La Semana Bizarra 13 – 20 de junio de 2008

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Tras una semana de descanso (estuvimos atacados de un proceso bizarral profundo) aquí está la sección más tonta de EFE EME, en una edición especial tribunales que comienza con uno de nuestros clásicos: Pete Doherty, quien, tras 29 días, abandonó la cárcel. Para celebrar su regreso a la libertad, se asegura que prepara un dúo con Amy Winehouse. ¡Toma morbo!

Unos salen de la cárcel, y otros entran: Scott Weiland, cantante de Stone Temple Pilots y ex vocalista de Velvet Revolver, ingresó este lunes en prisión para cumplir ocho días de pena debido a una segunda condena por conducir borracho. Hay que recordar aquellas sabias palabras de Stevie Wonder: «Si vas ciego, no conduzcas».

Siguiendo con la crónica de sucesos, muy bizarra resultó esa historia de la banda de narcotraficantes que colocó una tonelada de cocaína en el equipo de la gira de Sabina y Serrat para introducirla en España. Finalmente, el jefe del grupo fue detenido en Barcelona. Que se sepa, Sabina no se ha puesto en comunicación con él…

Hace unos días, un juez de Miami anunció que podría arrestar a Alejandro Sanz si no testifica en el juicio por supuesta extorsión de dos de sus ex empleados. El juez, parece, no tiene ganas de notoriedad con declaraciones como esta: «Recibirá el mismo trato que todo el mundo, no me importa quién sea. En esta corte la víctima va a comparecer cuando sea citada adecuadamente». Vamos, Sanz, que te están llamando.

Para acabar, una de las noticias más flipantes que hemos leído últimamente: un cantautor, cuyo nombre no mencionaremos para no hacerle publicidad gratis, demanda por plagio a Amaral ya que él publicó un disco titulado Pájaros en la cabeza cuatro años antes que aquellos. Sí, no es plagio musical, sólo se trata del título. Demanda que presenta ahora, tres años después de que Amaral publicara el disco y cuando están a punto de lanzar su nuevo trabajo. Lo mejor es que el hombre –que asegura que le ha hecho mucho daño que el disco de Amaral se llamara como el suyo, olvidando los centenares de discos, libros, canciones y películas que comparten títulos– dice que no teme que le tachen de oportunista y deja bien claro lo que pretende: compensación económica. Hombre, e intentar salir en los papeles también, ¿no?

 

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