Ya en sus tiempos de productor diseñando su “muro de sonido”, Phil Spector era legendario por sus excentricidades, su afición a las armas, sus peleas con los artistas producidos, las acusaciones de su primera mujer, Ronnie Spector (de las Ronettes), que aseguró que intentó matarla y que en el sótano guardaba un ataúd de oro para ella… Pero lo que nadie imaginaba era que, en 2003, mataría a tiros en su “castillo” a Lana Clarkson, una camarera a la que conoció en un club y a la que invitó a su casa. Una vez allí, ella murió de un disparo en la boca. Precisamente ayer dio comienzo el juicio en el que se juzga a Phil Spector y que será retransmitido por televisión; así que el circo mediático puede dar comienzo. Spector, además, ha declarado a lo largo de este tiempo diferentes versiones: que ella se suicidó, que él le disparó accidentalmente… Los abogados que lo representan son el tercer equipo que contrata tras haber despedido (o éstos dimitieron) a los dos primeros. Los nuevos se aferran a la teoría del suicidio mientras la acusación tiene preparadas como testigos a cuatro mujeres que aseguran que se vieron con él en la misma situación que Lana Clarkson: Spector en su casa apuntándolas con un arma. ¡Con los buenos discos que produjo este hombre!
Seguro que a Paul McCartney le duele la cabeza sólo de verla todas las semanas hacer declaraciones a la prensa. Pero a Heather Mills le gustan los medios y ver su cara en ellos, de eso no hay duda. Ahora, liderando una campaña en defensa de los animales, ha anunciado (aunque esto no tiene nada que ver con la defensa de los animales) que se propone “utilizar su experiencia como famosa acosada” para cambiar las leyes británicas de protección de la intimidad ya que se ha sentido “destrozada y horrorizada” por las cosas negativas que se han publicado sobre ella. ¿Intentará frenar de este modo la difusión de unas películas porno caseras protagonizadas por ella con las que amenazaron algunos medios sensacionalistas para cuando dejara de ser la señora de McCartney? De lo que no cabe duda es que los medios del Reino Unido han decidido ir a por ella.
Elton John con David Furnish,
su pareja desde 1994.
Siguiendo con esta deleznable ola de conservadurismo y fundamentalismo religioso que inunda el planeta, la iglesia de Trinidad y Tobago está intentando que Elton John no actúe en un festival a celebrar el próximo mes (y en el que también estarán Diana Ross, Mary J. Blige y Earth, Wind & Fire) debido a su homosexualidad ya que «su visita a la isla puede exponer al país a la tentación de imitar su estilo de vida». Según el archidiácono, el estilo de vida de Elton no se ajusta al principio bíblico de que «un hombre no debería yacer con un hombre». Hay que joderse. Nunca terminaremos de entender como unos individuos que aseguran no practicar el sexo tienen tanto interés por la vida sexual de los demás.
Siguiendo con lo mismo, pero desde otro ángulo y para compensar semejante disparate de noticia, dejemos constancia que Cyndi Lauper encabezará, entre el 8 y el 30 de junio, una gira por 15 ciudades de Estados Unidos para promover la defensa de los derechos de los homosexuales. En el True Colors Tour también actuarán Deborah Harry (Blondie) y Erasure. Por cada entrada vendida, un dólar irá a la Campaña por los Derechos Humanos, que promueve la igualdad de derechos para gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero. Que no se les ocurra acercarse por Trinidad y Tobago.
Robbie Williams parece que no sólo es un adicto a los fármacos: los titulares le encantan. El hombre, al que la semana pasada dábamos por felizmente rehabilitado, ha declarado que la clínica en la que estuvo fue “peor que un campo de concentración”. A los responsables de la misma, que aseguran que su centro de rehabilitación es uno de los más respetados del mundo, estas declaraciones les han parecido indignantes y es probable que lo demanden por difamación.
Acabemos por esta semana hablando, cómo no, de la muñeca rota por excelencia del pop: Britney Spears. Según parece se la ha estado tratando de un trastorno bipolar, pero todo proviene de la bulimia que sufre desde hace diez años. En cualquier caso, su familia ha decidido tomar la iniciativa (después de los espectáculos que lleva ofreciendo Spears desde hace unos meses, se antoja algo tarde) y se la han llevado a la casa familiar de Kentwood, en Louisiana, para que siga allí con el programa de desintoxicación y rehabilitación. Se supone que en un ambiente discreto y sin la presencia de la prensa. Ya veremos si lo consiguen: Britney Spears es en estos momentos objetivo número uno de la prensa amarilla.