ver las imágenes reveladas.
En el diseño anónimo y no acreditado que apareció en la portada que se editó, la parte inferior de la cubierta frontal lleva una cita de Paul McCartney: “Cuando dos grandes santos se reúnen, es una lección de humildad. Las largas batallas para probar que era un santo”. En la parte inferior de la parte trasera de la carátula, la leyenda ayuda a situar el disco en una fecha y un lugar concretos: “Mayo de 1968. Hecho en la alborozada Inglaterra”.
En 1968, los desnudos motivaron una previsible polémica. Tanto la discográfica EMI como Capitol (los dos sellos que editaban la producción de The Beatles a ambos lados del Atlántico), así como los propios componentes del cuarteto de Liverpool, mostraron su preocupación por cómo afectaría a la imagen del grupo la carátula de aquel álbum.
De hecho, cuando a Peter Brown, ejecutivo de Apple, le entregaron la grabación y la portada, lo archivó en un cajón pensando que se trataba de una broma. Capitol, por su parte, llegó a proponer otra portada con una fotografía de la misma sesión en la que la pareja aparece sentada y en la que no es posible ver nada en sus recatados desnudos, aunque John Lennon la rechazó por parecerle que no era “lo suficientemente honesta”.
Pronto llegaron los problemas. En diversos lugares, las copias del álbum fueron confiscados tras ser tildadas de obscenas. La fabricación del disco en la costa este de Estados Unidos se retrasó cuando la policía de Newark, New Jersey, confiscó treinta mil carátulas con destino a una planta de impresión en una fábrica de allí.
En Estados Unidos, Capitol se negó a fabricar o distribuir el disco y Apple, el sello de The Beatles, tuvo que contratar a una compañía llamada Tetragrammaton Records para hacer el trabajo. Solo lo prensaron en vinilo, destruyéndose todas las copias hechas del cartucho de ocho pistas [en la foto], salvo una que guardó la empleada Gloria Flores y que fue subastada recientemente. Del mismo modo, en el Reino Unido la distribución estuvo a cargo de Track Records, la compañía de Kit Lambert y Chris Stamp para la que grabaron The Who o Jimi Hendrix.
Aun así, para evitar mayores problemas los distribuidores envolvieron el álbum en una funda exterior de color marrón que cubriera la desnudez en la portada. La parte frontal de la funda exterior marrón llevaba un óvalo que permitía ver los rostros de John y Yoko, mientras que otro de tamaño más pequeño situado en la parte inferior mostraba el título del álbum.
Por su parte, la funda marrón de la contraportada tenía otro óvalo blanco en el que se podían contemplar sus rostros mirando de espaldas a la cámara. Además, a instancias de Derek Taylor, Jefe de Prensa de The Beatles, se reproducía una transcripción del libro del Génesis, Capítulo 2, Versículos 21 a 25 de la Biblia. El último, el 25, resaltaba en negrita su contenido: “Estaban los dos desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse el uno del otro”.
El disco vendió únicamente unas veinticinco mil copias, pero John y Yoko estaban convencidos lo que llamaron su «declaración». Más tarde, John aseguraría que lo que pretendía con la portada era escandalizar a la gente, pero que a ellos les parecía “natural, ya que todos estamos realmente desnudos. Si podemos hacer que la sociedad acepte este tipo de cosas sin ofenderse, sin risitas, entonces estaremos logrando nuestro propósito”. Al mismo tiempo comentaría despreocupadamente que el alboroto tenía menos que ver con la desnudez explícita y más que con el hecho de que la pareja era poco atractiva y la foto poco favorecedora. Lo describió como una imagen de “dos exadictos con un ligero sobrepeso”.
No sería la primera ni la última vez que John y Yoko posarían desnudos. Además de varios dibujos y serigrafías que ellos mismos hicieron a finales de los sesenta en los que aparecían sin ropa, en el póster de «White album» de The Beatles aparece un dibujo de John Lennon y Yoko Ono desnudos que fue censurado en su edición en los Estados Unidos, al igual que una imagen de John Lennon semidesnudo en una cama acompañado de Yoko Ono.
Años después, Allan Tannenbaum recreó en estudio el dormitorio de los Lennon con ambos posando desnudos. Aquella sesión fue hecha a finales de 1980, diez días antes de que Lennon fuese asesinado. Según él, “la desnudez no era más que otra forma de expresión para ellos. Parecían muy a gusto y se trataba más de una demostración de ternura que una situación erótica muy cargada”. El mismo día de su muerte, Annie Leibovitz les tomó un retrato que aparecería en la portada de la revista Rolling Stone en su edición de 22 de enero de 1981, y en la que se puede ver a Lennon desnudo rodeando y besando a Yoko Ono.
La portada ha sido parodiada en tres ocasiones: el álbum «Five virgins» de The Squirrels (1986) y los singles ‘California lightening’ de Sic Alps (2004) e ‘Imagine this’ de Wax Audio (2005). Otros, en cambio, no se lo tomaron de la misma manera. Joseph Lockwood, entonces Director de EMI, el sello que distribuía las grabaciones de Apple, había tenido una reunión previa a la edición del disco con Lennon, Yoko Ono y Paul McCartney. Su amigo y compañero en The Beatles, a pesar de no estar convencido con el disco que su compañero iba a editar, se presentó para darle apoyo moral.
Lockwood aceptó finalmente fabricar el disco, pero no distribuirlo. Cuando le preguntó a la pareja qué significaba la portada, Yoko Ono le dijo que se trataba de «arte». La respuesta de Lockwood fue algo que la pareja nunca olvidaría y que no les sentó precisamente bien: “Debería encontrar un par de cuerpos mejores que los vuestros para poner en la portada. No sois nada atractivos. Paul McCartney luciría desnudo mucho mejor que vosotros”.
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