El titular idiota de la semana lo pone la penosa Lady Gaga, que se considera una «punky sofisticada» (¡en lo que ha acabado la antaño radical estética punk!) y llega a decir: «Me encanta que la gente tome como referencia mi aspecto, eso significa que tengo una repercusión cultural». ¡Lo de «cultural» nos ha llegado al alma! Menos mal que hay gente con sentido del humor que nos permite echarnos unas risas y olvidarnos por un rato de la nueva Ministra de Cultura del cada día más errático Zapatero.
Amy Winehouse, de tan grotesca, comienza a parecer una caricatura de sí misma: La chica ha vuelto a la isla de Santa Lucía y en protesta porque en el hotel en el que se alojaba no la dejaban tomar el sol en top less, no se le ocurrió otra cosa que recorrer el establecimiento mientras profería lindezas (¡y de su boca puede salir cualquier cosa!) mientras se desgarraba la ropa. El susto entre la clientela fue mayúsculo (Amy enfurecida tiene que dar más pánico que Carrie). Al final, un empleado la cubrió con una toalla. Bien, veamos, ¡¿dónde están las fotos de recuerdo de tan edificante espectáculo?! No, no creemos que nadie echara mano de su cámara…
Bono, entre causas benéficas y promoción del nuevo disco de U2, todavía saca tiempo para entretener a la parroquia, o matar su aburrimiento. Ahora hemos sabido que ha comenzado a maquillarse con grueso lápiz de ojos porque, según él, así se parece más a Elvis. Como lo leen: «Creo que Elvis estaba muy sexy con el maquillaje de ojos. Es un nuevo personaje que estoy ensayando. He pensado llamarlo Jesse, como el hermano muerto de Elvis, pero quizás sea de mal gusto. Todavía está en desarrollo, apenas comencé a jugar con la idea hace unas semanas». La verdad es que nosotros no vemos a Bono el menor parecido con Elvis y sexy…
Un tal Arthur J. Kelly, vecino de Nueva Jersey, ha presentado una demanda de divorcio contra su señora, Ann C. Kelly, asegurando que ha cometido adulterio con otro conciudadano del mismo estado, un tal ¡Bruce Springsteen! La bomba. Springsteen ya tiene a sus abogados trabajando en el asunto y ha declarado que «Las acusaciones no tienen fundamento, son rumores desagradables. Nuestro matrimonio [recordemos que está casado con Patti Scialfa] permanece «tan fuerte como el primer día». ¡La basura del tomate ha llegado hasta Nueva Jersey!
Para el final nos reservábamos el mejor momento de la semana, con el puertorriqueño Elvis Crespo [en la foto] de protagonista. El pasado 19 de marzo, Crespo subió a un avión con salida de Houston y destino Miami, a su lado se sentó Patricia Perea, empresaria de 51 años, que asegura que a los 15 minutos de vuelo, crespo comenzó a masturbarse tapado por una manta. Crespo lo ha negado, pero el personal de vuelo asegura que lo vieron atizarle al manubrio, «con el pantalón bajado y el pene fuera». Le exigieron que parara con tan lúbrica actividad –que, en todo caso, no ponía en peligro la estabilidad del aparato… avión, queríamos decir– y él obedeció sin rechistar. La señora Perea está pensando en presentar una demanda contra él, suponemos que porque se sintió ofendida. Pero, ¿qué condujo a Crespo a esta (en lenguaje «Torrente») «pajilla aérea»? ¿Tal vez una despedida excesivamente entusiasta en el aeropuerto, un repentino e incontrolable picor o, todo puede ser, un atroz miedo a volar y de este modo aliviaba la tensión propia del momento?
