Ronnie Wood vuelve a ser noticia: Por un lado, parece que pretende casarse en breve con Ekaterina Ivanova (aka La Rusa), y por otro, en el horizonte le esperan dos nietos. Sí, porque su hija Leah dará a luz a un niño en junio y su hijastro Jamie también espera otro bebé. Como Wood y La Rusa decidan tener descendencia propia, con tanto niño recién nacido van a tener que ponerles unas etiquetas identificativas en las fiestas familiares para sabe de quién es cada uno…
Que se preparen los habitantes de Tossa de Mar, en la Costa Brava, por Kylie Minogue y su novio español, Andrés Velencoso, parece que andan buscando casa por la zona. ¿Se imaginan tenerla por vecina y escucharla cantar? ¡Qué horror!
La prensa lleva varias semanas siguiendo la adopción fallida de Madonna de una niña malaui: que si sí, que si no, que si tal, que si cual, que si esto, que si lo otro. Ahora, hasta el padre biológico de la niña –a la que no conoce– da entrevistas en televisiones estadounidenses. Alucinante.
Según The Sun, nuestra muñeca rota favorita, Amy Winehouse, ha estado ingiriendo alcohol con alegría durante los últimos días, de ahí que tuviera que ser hospitalizada –en la isla de Santa Lucia, donde para últimamente– por un desmayo. Sin embargo, según su representante, todo se debió a una deshidratación por permanecer mucho rato bajo el sol y sin beber agua. Agua, alcohol… qué mas da. Que la dejen en paz, caramba.
Al menos, Amy acaba de ganar una batalla, pues ha conseguido una orden judicial que prohíbe a los paparazzis fotografiarla en lugares públicos y acercarse a menos de cien metros de su casa. Tampoco se la puede fotografiar en su casa o en las de familiares o amigos. Nos alegramos por ti, Amy. Y en esto no hay ironía.
Lo que sí resulta irónico es que Ramoncín, que en su día criticó a Operación Triunfo, ahora se sume a tan horrendo espacio televisivo en calidad de jurado. Desde luego, Ramoncín se lo pone fácil a sus centenares de miles de detractores, y muy difícil a medios como EFE EME, que siempre ha entendido que su labor en defensa de los derechos de autor era muy loable –tanto como la que desempeña cualquier sindicato o asociación en defensa de los derechos de cualquier colectivo laboral– y que su obra musical era muy reivindicable. Ahora, a ver quién es el guapo que se atreve a justificarlo.
También es muy bueno ese vídeo que ha ido saltando, en las últimas horas, de mail en mail en el que se ve a Alaska en el concierto madrileño de Fangoria del pasado sábado pegándose un batacazo importante –de morros, para más señas– mientras sigue cantando como si no hubiera pasado nada… Vamos, que tiene toda la pinta de que estaba en pleno momento playback.
