La vida es un recopilatorio

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«Decidí caminar por el máximo número de compilaciones editadas en este último año, incluida la suma de todos los estilos musicales que proponen. Hay algunas que pueden ponerte al borde del colapso por sobreexposición al hit del momento, pero también hay excelentes índices de creatividad e imaginación»

Chema Domínguez indaga en el sorprendente mundo de los recopilatorios discográificos: un género que vive su época de esplendor a final de cada año, pero que siempre está ahí.

 

 

 

Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.

 

 
Una vez que pasa enero y con este frío polar ya podemos decir que estamos en 2012. Y antes de que empiece la continuada avalancha de novedades discográficas que conformarán éxitos, fracasos y recopilatorios, me preguntaba por eso, precisamente, por los recopilatorios. Aún siguen promocionándose los editados en el último trimestre del 2011 y ya tenemos el primero destacado en este 2012: el nuevo «Stereoparty». Así que con algo de tiempo para gastar, quise echar un vistazo a esos puntos de vista que el estrés cotidiano impide ver bien. Entusiasta como soy, así me va, y pensando que no todo es carbón, decidí caminar por el máximo número de compilaciones editadas en este último año, incluida la suma de todos los estilos musicales que proponen. Hay algunas que pueden ponerte al borde del colapso por sobreexposición al hit del momento, pero también hay excelentes índices de creatividad e imaginación. Un ejercicio tan recomendable como sufrido, pero alguien tenía que hacerlo. Por cierto, Elefant ofrecerá este sábado su fiesta mensual a la espera de la aparición del segundo volumen de «Space Escapade». No se la pierdan. Más información en las siguientes lineas.

Hubo un tiempo en el que formar parte del departamento estratégico en una discográfica era la antesala del despido o un destierro al cuarto trastero del edificio. Ahora son los salvavidas, la base de que cuadren o puedan cuadrar los números de la gran industria. Ediciones especiales, de lujo, de más lujo, títulos-conceptuales, colecciones, programas de televisión o cadenas de radio con importante audiencia son los formidables aliados de los extensos repertorios de grabaciones sonoras que acumulan cada vez menos discográficas. Las amplias etiquetas del pop, el rock, la electrónica y el dance, sobresalen sobre las demás por tener, a priori, más capacidad de alcanzar un público mayoritario. Y de la fecunda huerta del pop y el rock destacan tres: «La única alternativa», «Stereoparty» y «Space Escapade». Éste último, editado por Elefant y referenciado en su momento en nuestro «Disco del día», es el mejor por añadir todos los ingredientes básicos que necesita un buen recopilatorio: inéditos, avances, diferentes estilos bien agrupados dentro del generoso árbol del pop y un diseño atractivo que contiene dos interesantísimos discos. El actual catálogo de Elefant y su histórico nunca defrauda. Así, podemos oír a La Casa Azul, Carlos Berlanga, Astrud, Serpentina, La Bien Querida o Ibon Errazkin entre otros muchos e interesantes nombres y canciones. Como guinda, cada mes hay una: Elefant celebra este 4 de febrero su quinta fiesta «Elefant Club» con la actuación de Linda Guilala y Kokoshca más la versión DJ de las cabezas visibles del sello, Luis Elefant DJ y Mon_Tsan DJ, será en la sala Siroco.

