Diego A. Manrique siente “visceralmente que –cada pocos años– es necesario volver a contar las grandes historias. Las historias ejemplares de artistas, movimientos, productores, sellos” del rock. Y en su columna de “El País” nos cuenta la historia de The Grateful Dead, “Grupo modélico para los tiempos que corren: grababan discos de estudio pero vivían para sus conciertos”.
Desde aquí puedes acceder al artículo de Diego A. Manrique “La química de The Grateful Dead”.