Entre Hacienda y Barón de Cárcer, en la estrecha y corta calle Nuestra Señora de Gracia, se ubica Oldies, la tienda de discos –con particular especialización en vinilos– por la que todos los buenos aficionados valencianos hemos pasado en algún momento de nuestra vida. Siempre ha estado en la misma calle, primero –cuando Barón de Cárcer era la avenida del Oeste– en un pequeño local de la acera de enfrente, más tarde en el actual, ese repleto de discos y en el que has de tener cuidado de no tropezar con alguna caja al andar o de darte en la cabeza con alguna viga –sé de lo que hablo– cuando te internas hasta el final. Al frente de la tienda están nuestro compañero Vicente Fabuel y el amigo Pepe Salvador, además de las mujeres de ambos, Isabel y Carmen. Eruditos de la música popular, buscadores de tesoros y descubridores de sonidos. Buena gente, en suma.
Ahora, casi sin darnos cuenta, Oldies acaba de alcanzar su treinta aniversario… ¡Qué mayores nos hacemos! Para celebrar la efeméride, y aprovechando que la calle, por fin, es peatonal (que la tienda está hasta arriba y mucha gente al mismo tiempo no cabe), el pasado lunes organizaron una pequeña fiesta para clientes y amigos. Algunos no pudimos acudir, pero en Oldies saben que nos acordamos de ellos y que siempre los tenemos bien presentes. Por recordar, hasta recordamos los discos que hemos comprado allí a lo largo de estos treinta años, aquellos que nos llevamos en las clásicas bolsas de plástico verde, con el logo serigrafiado en negro. Cualquier tarde de estas nos dejamos caer por ahí para felicitarles en persona, aunque la tentación siempre es mucha… y seguro que acabamos con alguna bolsa bien repleta. Desde aquí, lo que dejamos hoy, es nuestro respeto, cariño y admiración para estos cuatro jinetes de los discos de vinilo. Felicidades, amigos.
JUAN PUCHADES.
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