Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
En unos tiempos tan frenéticos como estos, en los que el hasta ahora esencial MySpace puede que dentro de poco ya nos parezca una reliquia del pasado, hay que tener arrestos para lanzarse a la piscina (muchas veces sin agua) de las nuevas aplicaciones y sacarse de la manga una nueva propuesta con visos globales. Porque eso es lo que ha hecho Pablo Valls, un joven informático valenciano de 29 años, que hace unos meses creó la que podríamos considerar la red social de los músicos, Playeek. A Valls le regalaron una batería a finales de 2008. Y como no encontraba gente para formar un grupo, se le ocurrió que no sería mala idea crear una web en la que los músicos se pudieran poner en contacto para solventar esta clase de carencias organizativas. Tan sencillo como eso.
Así que lo que comenzó como una especie de capricho, haciendo de la necesidad virtud, es hoy en día una web con plena proyección en Latinoamérica (Argentina y México marcan sus nuevos radios de acción, toda vez que nuestro país ya se le ha quedado pequeño) y que “no deja de ser una adaptación en la red de esos carteles que, en los locales de ensayo, ofertan o demandan instrumentistas; la diferencia es que ahora puedes segmentar geográficamente, por estilos e instrumento tu búsqueda en cuestión de segundos”, tal y como explica su creador. Su rápida e inteligente expansión, auspiciada prácticamente sin patronazgos ni grandes apoyos, bien merece una fiesta. Y eso es lo que Delafé y Las Flores Azules y Sex Museum oficiarán en la sala Wah Wah de Valencia los próximos 20 y 21 de mayo, respectivamente. Una buena forma de celebrar una idea que aúna originalidad y pragmatismo.
