Beyoncé se ha casado con Jay-z. El acontecimiento tuvo lugar la semana pasada en París y en secreto. En lugar de comprar anillos, se han tatuado unos en los dedos anulares; que la vida en pareja sale cara y tatuarse resulta más barato que comprar anillos de diamantes, habrán pensado.
Otro momento romántico, qué estamos en Navidad: Sin ambages ni medias tintas, Carla Bruni ha declarado estar enamorada de Nicholas Sarkozy, presidente francés, un hombre que, a tenor de su intensa actividad, parece no dormir. Pues nada, que sean felices.
Ya que estamos con Sarkozy, en su apretada agenda, sacó tiempo el otro día para imponerle a Julio Iglesias la Legión de Honor de Francia. «Sarko» últimamente está de lo más pop.
Kate Moss estudia demandar a Pete Doherty al conocer que éste está negociando la venta de a una cadena de televisión de unas cintas con «momentos íntimos de la pareja». Se trata de vídeos caseros en los que la ahora ex pareja mantenía relaciones sexuales. Un poco malicioso sí está resultando Pete.
La gira de las Spice Girls sigue adelante. Así, recalaron en Madrid, donde tampoco lograron vender todas las entradas. Lo dicho hace una semana, este grupito nunca pasó de ser una cosa puntual para entretener a los niños. Pero, seguramente, montadas sobre su egolatría han creído que seguirían teniendo fuelle en este retorno.
Jamie Lynn Spears, hermana de Britney Spears, se apunta a la fama: Ha vendido a una revista la noticia de su embarazo. La niña tiene 16 años y, por sus declaraciones, menos neuronas que la hermana mayor. La saga se amplía.
Amy Winehouse fue arrestada en Londres y puesta en libertad bajo fianza, en conexión con una investigación policial por pervertir el curso de la justicia, un delito que puede llevar una pena de hasta 30 años en prisión. El asunto tiene que ver con Blake Fielder-Civil, el marido de Amy, que está en prisión.