LIBROS
«Personajes trazados con sencillez, sin ahondar en sus implicaciones y caracteres»
Laura Gost
La prima mayor
TEMAS DE HOY, 2020
Texto: CÉSAR PRIETO.
Laura Gost es escritora. En el más amplio sentido de la palabra. Y de éxito. En los dos últimos años ha acaparado un Goya al mejor corto de animación, varios premios como joven artista y dramaturga, y una carrera que la ha situado en primera línea con su novela La cosina gran, traducida ahora al castellano como La prima mayor. Rosa navega en el crucero turbulento de su adolescencia durante cuatro años de zozobras internas: su prima, cuatro años mayor que ella, ha infectado su aparentemente calmado paso al mundo adulto. Un odio y una atracción fatal que no se acercan en intensidad a las grandes novelas de adolescencia, o a relatos como “Mi hermana Elba”, a la que recuerda levemente, pero que escapa del cliché. Y eso es un buen mérito.
Tina, desde el otro foco, que ha perdido a sus padres en un accidente, tiene que vivir desde los dieciséis años con sus tíos y su prima. La relación con esta última mezcla es conflictiva, Tina es quien Rosa quiere ser y, a la vez, quien no quiere ser. Todo ello se expone desde la primera persona y desde la naturalidad en los diálogos, que la escritora mallorquina maneja a la perfección, no en vano su labor de guionista y dramaturga hace que haya pulido ese sentido del lenguaje oral.
Cómo no, se entrelazan amores, pero sin dramatismo. Fiestas en la playa descritas de forma que casi sentimos la noche, besos sin proyección pero que marcan, las primeras exploraciones sexuales. La vida, tal como discurre para los personajes, trazados con sencillez, sin ahondar en sus implicaciones y caracteres. La mirada de Rosa como narradora no se atreve a sacar conclusiones en unos catorce años en que ella misma y el mundo son extraños. Así que la familia protagonista y sus vecinos, los Montsó, un padre viudo y dos hijos entre los 18 y los 20, viven de puertas para afuera y no de piel para adentro.
No es anticipación: desde las primeras páginas de la novela se deja claro que Tina ha huido del pueblo, y que anuncia su vuelta dos años después con una invitación de boda en un final feliz en que todo se soluciona con esa boda, y el lector siente la vaga satisfacción de los finales felices, asimilados como justicia necesaria. En definitiva, una novela que podría trasladarse perfectamente a una miniserie. El grueso de personajes, los espacios y la trama están escritos en un código lingüístico que podría traducirse perfectamente al audiovisual.
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Anterior crítica de libros: El árbol de la lengua, de Lola Pons Rodríguez.