Increíble la actitud altiva de Bunbury [en la foto, en una imagen promocional de su nuevo disco, suponemos que obra de Jose Girl], que sigue culpando a los medios de sus males, mientras declara a El Mundo que «por supuesto que no» habrá mención a Pedro Casariego en los créditos del disco. Y añade: «Apostaría a que mi nombre va a ir acompañado de la palabra plagio durante mucho tiempo». Hombre, si vas a hacer pasar como tuyos versos que no lo son, qué quieres. Por cierto, que el disco de Bunbury se ha filtrado en internet, así que más de uno ya se habrá dado cuenta que en la canción «Doscientos huesos y un collar de calaveras» también toma «prestada» de Casariego la frase «un buen verso quizás sea el lado valiente de un cobarde».
En la misma entrevista, Bunbury, con poca elegancia, dice «No se nos mide por el mismo rasero a todos. No me parece bien señalar con el dedo, pero ‘Donde habita el olvido’, de Sabina, es Luis Cernuda». ¡Claro! Como que Sabina en los créditos del disco 19 días y 500 noches escribía «‘Donde habita el olvido’, obviamente, debe su título a Luis Cernuda». Vamos, que el ejemplo, además de feísimo, parece malintencionado (tanto como, luego, dejar caer los nombres de Calamaro y Dylan. Por cierto, qué obsesión con nombrar a Dylan continuamente), porque Sabina siempre ha acreditado sus citas. Y ahí está el nudo de todo esto: en acreditar a cada cual lo que es suyo para que no parezca que es de uno y alguien llegue a la conclusión de que le están engañando. Por si no tenía bastante, Bunbury ahora le debe una disculpa pública a Sabina por tratar de sembrar la duda (que algunos medios, sin molestarse en comprobar si Sabina citó a Cernuda, están reproduciendo). Menos mal que Bunbury ya superó su fase circense hace tiempo, porque si monta un circo ahora, le crecen los enanos.
Vicky Beckham se pasa a la alta cocina. Pero no, que nadie se piense que ella se va a colgar una cosa tan poco cool como un delantal. Lo que sucede es que se ha asociado con el «prestigioso» (ponemos comillas, porque nosotros, que somos de bocadillo de calamares o de tortilla de patata, no tenemos ni idea de quién es este señor, poseedor de varias estrellas Michelin) chef británico Gordon Ramsay, con el que va a abrir un restaurante en Los Ángeles. Este nuevo negocio se suma a su línea de ropa y a su perfume. Qué inquieta es esta mujer y cuántas cualidades tiene, ¿no les parece?
George Michael parece tener una intensa vida en los lavabos públicos. Si en 1998 fue detenido por «conducta lasciva» en uno californiano, el pasado fin de semana fue detenido en un lavado londinense en posesión de, así lo ha dicho la policía, «sustancias de clase A» (crack o cocaína) y de «clase B» (marihuana). Tras prestar declaración, fue puesto en libertad. Ya saben que en esta sección nos gusta dar consejos, así que aquí va uno para Michael: si sufres de incontinencia urinaria, quizás lo mejor es que salgas menos de casa. Una sonda también obra milagros.
La que visitará al juez el próximo 15 de octubre es Britney Spears, en esta ocasión por un accidente de circulación que tuvo en agosto en California mientras conducía sin licencia (la suya sólo le permitía circular en Illinois). Bregada en los últimos meses en asuntos judiciales de más peso, esto para Britney es una minucia.