Siguiente. «La única alternativa» quiere ser la reválida del imprescindible recopilatorio de igual nombre que editó GASA en 1984, donde aparecieron, entre otras, las primeras canciones de La Dama se Esconde o Duncan Dhu. Ahora, es Warner quien se encarga de editar un segundo volumen, no en vano la cúpula y varios puestos clave de la compañía multinacional está comandada por algunos de los protagonistas de aquella edad de oro, formando parte de grupos destacados y fundamentales en la ascensión de DRO y GASA, entre otros sellos emergentes de aquellos años. Pues bien, Warner y la cadena FNAC editaron «La única alternativa» para aunar una muy buena visión del mapa indie, o la definición que ustedes quieran acuñar para definir «otra forma de hacer canciones». De esta manera, encontramos artistas de diferentes sellos, y hay que agradecer el esfuerzo de traspasar las líneas empresariales en beneficio de las artísticas aunque sea tímidamente. Vetusta Morla, Christina Rosenvinge, Joe Crepúsculo, Antònia Font, Delorean, Fuel Fandango, Nacho Vegas, Tulsa, Second y un interesante etcétera conforman esta destacadísima compilación en formato de doble cedé. Obviamente faltarán nombres, pero lo bueno aquí es quedarse con lo vivido. En este 2012 se agradecerá la continuidad de la serie.

El tercero en discordia es un título con solera: «Stereoparty», Subterfuge acaba de editar con fiesta incluida este pasado sábado su nueva proposición de artistas de la casa, los conocidos y los desconocidos, y ahí, en lo desconocido, es donde la discográfica madrileña siempre se ha movido brillantemente: Dover, Sexy Sadie, Marlango o Annie B Sweet lo corroboran. Si el año pasado actuaron No Band for Lluvia y Fuzzy White Casters, este año McEnroe y Joe La Reina han sido los elegidos.

Antes de que sigan leyendo, aviso, olvídense de los fuegos de artificio o de los fuegos sagrados en que están divididos la inmensa mayoría de los medios musicales y el propio público: no existe ni un solo cristiano viejo ni falta que hace. ¿Es criticable Mikel Erentxun porque disfrutara del éxito masivo con Duncan Dhu y lo que eso supone?¿Son peores Los Planetas porque ficharan con una multinacional después de editar su debut con Elefant…? El caso es que cada año hay dos recopilatorios que construyen una casa común entre claros éxitos y otros posibles con buen criterio, sin que el resultado sea una odisea sin destino: «Carácter Latino» y «Ñ. Los éxitos del año». El primero, asociado al verano, sigue explotando esa etiqueta indefinida en lo artístico como es lo «latino» pero clara en su proyección comercial. Lo cierto es que bajo esta denominación del marketing más censurable, existen grupos impresionantes que fueron y son el oro que deslumbró y quedará: de Los Coyotes a Café Tacuba o Calle 13 existe un viaje apasionante. En la edición del último «Carácter Latino» encontramos a un Huecco en plena forma, una joya más de Jorge Drexler, una foto muy actual de Delafé y Las Flores Azules con ‘1984’, un cantecito de Kiko Veneno, a Revólver en una fabulosa piel que iba buscando desde hace tiempo: ‘Quiero aire’, y un interesante etcétera. Obviamente, a lo largo de sus tres discos hay canciones que es mejor saltar y que no voy a citar aquí; pero esto no debe restar mérito a un excelente directorio de temas que puede descubrirnos a Miranda! o Mäbu.

En cambio, «Ñ. Los éxitos del año» viaja por un escenario más fijo, debido a la previsibilidad de la jugada comercial. Si bien es de agradecer que Rosenvinge, Miguel Campello, Sidonie o Iván Ferreiro encuentren su momento. El lanzamiento de cada edición de «Ñ. Los éxitos del año» se sitúa entre dos aguas, esta vez entre las de 2011 y 2012. Y ante la duda de arriesgar o conservar, la respuesta de «Ñ» se inclina por esta última.

