Courtney Love [en la foto] busca asistenta para su casa en Myspace. Sí, tal cual. En su blog de la famosa página ha colgado la siguiente entrada: «Sé que esto es raro, pero las agencias dan asco y estoy harta de las cerdas que roban. Así de simple, así que a la mierda: ¿por qué no probar con MySpace?». Hay dos condiciones –aparte de soportar a Courtney, que no debe de ser ninguna broma–: «ser enfermamente limpia» y querer entrar en la industria del cine pues, según parece, la viuda de Cobain quiere rodar un documental en casa. Paciencia.
Quien va a tener que recurrir a los anuncios de contactos va a ser Bill Kaulitz, líder de Tokio Hotel ya que asegura que hace más de tres años que no besa a una chica, vamos que no liga nada. ¿Pero no habíamos quedado que con esto de la música las groupies estaban aseguradas?
La actriz Natalie Portman ha abandonado a su novio, el rarito Devendra Banhart… ¿Quizás se ha cansado de la afición del muchacho por el travestismo?
El libro de curiosidades bizarras de Amy Winehouse alcanza un nuevo capítulo. Sí, porque el diseñador Harvey Nichols le prestó algunos vestidos –de seda y satén– y al devolvérselos ha descubierto que están inservibles debido a… un poquillo de vómito por aquí y otro poquillo por allá. Además de un algo de moho en las manchas. Una anónima «fuente» (no de agua, sino de lengua) ha declarado: «Usó las prendas en una noche de juerga, en la que terminó en los aseos de mala manera. Después devolvió la ropa, pero no envolvió lo sucio por separado, así que el vómito manchó todas las prendas. Peor aún fue que hongos verdes comenzaron a crecer, haciendo que los vestidos quedaran inutilizables». El tal Nichols quiere que Amy le abone unos 31.000 euros. Nada, hombre, guárdalos bien y a su debido tiempo los subastas, que si hay gente que paga por los gayumbos usados de Michael Jackson, imagínate el dineral que puedes sacar por unos vestidos vomitados por Amy.
Si la semana pasada alguien se frotó las manos y se las pintó muy felices pensando que al cumplir Julio Iglesias 65 años se apuntaría a la jubilación, lamentamos quitarle la ilusión: Julio piensa seguir en activo, hey. Al menos nos evita pagarle la pensión.