Todos estos títulos deberían correr mejor suerte en su promoción. Pero eso supondría la existencia de una radio musical cuya nota fuera un suficiente al menos, ya sea en la habitual FM o en la red. Y no es el caso. La televisión, en términos generales, mejor la apagamos. Los fuegos artificiales radiofónicos tienen su mejor y agotador representante en Los 40 Principales que aman la música tan sinceramente como las fundaciones de las cajas y los bancos aman el arte; y los fuegos sagrados solo tienen a Radio 3 como único altavoz de cierta relevancia, actualmente con una parrilla algo o bastante quemada. Así que entre estos extremos faltan multitud de términos medios, porque faltan medios de comunicación y comunicadores capaces de apasionarse y apasionar como lo hicieran, salvando las distancias y siendo muy consciente de sus virtudes y defectos, nombres como Carlos Tena, José Antonio Abellán, Diego A. Manrique o Jesús Ordovás, entre muchos otros. Si me preguntan, el programa que mejor habló en el 2011 y habla en el 2012 sobre canciones y artistas es «Asuntos propios» de RNE 1, ya ven, no es musical pero un minuto dedicado a la música por Toni Garrido y Tom Kallene vale más que doce horas de una emisora netamente musical.

UN POQUITO DE JAZZ, EASY LISTENING, ELECTRÓNICA Y DANCE

Navegando hacia otras orillas encontré la República Café, sello dirigido por Javier del Moral, todo un conocido que supo hacer de Café del Mar un referente de la electrónica ambiental, armónica y ecléctica en todo el mundo. Cuando la buena fórmula entró en zona árida, Del moral empezó desde Tarifa y desde otro local que sumara también una arquitectura atractiva, con excelentes vistas a la puesta de sol en un espacio sino privilegiado, por lo menos sugerente. Entre la oferta del sello, recomiendo fervientemente dos títulos: «Cool jazzy» y «By Bruno from Ibiza». Ámbos llevan el prefijo de la casa, República Café, y muestran dos líneas de trabajo: jazz y electrónica que sí aportan originalidad y contemporaneidad. Antonio Fernández, antes al frente del espacio «Área reservada», firma ahora desde Vive Jazz (vivejazz.net) la compilación de «Cool Jazzy». Una excelente edición con Jamie Cullum, Chuck Loeb, Candy Dulfer o Simone Kopmajer realizando una de las mejores versiones de ‘Kiss’, junto a la de Tom Jones con The Art of Noise y la original de Prince, ideales para dejar sillón y tedio atrás. Espléndidas voces, jazz, funk y más con un sonido excelente y catorce temas sólo para disfrutar.

A continuación, no lo duden, «Bruno from Ibiza» reúne otra selección intensa e inteligente. De menos a más. Pero nada que ver con esa otra Ibiza chirriante, que quede claro. El easy listening, la electrónica que reporta espléndidas líneas de bajo y rítmicas, Brasil, Jamaica y ‘New Orleans’ en el tema que firma el propio Bruno, se entremezclan suavemente para levantarse en los últimos tracks del disco y dirigir sus pasos a la pista de baile. Hasta las peligrosas remezclas de grandes temas y artistas salen con nota de aquí: se trata de Bob Marley con ‘Try me’. Aunque me quedo con Open Foraina y Jack Quiñonez entonando ‘Fala tanto’, reuniendo en pocos minutos un irresistible funk, soul, guitarras blueseras, una velocidad perfecta y una voz profunda con el desparpajo de Joe Bataan en el fundamental ‘Rap-O, Clap-O’; todo con una letra digna de las ocurrentes historias de Kiko Veneno. Si indagan sobre el tema podrán pensar otra cosa, pero indaguen, por favor.

En esa línea encontramos a Dutch Rhythm Combo con Isa GT para cantar ‘Alerta’ dentro de «Day & Night», último recopilatorio del productor, músico y DJ Stéphane Pompugnac, uno de los responsables de esa electrónica francesa que tan buenos momentos ha dado en colecciones como «Hôtel Costes» en sus primeros años. Aunque ahora, desafortunadamente, la industria tan necesitada de marcas rentables la pase de rosca. El caso es que Pompougnac consigue en este doble disco, gracias a una mayor autonomía creativa, reencontrarse con lo mejor de sí mismo.

El pasado septiembre dimos en Efe Eme la triste noticia del fallecimiento de DJ Mehdi, animador del underground parísino a partir de la intersección de la electrónica y el hip-hop con un talento indiscutible que le llevó a colaborar con Asian Dub Foundation o Daft Punk, entre otros. Junto a Busy P dejó un amplio índice de electrónica creativa en el recopilatorio «Let the children Techno». Podría citar varios ejemplos internacionales que unieran rock, pop y electrónica para provocar su interés en investigar a DJ Mehdi, el sello ED Banger y su propuesta artística, pero siempre prefiero los ejemplos más cercanos: Los Piratas de «Ultrasónica» o «Relax», Los Especialistas desde los singles de «Un pez en mi maleta» o el proyecto de Cristina de Esclarecidos con Lliso son buenos ejemplos de cómo usar los colores de la electrónica para experimentar y mezclar con buena fortuna. En «Let the children Techno» predominan los timbres fríos, industriales y algo tenebrosos aunque hay contrapuntos cálidos. Por otro lado, el propio DJ Medhi en ‘Tragicomehdi’ o Djedjotronic con ‘The invisible landscape’, dejan entrever la buena herencia de Kraftwerk, Visage y los primeros años de experimentación de Orchestal Manoeuvres in the Dark.

Para terminar este repaso, llegamos al dance y sus aledaños. Sé que no es un género habitual en Efe Eme pero no debemos tomar la parte por el todo. Scissor Sisters no tienen la culpa de las alergias que puedan provocar las alianzas tipo Marc Anthony y Pitbull. No en vano, dentro de las primeras señas artísticas de la humanidad estaba la música rítmica, creada a partir de todo aquello que pudiera crear una base de movimiento como troncos o piedras al chocarlos. Hemos ganado en sofisticación, pero en gran medida hay que seguir viéndolo así, es entretenido y bailar siempre es necesario. Tino Casal iba más lejos: ‘Bailar hasta morir’, proponía. De este hilo, citando expresamente a Casal en el libreto, ha tirado Agustín Gómez Cascales para confeccionar la idea y el repertorio de «Discopride Style», editado en coincidencia con la celebración del Orgullo Gay del pasado año. La publicación Shangay Express y el sello Blanco y Negro han permitido el título más interesante del género. Variedad, versiones extendidas que sí enriquecen las originales y el estreno de hits que posteriormente han aparecido en todos los recopilatorios de la misma naturaleza. Seguramente haya temas que por cuestiones personales de cada uno les escandalizarán o me echaran en cara, pero, por favor, aparquen sus tabúes.

Universal es junto a Blanco y Negro la compañía más activa e interesada en la popularidad de cualquier estilo que se apellide dance o urban por poseer un perfil de artistas numeroso a nivel mundial de estos apartados. Así, Universal editó a lo largo del 2011 y lo hará en este 2012 un importante número de compilaciones que en muchas ocasiones repetían títulos y artistas. Esa estrategia de agotar todas las posibilidades de explotación del catálogo o del éxito del momento a impulsos es de esas cosas que no tiene mucho sentido en los tiempos que corren y, además, ensombrece los aciertos porque no da tiempo a darlos bien a conocer. Es el caso de «Just Dance», editado al abrigo del slogan «Los éxitos de la mejor playlist de Spotify», doble disco que contiene temas muy recomendables de Swedish House Mafia, Black Eyed Peas o Rihanna, quien sin duda es una de las primeras animadoras del género con una fantástica voz y personalidad que le lleva a triunfar merecidamente y a colaborar con gente tan dispar como Coldplay o David Guetta.

Ya ven, lo prometido, un repaso variado que es lo interesante. Por ahora, los recopilatorios, tributos, homenajes… Esas canciones sueltas, esos singles actuales que no logran destacar en sus discos de origen o con sus intérpretes, bien hilados, bien seleccionados, dan una buena visión del panorama musical y ofrecen mejores garantías para llegar al público, sea este mayoritario, minoritario, rockero, electrónico, popero o del estilo o estilos que escoja. Lo importante, como siempre, son las buenas ideas y disfrutarlas.

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